Bolivia Hoy y las perspectivas
Mauricio Aira
El lenguaje de los hechos es por demás contundente e incuestionable, así cuando el escrutinio de las elecciones de abril revela que el MAS (Movimiento al Socialismo) obtuvo un millón de votos menos que en la anterior contienda de sólo unas semanas antes, la dirigencia no logra asimilar tan rotundo golpe a su popularidad y reacciona tarde y mal.
No habían transcurrido ni 100 días de la curiosa y propagandística ceremonia de Tiahuanaco en que Morales recibió los símbolos ancestrales del poder y la nominación como líder espiritual de los pueblos indígenas. La credibilidad del originario había llegado a su punto más alto. Cien días después nos encontramos con un fulminante retorno al mundo del conflicto y la confrontación. Violencia y sangre y fuego en las calles ante el creciente reclamo por un mejor salario. ¿Qué había sucedido?
Un vuelco de campana. Es decir la prédica de mejores días, de exitosas nacionalizaciones, del mejoramiento de los ingresos nacionales y la acumulación de reservas monetarias como nunca antes en la historia de Bolivia, sumados a los aprestos del gasto ostensible en la compra de aviones de lujo para el Presidente, de un satélite de comunicaciones que no se alcanza a digerir con qué finalidad concreta, la inversión en armas sofisticadas y masivas a un costo de muchos millones de dólares que el pueblo aceptaba entre desconfiado y descontento se confrontó con una tremenda contradicción. Si es cierto que el pez muere por la boca, Evo se sumergió ante la masa humana cuando ofertó un 5% de aumento al salario mínimo para los trabajadores y de un solo 3% para policías y soldados.
¿Cómo, se preguntó el pueblo, no es que estamos en Jauja y que el dios de la abundancia, el famoso “ekeko” (el duendecillo de alasitas) había entrado al Palacio de la Plaza Murillo y llenado de bienes al nuevo gobierno originario? No se lograba entender la dicotomía. Si hay tanto dinero, si se han multiplicado los ingresos del Estado en muchísimos millones y si hay dinero para comprar casi todo, tendrá que haber suficiente para un aumento más racional del 10, del 12 y hasta del 25%!
La oferta tuvo inmediata respuesta negativa. ¡No señor! No basta el mísero monto de 35 bolivianos más por mes, simplemente porque no alcanza a cubrir lo más básico de una canasta familiar ya menguada y soportada en la confianza y en la esperanza “del cambio” que consistiría en un mejoramiento del nivel de vida general. Lo que nos ofrecen es un empeoramiento y esto no es tolerable por lo que salimos a las calles, decretamos huelgas y sobrevendrán paros movilizados y mayor actividad por calles y plazas. Carlos Cordero nos ha traído la historia de Julio César asesinado el 15 de marzo 44 años a.c. el gran emperador había sido prevenido por un vidente y por su misma esposa de la existencia de un peligro y que el romano desoyó arrogante. Cuando Julio César caminaba hacia el Senado y se burló de él “los idus de marzo han llegado”, el adivino le habría contestado. “Sí, ya llegaron pero no han concluido” …Cordero concluye. El augur replicó la burla del Emperador a gritos “Guárdate de los idus de marzo”. La historia nos cuenta cómo poco después el gran Julio César fue asesinado en el Senado Romano. A los 100 días del inicio del segundo gobierno de Morales, los idus de abril están reverberando y advierten “Guárdate de las elección del 2015”
Las otras señales suman y siguen. Conflictos por doquier con la CNE (ahora llamado Organo Electoral) choques entre campesinos, a la negativa del Régimen de reconsiderar el aumento salarial aduciendo contar con la suficiente autoridad ética y moral para hacerlo el diputado Ortega revela aumentos del 25 y 30% en los haberes del personal de la Cámara de Diputados. Carlos Valverde le pide al Presidente explicar en qué gasta su sueldo, porque todo lo tiene servido, comida, vivienda, transporte, viajes, etc., que resulta inapropiado comparar con la situación de un trabajador responsable de una familia de tres, cuatro o más miembros que debe vivir con 700 boliviano al mes.
No se detiene el análisis ni siquiera al comprobar que Evo Morales ha ingresado a un proceso de acelerado desgaste. La fuerza contestataria la conforman las bases obreras, no es la oligarquía, no son los ricos ni los k´aras, son los asalariados que protestan, olvidan sus diferencias políticas y se mimetizan e identifican como los explotados y engañados de siempre. Se presume un acuerdo después de un largo forcejeo que terminará con una derrota de la “intransigente posición oficial”. El trabajador terminará aceptando un 10% pero el cristal se habrá quebrado y las cosas ya no serán como antes.
Los portavoces replican “nunca como ahora se aumentó tanto el salario”, la contra réplica no se deja esperar “nunca como ahora los ingresos por materias primas habían sido tan altos”. Y aparece un ingrediente la protesta de policías y soldados. “Tienen que aguantar a pan y agua, con marraqueta y café” increpa Gustavo Torrico a los uniformados. “que venga el vice-ministro y compruebe cómo vivimos” Y un jefe policial en retiro afirma “reclamar por un mejor salario no es subversivo, es un derecho que tienen como padres de familia” El vice García Linera insiste: “si viste uniforme no pueden deliberar. Si deliberan dejen el uniforme” Les está prohibido pronunciarse y serán considerados subversivos y echados de la Institución. Los medios le recuerdan que en febrero y octubre del 2003, alentó el MAS el motín de los policías que levantaron las manos en forma criminal cuando la Institucionalidad estaba en peligro. Que fueron los conscriptos y sus oficiales que salvaron el honor y defendieron al Presidente Constitucional.
¿Cuáles son los sectores que contribuyen al desgaste del MAS.? Los fabriles que siempre fueron muy combativos y que estuvieron tolerando que algún dirigente suyo se aproximara a Morales. Ahora lo repudian y piden su alejamiento. Los maestros que suman miles, los policías, los salubristas, los funcionarios de las universidades, los jubilados, los clases, suboficiales y tropa de las tres armas y que si bien en mejores condiciones que los obreros por cuanto tienen pulperías y vivienda de privilegio constituyen un numeroso grupo humano con esposas e hijos sujetos a las privaciones de los demás. El gobierno se ufana de ser aliado de los transportistas sin advertir que ocurrió así siempre con éste gremio desclasado, que no pertenece a los trabajadores, pero tampoco al sector empresarial. Es un gremio comodín, que se coloca siempre a favor del vencedor, sin embargo cuando tiene problemas como ocurrió hace algunas semanas cuando el Régimen impuso reglas algo severas dentro del consumo del alcohol , pidieron apoyo a la COB y a la ciudadanía. El colectivo los tiene clasificados en una casilla especial. Con los transportistas jamás se puede contar. Son poco solidarios.
El lado más sensible del nuevo estado de cosas en Bolivia se trasluce en la petición de Human Rigts Watch de enorme prestigio mundial cuando reclama la modificación que prepara el Parlamento y que se ajuste a los tratados vinculantes suscritos por el Estado para proteger los derechos básicos y la independencia judicial. Morales descalificó a HRW acusándolo de ser un gran defensor del imperialismo. La Asamblea Legislativa, pretendió explicar, trabaja en una ley que regula los juicios a funcionarios de alto rango. El organismo HRW que tiene en su haber verdaderas batallas inclusive contra el Gobierno Estadounidense en defensa de las normas reconocidas por el derecho internacional como estar presente el acusado durante el proceso, apelar los fallos y la aplicación de la ley sin retroactividad. Se refiere justamente al juicio contra Jorge Quiroga, Carlos Mesa, Eduardo Rodríguez y Victor Hugo Cárdenas los primeros ex presidentes y el último ex vice por presuntos delitos de corrupción y por el uso de gastos reservados ítem confidencial con que cuentan todos los gobiernos del mundo para casos extraordinarios.
Por donde se mire Morales logrará la aprobación del Congreso donde cuenta con una mayoría de representantes para que los fiscales acusen a los ex mandatarios ante la Sala Penal de la Suprema. El invalorable documento de HRW recuerda la prohibición de aplicar en forma retroactiva la Ley Penal para sancionar “delitos” que hoy son considerados tales, pero que en el momento de su comisión no lo eran por aquello de las garantías universales al debido proceso, en lugar del procedimiento que se pretende aplicar en una actuación de judicialización de la política. Lo que ha pedido HRW es que se garantice la independencia del Poder Judicial y se adapte a los tratados que son vinculantes.
El panorama judicial está en alerta roja por la desarticulación de la Corte Suprema, del Tribunal Constitucional y de otros órganos y por el reemplazo de la mayor parte de los magistrados por otros designados por Morales quién afirmó públicamente que necesitaba copar también el Poder Judicial para realizar “su revolución del cambio”
De modo que si el clima social se anuncia violento y convulso la espiral de conflictos no cesa. El detonante partió del propio MAS que anunció un incremento del 5% en el salario básico y que provocó los rechazos en cadena de todos los trabajadores. Pedro Montes ejecutivo de la COB afirmó que 39 grandes sectores laborales habían decidido dos medidas: el paro general indefinido que paralizará el país y una marcha masiva desde Caracollo en la cercanía de Oruro hasta La Paz. Esto viene como corolario de otras acciones ya ensayadas con paros escalonados, protestas, marchas y huelgas a nivel de las grandes capitales del eje central.
Perspectiva futura
Es posible que el MAS oponga a los trabajadores sus “movimientos sociales” que en esencia son campesinos, desocupados, cocaleros, alteños y activistas (muchos de ellos convertidos hoy en funcionarios públicos). Que lance a los caminos “sus rompe marchas” asalariados para enfrentarse a los trabajadores. Que ponga a funcionar toda su artillería mediática con las “emisoras campesinas” y los medios oficiales que controla y que ordene a policías y soldados “salir a romper” las filas obreras.
Toda la “inteligenttia chavista” de asesores cubanos, vascos, peruanos y por supuesto venezolanos está ya trabajando para contrarrestar la ofensiva de los trabajadores que cuenta con la simpatía del pueblo y que acompañará su marcha paso a paso. No será nada fácil, por lo que Evo Morales dejará mal parados a los instrumentadores de la fuerza, entre ellos su propio vice-presidente García Linera y la élite de “blancoides” que comanda dentro del MAS. Morales cederá en el tema del porcentaje, hasta puede que cambie algún ministro y realice una razzia entre los uniformados para conservar el poder. Surge entonces la pregunta obligada. ¿Por cuánto tiempo más?
No hay comentarios:
Publicar un comentario