¿Habrá pactado Evo con el diablo?
Pura literatura. Miguel Angel Sucre (Meditaciones Profundas)
Fue una pregunta que recibimos de nuestros lectores. Es que vienen sucediendo añaden, cosas inauditas fuera de serie y entonces nos pusimos a indagar, qué puede ser esto del pacto con el demonio y entre lo serio y lo chistoso vimos algunas relaciones con el “kencherío” algo así como la mala suerte, (mueren 17 y heridos mas de 30 chilenos que acudían a la coronación en Tiahuanaku) o el embrujamiento, (sahumerios y koadas) y otras ya atribuidas al originario como “ser konchudo” tener ocasionalmente buena suerte. (A las pocas horas un nuevo vuelco cinco muertos y decenas de desaparecidos en la profundidad de un barranco en la zona cocalera de los Yungas) Expresión popular que devino en “qué concha que tienes” o qué suerte la tuya.
Así cuando nos adentramos en las lecturas que nos ofrecen “los numerosos –ahora que está trepado en el poder- biógrafos del mandatario originario” que tendría más vidas que un gato, y ya sabemos que el gato tiene 7 vidas, más se concluye que una aureola de misterio rodea sus antecedentes y no son pocos los que apuntan “por su origen místico o mítico” que por otra parte, parece ser el objetivo de la construcción teórica que se persigue a nivel internacional con su figura, o para decirlo de modo más elocuente, del experimento que se viene realizando con Bolivia.
Espanta que los brujos del pensamiento radical hubiesen elegido Bolivia para su campo de experimentación y que estuviesen utilizando al Presidente como a “conejillo de indias” para ver qué resultados obtienen de éste intento de darle vueltas a la historia y sacudirle sus contenidos y sustituirlos por otros como pretendiendo borrar su pasado y reponer el mundo de maravillas y de gozo idílico que engendró el pasado aimara que sus historiadores tampoco pueden ubicar en el tiempo y pretenden trasmitirnos escenarios que jamás existieron y con los que tal vez soñaron en algún momento de fiebre sostenida.
El futuro de alguien que pacta con el diablo no es muy alentador pues conoce con certeza que deberá sufrir eternamente las penas del infierno, o más cristianamente puede existir alguno que permute un poco, unos años de felicidad a cambio de una eternidad de suplicios. Los teólogos y religiosos explayan al menos dos razones para vender el alma al diablo. Una vida de éxitos, de buena racha, aunque con el secreto deseo de traicionar al diablo cuando se hubiesen cumplido sus deseos y alcanzado sus metas y volver a la luz. Sobre esta idea de engañar al demonio, lo muestran como algo muy difícil, casi imposible que podría explicarse por un milagro o la intervención del poder divino.
La otra razón es vender el alma al diablo con el fin de obtener un sitio privilegiado en el infierno para cuando llegue la hora de cumplir su parte del pacto, y ahora viene la acción diabólica cuando no se cumple con el pacto y Lucifer toma represalias. Cuando se termina la buena suerte para el pactante y se desatan las siete plagas del Egipto , se abre el infierno de Dante con toda su fuerza de maldad y destrucción. No olvidar lo afirmado por Pat Robertson quien en su delirio atribuyó al diablo los males que Haití ha venido soportando desde hace 200 años, sin que desgracia alguna haya quedado fuera, el hambre, la enfermedad, la destrucción, la guerra, con todas sus secuelas de pestes, epidemias, conversión de los bienes en alimentos de buitres y carroña cual ni siguiera el poeta italiano hubiese imaginado. Lo ocurrido en la malhadada isla caribeña no cabe en el Apocalipsis cuya descripción del fin de los tiempos queda huérfana frente a lo ocurrido en dos siglos de penurias y desastres inenarrables. No es que uno vaya a creer que Robertson está acertado con esto del pacto con el dueño del averno, no, es que como material literario y de especulación intelectual resulta siendo una tentación a la mano.
Se han escrito libros sobre los rituales para pactar con el diablo y en el caso que nos ocupa la venta de su alma, del originario habrá sucedido en Orinoca, en el Chapare, o en aquellos escenarios que refieren sus plumíferos en la cumbre de los cerros altiplánicos donde esperaba el amanecer para aprender de los libros que le entregaban en la escuela. Dos horas por día, al menos hojeaba las lecciones hasta convertirse de burro que era, en el mejor alumno de la clase, realmente notable aunque ninguno de sus maestros ofreció un testimonio aceptable, por ejemplo la libreta escolar o el testimonio de un docente.
De modo que haber cambiado su destino merced a un pacto, a un trato con el diablo, figura que existe desde siempre en la civilización occidental con una importante presencia del demonio, mencionado al menos 30 veces en el Nuevo Testamento, presente en la leyenda de Fausto con la figura de Mefistófeles común al folklore cristiano y en todas las enciclopedias, incluyendo la mastodóntica Británica y el Google por supuesto bajo la rúbrica de Contrato con el Demonio.
De regreso a nuestra historia, que es un cuento, un ensayo de cuándo ocurrió o se firmó el pacto fuera de aquellos amaneceres cubierto con el poncho y el lluchu (gorro andino que cubre hasta las orejas) o en El Chapare en las numerosas pausas que tenían lugar luego de cada bloqueo, de cada incidente con los policías, o cuando las cocaleras Silvia o Cedima o la muy simpática conviviente cholita Margarita le daban noticia de los padecimientos que habían sufrido los esposos Andrade antes de morir a manos de los bloqueadores. O cuando ya de la mano de Chávez y de Castro recibió los talegazos en asesoramiento, estrategias y tácticas y en dinero contante y sonante para subvencionar las prolongadas y numerosas marchas de cocaleros por los caminos de Bolivia terminando con la paciencia y la resistencia de tan numerosos seguidores organizados en centrales, sindicatos y federaciones con dóciles colonos que no tenían otra alternativa que seguirle.
El brujerío explica que el pacto se establece entre un sujeto y Satanás, la persona ofrece su alma a cambio de favores poderosos. El dinero. La fama. El poder. Facultades para embrujar o someter a otros, como en el pasado fueron “la eterna juventud, el conocimiento, el amor y el poder”. Algunos suscriben el pacto sin pedir nada a cambio, por lealtad con el “señor diablo” a quien jurar fidelidad eterna y hacer de sus enemigos, sus propios enemigos. Desterrar la religión, combatir a la iglesia, quitarles sus bienes a los que se le oponen, desterrar, dar muerte, castigar con la cárcel a sus rivales, despojándoles de todo poder. Queda claro sin embargo que el precio de tales favores es la entrega de su alma para ser condenada eternamente.
Claro está que en nuestra saga se cumplen los estéreo tipos de la doctrina moralizante que aparece en la historia de Niccolo Paganini. “mi alma a cambio del dominio del violín”, pactos que jamás existieron, inventados por las persecuciones inquisitoriales que tal vez tienen origen del tiempo en que los europeos, como los aztecas y otras viejas civilizaciones ofrecían sacrificios humanos a sus insaciables dioses de la sangre. Los inquisidores inventaban pactos falsos suscritos con sangre o tinta roja para probar el pacto de los condenados con el demonio. Los escritos contenían signos extraños atribuidos al otro protagonista el demonio letrado que también poseía un sello, qué risa, ja,ja,ja! Además como si el diablo no supiera leer, la brujería muestra que como evidencia aparecerá una señal indeleble llamada marca diabólica que puede ser una verruga, una cicatriz, un lugar que sustituirá a la firma en un documento, otra risita corta.
Algunos famosos que habrían suscrito pactos con el diablo como el ya nombrado maestro del violín universal Paganini, Giuseppe Tartini, compositor y también violinista veneciano, Robert Johnson, King Diamond, Urbain Grandier, de los más mencionados en obras de demonios, brujerías y otros cuentos.
Es que la presencia del diablo en el Apocalipsis es patética. Se meterá en la sociedad, la penetrará para confundir a los creyentes. Sin pretender abarcar en este trabajo ni siquiera parte del enjundioso contenido del último libro del Viejo Testamento, podemos referirnos a la carta que San Pablo escribió a los hermanos de Esmirna: “No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros a la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte y Yo te daré la corona de la vida.”
Era una advertencia referida a la persecución de la Iglesia y se le advierte para que persevere, resista todo pacto con el demonio. No hay nada que temer en la muerte porque después de la muerte los que permanecen files irán a estar con el Señor y reinarán con El por siempre, aunque hay una segunda muerte que sí es de temer el lago de fuero y los que adoran a la bestia irán allí. Del grupo de los que adoran a la bestia, está aquel que realizó el pacto, recibió poder como Luzbel y honores y recursos, todos le estaban sujetos hasta que cayó en desgracia por el pecado, es decir cuando rompió el pacto con Dios e inició otro con el diablo.
Sucedieron entonces todos los males justamente como hoy, sembradíos destrozados en los valles y el oriente, lluvias torrenciales e inundaciones, destrozo de caminos y carreteras, crímenes en plena vía publica como nunca antes se había visto. Persecución política, muertos por el odio fratricida en Huanuni, en La Calancha, en Cochabamba, en Pando y en Santa Cruz, hermanos asesinados por órdenes expresas, y el inicio de una persecución sin cuartel y las nueva advertencia de no transigir con el tirano para no compartir sus pecados y las plagas que les suceden. (Carlos Valverde en su libro Que pasó ha contabilizado 74 muertos desde el ascenso del originario al poder, sin que hasta ahora el libro documental hubiese sido desmentido o corregido) Su novia la Iglesia debe permanecer sin mancha porque los seguidores de la bestia cuando se manifieste el poder de Dios serán atormentados para siempre por lo que los cristianos no deben adormecerse, ni mostrarse complaciente aún cuando desde la cumbre de los cerros, los “nuevos sacerdotes” pretendan mostrar su poder en sus ritos paganos e idolatras a título de volver a sus ancestros y pretendiendo renovar el pacto con el maligno, deben mantenerse lejos del fuego y del azufre que atormentan a los negadores de la Verdad, no conocen las canciones de Moisés ni del Cordero. Clara muestra de idolatría hoy desterrada del pensamiento inteligente del Siglo XXI
¡Sólo Dios debe ser adorado, mientras la bestia adora a los ídolos y merecen el tormento porque el dragón que es Satanás les da alguna autoridad efímera que pronto perece olvidaron que Dios hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas y los justos y fieles reinarán con Cristo por mil años!
(Hemos respetado la redacción original de su autor Miguel Ángel Sucre que lo tiene publicado en su blog Meditaciones Profundas en idioma francés)
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