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viernes, 12 de octubre de 2012

Texto con que la Conferencia Episcopal daba cuenta del fallecimiento de Gregorio y de su obra en Bolivia a través de los años que vivió entre nosotros.


Aproximadamente hace unos 25 minutos ha partido a la casa del Padre el sacerdote Oblato Gregorio Iriarte, debido a su delicado estado de salud. Sus restos serán velados hoy jueves  por la noche a partir de las 21:00 y mañana viernes en el salón principal del Arzobispado de Cochabamba.
La misa de cuerpo presente será el día sábado a las 10:00 de la mañana en la Catedral Metropolitana de la Arquidiócesis de Cochabamba.

P. Gregorio Iriarte
El Padre Gregorio Iriarte —sacerdote de la Congregación de los Oblatos de María Inmaculada— llegó a Bolivia en el 1964, es decir, hace 48 años. Su primera responsabilidad fue la de ser Director de Radio Pío XII, en el distrito minero de Siglo XX, en el Norte de Potosí.
Los años 1964 al 1966, fueron de gran tensión política y humana, vivían tiempos de la “GUERRA FRIA”, tratando de superar los enfrentamientos entre la Iglesia Católica, el trabajo pastoral y la desconfianza de los mineros que sentían que la radio lucharía en contra de las reivindicaciones sociales y económicas de los mineros.
Estando en Radio Pío XII, Gregorio inicia una Campaña de alfabetización radiofónica y junto a Radio San Gabriel y FIDES en La Paz, San Rafael en Cochabamba, Loyola en Sucre, en 1967 funda la Asociación de Educación Radiofónica de Bolivia (ERBOL), que hasta el día de hoy sigue en la línea de la educación y la comunicación popular.
En mayo de 1967 el gobierno procede a la rebaja salarial de los mineros e impone el Plan Triangular con el propósito de rehabilitar la Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL) con participación de Estados Unidos a través del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Alemania Federal para diversificar los productos, implementar proyectos de exploración de nuevos yacimientos mineralógicos y ejecutar una racionalización administrativa, sin haber logrado el objetivo.
La aplicación de la medida gubernamental provocó una persecución sañuda de los dirigentes mineros. Federico Escóbar, uno de los principales dirigentes del Sindicato de Trabajadores Mineros de Siglo XX, fue a buscar refugio en la Parroquia de los padres Oblatos, pero Gregorio presentía que la parroquia iría a ser allanada por los militares acantonados en el cuartel de Uncía.
Gregorio encontró una solución, la de sacar documentos falsos de identidad y a las prisas salir con el Jeep por la carretera, tuvo que recurrir al engaño hasta llegar a territorio chileno. Gregorio recuerda que Federico le escribía unas cartas muy cariñosas con recomendaciones para su familia, porque que sus hijos eran de corta edad.
A raíz la guerrilla del Che Guevara en Ñancahuazú, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) creía que la retaguardia de la guerrilla estaba en los distritos mineros, y en esas circunstancias ocurre la trágica “noche de San Juan”. Gregorio recuerda que el suceso le queda grabado en el subconsciente, sobre todo, la visita que hizo a la morgue. Encontró 26 cadáveres, uno solo era de un minero, los demás campesinos, niños y mujeres.
Ante la rebaja de los salarios, —hecho que desanimó grandemente a los mineros— surgió la necesidad de crear cooperativas de vivienda, tanto en Cochabamba como en La Paz de la que fue el promotor el P. Gregorio que logró un crédito internacional que permitió construir 148 viviendas en El Alto (La Paz) y 132 en Cochabamba, en el Barrio El Carmen.
Asimismo, en su labor desinteresada y altruista organizó la Cooperativa de Ahorro y Crédito de Siglo XX, organizó el Instituto de Mecanografía con disponibilidad e 6 máquinas de escribir. En La Paz colaboró en la organización de la Iglesia y Sociedad en América Latina (ISAL). (Del editor. La cooperativa de Ahorro y Crédito Pio XII limitada había sido organizada años antes siendo nuestro editor su Primer Presidente del Consejo de Administración 1963)
En plena dictadura militar de Hugo Banzer Suarez cuando se imponía por la fuerza la represión, tortura, exilio, libertad de expresión conculcada, Gregorio participa de la fundación de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia. Contribuye en la creación de la Unión Nacional de Instituciones de Acción Social (UNITAS). Junto al Padre Julio Tumiri organiza Cursos de Fomento Cooperativo.
Asimismo, siempre en la época de la dictadura militar, apoya en la organización de la histórica “huelga de hambre” de las mujeres mineras, que pedían la restitución de la democracia, la libertad de los detenidos, el retorno de los exiliados y la convocatoria a elecciones presidenciales, habiendo sido tomado preso.
En el Gobierno democrático de Lidia Gueiler (1981) Marcelo Quiroga Santa Cruz era amenazado y atemorizado por la cúpula militar al mando del general Luís García Meza, es esa ocasión Gregorio recuerda que fue a la casa del dirigente del partido socialista para ofrecerle refugio en la casa de los padres Oblatos, tal que fueron compañeros de habitación durante tres meses.
El 17 de julio de 1981, día del Golpe Militar de Luís García Meza en el que asesinan a Marcelo Quiroga, recuerda Gregorio que no estaba de acuerdo para que asista a la reunión convocada por la Central Obrera Boliviana. Insistió en ir, y ya el país conoce de su trágico asesinato. Cuando el Gobierno se enteró que Gregorio había escondido a Marcelo en su domicilio, le ordenaron abandonar el país.
En tiempos de la dictadura militar, Gregorio escribió publicaciones de denuncia como la “Masacre del Valle”, “El delito de ser periodista”, “La Huelga de Hambre”, “El Fraude Electoral” en el que se recogen testimonios de la represión y la muerte de ciudadanos bolivianos que defendían la democracia y la defensa de la dignidad de las personas.
En la ciudad de Cochabamba logró organizar el Instituto de Teología a Distancia, asimismo, gestionó una colaboración económica para adquirir una casa destinada a la Vida Religiosa en la calle Calama, contribuyo en la organización de la Cooperativa de viajes Lauretana a disposición de la Iglesia local.
La actividad académica también fue su pasión, siendo docente del Instituto Superior de Estudios Teológicos, Universidad Católica Boliviana durante 25 años administrando la materia de “Análisis crítico de la realidad”, “Moral social”, “Formación de la conciencia crítica” y “Formación en valores”
Durante 6 años dictó cursos sobre Análisis crítico de la realidad en la Escuela de Altos Estudios Militares, a largo de su actividad académica y pastoral dio charlas a maestros, estudiantes, religiosos-religiosas y seminaristas con un espíritu emprendedor y altruista comunicando la Doctrina Social de la Iglesia y los valores cristianos y evangélicos.
Es columnista del periódica OPINIÓN desde hace 20 años y a la fecha tiene unos 30 libros publicados sobre diferentes temas, el principal se denomina Análisis Crítico de Realidad Boliviana que se edita cada año con datos que se actualizan permanentemente, habiendo alcanzado a 17 ediciones que sirven de guía para la elaboración de trabajos de investigación en los espacios académicos.
Esta es una breve semblanza del aporte del P. Gregorio Iriarte a Bolivia, su segunda patria que le dio la oportunidad de realizar estas iniciativas desde una mirada crítica al contexto social, político y económico del país, al que le tomó el pulso a través de sus escritos, orientando y ofreciendo líneas de acción que permitan recuperar las ilusiones y las esperanzas para vivir en justicia, libertad, democracia, respeto por la dignidad y los derechos humanos de los bolivianos que buscan mejores condiciones de vida en todos los sectores de la sociedad. ( Por Constantino Rojas Burgos)

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