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lunes, 8 de octubre de 2012

valioso documento de Loayza Zegarra publicado por ANF referido a los 30 años de democracia recuperada con 10 presidentes diversos. merece un digno espacio en nuestro archivo histórico


Por JAIME LOAYZA ZEGARRA
La Paz, 8 Oct. (ANF) - El fin de los regímenes dictatoriales, el surgimiento del “neoliberalismo”, la vigencia de los gobiernos populares de izquierda, la necesidad de una democracia participativa, el fin de los gobiernos tradicionales y las coaliciones políticas, además de la creación del el Estado Plurinacional, el posicionamiento del “evismo” y el control de los poderes del Estado por el Gobierno marcan, este 10 de octubre, los 30 años de democracia en Bolivia.
Desde que Hernán Siles y Jaime Paz Zamora tomaron posesión de la presidencia y vicepresidencia de la otrora República en 1982, Bolivia vivió tres décadas de democracia ininterrumpida, durante las cuales el protagonista de los cambios sociales, políticos y económicos fue y es el gobierno de turno, que en cada periodo se encargaron de aplicar “políticas trascendentales” vía coalición, imposición y mayoría en el Legislativo en desmedro de diferentes sectores sociales, sindicalizados y de oposición política.
Durante los últimos diez años, Bolivia sufrió grandes cambios, ya que la clase política tradicional que puso en vigencia la democracia representativa fue reemplazada mediante el voto de pueblo en las urnas. Así se afianzó la democracia participativa plurinacional, que empezó tras las elecciones de 2002 y se consolidó en los comicios generales de diciembre de 2006, donde el MAS logró una votación mayoritaria del 64 por ciento, situación que le permitió cambiar las estructuras y el funcionamiento del Estado.
Tras 20 años del “modelo neoliber”al impuesto por Víctor Paz Estenssoro mediante el decreto 21060, el MAS buscó la manera de poner en vigencia un Estado “socialista comunitario”. Para ello se encargó de “recuperar” Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), ENTEL, la  Empresas Nacional de Electricidad (ENDE) y diferentes empresas denominadas estratégicas, pero no logró la descentralización del poder mediante las autonomías departamentales, tarea que aún se encuentra en proceso de ejecución.
El estigma del sometimiento de los poderes Legislativo, Judicial y Electoral marcó una constante en los dos decenios previos, durante los cuales el país tuvo ocho presidentes y se produjo una de las mayores crisis sociales que aceleró una renovación del escenario político partidario, después de las jornadas de violencia extrema producidas en octubre de 2003 y la asunción del MAS al poder.
Las tareas y programas ejecutados por los gobiernos de Paz Estenssoro, Paz Zamora, Gonzalo Sánchez de Lozada, Hugo Banzer Suárez, Carlos Mesa, entre los más representativos, fueron rechazadas por el Gobierno de Evo Morales, mediante acalorados discursos de borrón y cuenta nueva desde enero de 2006, logró aprobar una nueva Constitución Política del Estado en la Asamblea Constituyente (2006-2007) y, luego de sufrir más de 100 modificaciones, en un referéndum nacional, con lo que quedó en el pasado la República de Bolivia para dar paso al Estado Plurinacional y una nueva propuesta de país “socialista comunitario indigenista”, que ampara, tolera y fomenta el capitalismo.
A partir de la asunción del “masismo”, la democracia se concibe desde la óptica del poder de los movimientos sociales, campesino, obrero y cooperativista, dentro de los cuales tienen una gran influencia los cocaleros de las seis federaciones de Cochabamba, organización de la que el mandatario Evo Morales es su presidente, y está a punto de consolidar la legalización de 20.000 hectáreas de coca en La Paz y Cochabamba, posición que le valió una serie de críticas no sólo de la oposición política, sino también de Estados Unidos que aplazó a Bolivia en la lucha antidroga frente a la aprobación otorgada por la Unión Europea.
UNA CONSTANTE
En tiempos de los gobiernos populares de izquierda, neoliberales y del cambio, los bullados casos de corrupción y el estigma del narcotráfico fueron siempre la constante, al igual que las violaciones a los derechos humanos, en desmedro de los más débiles, y la libertad de prensa, donde los periodistas fueron blanco de ataques, represalias y hostigamiento, una figura que se mantiene desde los regímenes dictatoriales, demócratas y en la actualidad, pues ocurre con el proceso instaurado por el Gobierno contra tres medios de prensa acusados de incitar al racismo y la discriminación en contra del presidente Evo Morales.
A esta situación se suma la exclusión social en la que vivieron los pueblos indígenas del oriente, que a pesar de la Marcha por la Vida durante el gobierno de Jaime Paz Zamora y el reconocimiento del Estado, no lograron ser incorporados al desarrollo. La octava marcha en defensa del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) puso en aprietos al Gobierno del MAS en su discurso de respeto a la Madre Tierra y a los indígenas. A pesar de haber aprobado una Ley Corta de intangibilidad tras la violenta intervención en Chaparina, el Gobierno continuó con su plan de construir una carretera por medio del TIPNIS para unir a Cochabamba con el Beni.
MEJORA DE MECANISMOS DE PARTICIPACIÓN
Para el vicepresidente Álvaro García Linera, este 30 aniversario de la democracia constituye una fecha histórica para los bolivianos porque, gracias a la lucha de trabajadores, campesinos, indígenas y obreros, durante estos años se produjo un constante proceso de superación, crecimiento y profundización del régimen democrático, pues se pasó de una democracia representativa a una participativa y “crecientemente comunitaria”, donde la sociedad local, regional y departamental asume el control de las decisiones y el destino del país. “No cabe duda que estamos ante un proceso de permanente profundización de la democracia”, dijo.
“La democracia entendida como participación de uno en la toma de decisiones sobre lo público, sobre lo común, son 30 años que nuestro país ha ido mejorando sus mecanismos de participación del pueblo de toma de decisiones de construcción de lo común, de lo comunitario, de lo universal, entonces es una fecha que debe ser celebrada. Como Gobierno estamos preparando un conjunto de actos, pero vale la pena referirse a esta fecha a nueve días”, declaró.
PODER COCALERO Y COOPERATIVISTA
Diferentes analistas políticos y sociales acusan al gobierno de Víctor Paz Estenssoro de marcar el inicio del fortalecimiento cocalero en el trópico de Cochabamba tras la relocalización de las minas que dejó a un “ejército” de mineros asalariados desempleados obligados a cultivar coca para mantener a sus familias, situación que también dio lugar a la expansión de los cooperativistas mineros, aliados de los gobiernos pasados en busca de réditos sectoriales y ahora del MAS, sector que puso en tela de juicio la política de estatización de los minerales.
El narcotráfico se ha constituido en uno de los mayores problemas que tiene el país al igual que la falta de inversiones para el desarrollo industrial debido a la falta de seguridad jurídica y políticas de fomento.
DIEZ GOBIERNOS EN DEMOCRACIA
Hernán Siles Suazo llegó al poder en 1982-985 con la Unidad Democrática Popular (UDP), cuya gestión soportó una adversa situación económica y política debido a una hiperinflación, que obligó a Siles  a recortar su mandato.
Víctor Paz Estenssoro (1985-1989) impulsó políticas económicas de carácter neoliberal, establecidas mediante el Decreto Supremo 21060, que logró en ese tiempo estabilizar el país, sanear la economía, pero con un alto costo social, pues miles de mineros dependientes de la Corporación Minera Boliviana (Comibol) fueron relocalizados.
Jaime Paz Zamora (1989-1993) del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), que salió tercero en las elecciones de 1989, logró la primera magistratura con el apoyo de Acción Democrática Nacionalista (ADN) de Hugo Banzer. Abogó por el uso medicinal de la coca en diferentes países de Europa, pero su gobierno quedó marcado por la sindicaciones de los “narcovínculos”.
Gonzalo Sánchez de Lozada (1993-1997) y (2002-2003), con el MNR, impuso en su primera gestión la capitalización de las empresas estratégicas del país, bajo el argumento de que los bolivianos que no sabían administrar las entidades estatales, y puso en vigencia la Ley de Participación Popular. En su segundo mandato no pudo imponer el “impuestazo al salario” ni logró vender gas natural a Estados Unidos por Chile, cuyo intento causó una gran revuelta popular que aceleró en octubre de 2003 su salida del poder.
El general Hugo Banzer (1997-2001) llegó a la presidencia en alianza con el MIR. Su principal medida de Gobierno fue la erradicación de hoja de coca en el trópico de Cochabamba y los constantes enfrentamientos con los cocaleros liderados por Evo Morales. Se vio obligado a dejar el poder a causa de un cáncer terminal.
Jorge Quiroga presidente en 2001-2002 logró una popularidad de más del 70 por ciento, dio continuidad a la política de lucha contra el narcotráfico, “Plan Dignidad”, y desarrolló un combate contra la inseguridad ciudadana. En su gestión se puso fin a la banda delictiva del teniente coronel Blas Valencia del caso Prosegur. Su error fue no renovar los cuadros políticos de la agrupación ciudadana “Podemos” lo que le quitó decenas de miles de votos en las elecciones generales de 2005.
Carlos Mesa (2003-2005) juro como presidente tras la caída de Sánchez de Lozada. Su gestión se caracterizó por su debilidad en el Congreso Nacional a la hora de tomar decisiones. Aprobó el decreto de amnistía para los dirigentes sociales que protagonizaron “octubre negro” y convocó al referéndum del gas. Renunció en tres oportunidades, decisión que se hizo efectiva el 2005, por lo que Eduardo Rodríguez Veltzé asumió la presidencia y convocó a elecciones.
Evo Morales (2006-2012) ganó dos elecciones seguidas y un referéndum revocatorio con amplía mayoría. En su primer mandato “nacionalizó los hidrocarburos”, puso en vigencia la nueva Constitución y en su segundo mandato trabaja en la aprobación de 100 leyes para consolidar el Estado Plurinacional. Su gestión está marcada por los enfrentamientos entre mineros asalariados y cooperativistas y el fallido intento de elevar el precio de la gasolina.

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