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martes, 15 de julio de 2008

petras es conocido por sus extremas y teóricas posturas al extremo de la izquierda no menos cuando opina sobre bolivia. aquí se lo glosa y comenta

Viraje político.
Castro y Chávez en contra de la Guerrilla.
Qué hará Evo al quedarse sólo?

El gran pensador de izquierda estadounidense pro Che, pro Guerrilla, enemigo mortal del neoliberalismo qué hará enfilando su artillería contra Castro, el padre de la revolución latinoamericana y que ha condenado a las FARC y les ha pedido en forma pública dejar en libertad a los cientos de rehenes que todavía tienen presos en la selva. Por si fuera poco Chávez que había dado claras muestras de apoyar a la guerrilla, se apresuró a viajar a Bogotá y darse un público abrazo con Uribe que parecía ser su enemigo mortal, de modo que los dardos de Petras también se dirigen contra el venezolano que descoloca a Evo su discípulo predilecto. Lo cierto es que la liberación o rescate de Ingrid Betancourt ha conmocionado el bloque de izquierda en América Latina y está reclamando por un cambio no sólo de posiciones en el equipo, sino que un cambio de cancha, nos estamos temiendo que como en el fútbol de un extremo al otro.

De ahí que resulta oportuna la glosa que hace Iar-Noticias del último artículo del gringo con duros reproches a Castro. Participemos del inteligente análisis y desglose:
“Las observaciones de Castro piden un análisis y una refutación, no sólo porque sus opiniones son ampliamente leídas e influyen en millones de militantes y admiradores en todo el mundo, especialmente en Cuba y América Latina, sino también porque hoy pretende brindar una base moral para la oposición al imperialismo”.

Castro había pronosticado con toda visión que con la liberación de los rehenes se abría un capítulo de paz para Colombia, Petras refuta “al contrario de lo que afirma Fidel, Estados Unidos y el presidente Uribe utilizan su éxito como refuerzo de los argumentos a favor de acciones militares conjuntas. La celebración como “una apertura de paz, sirve para desviar la atención del dictamen del Tribunal Supremo Colombiano de que la reelección de Uribe fue ilegal por los sobornos a senadores para enmendar y permitir la reelección.

Según Petras, Fidel Castro denigra al recién fallecido líder de las FARC, Manuel Marulanda, como un "campesino y militante comunista, líder de la guerrilla" y añade que : "El repaso de la historia, sin embargo, refuta los alegatos de Castro. Marulanda construyó, en un período de cuarenta años, un ejército de guerrillas más grande y con mayor base de masas que cualquier otra guerrilla inspirada en Castro desde la década de 1960 hasta el 2000. Castro promovió una teoría de "focos de guerrilla" entre 1963 y 1980, en donde grupos pequeños de intelectuales organizarían un núcleo armado en el interior del país, entrarían en combate y atraerían el apoyo masivo de los campesinos. Todos los focos de guerrillas "castristas" fueron derrotados (aniquilados) rápidamente en Perú, Venezuela, Brasil, Uruguay (focos urbanos), Bolivia y Argentina. Por el contrario, la estrategia de Marulanda de la guerra de guerrillas prolongada se estableció sobre una organización de las bases y fuertes vínculos de los campesinos con los guerrilleros, y se apoyó en la solidaridad de la comunidad, la familia y las clases".

Como se podía esperar Petras le enrostra a Fidel el fracaso de todas las acciones incluyendo la aventura del Che en Bolivia y reclama el éxito de la guerrilla de Marulanda o “tirofijo” siendo ésta la arremetida mayor contra el cubano y que hasta ahora no ha sido respondida, al menos públicamente, aunque el editor no creé que Fidel se quedará indefinidamente callado ante la acusación que por otro lado es cierta y en éste punto irrefutable. Castro -dice Petras- condena la "crueldad" de las tácticas de las FARC "el secuestro y la retención de prisioneros en las condiciones de la selva". "Bajo esta lógica -añade-Castro debería condenar cualquier movimiento revolucionario del siglo XX, empezando por las revoluciones rusa, china y vietnamita. Las revoluciones son crueles, pero Fidel olvida que las contrarrevoluciones son todavía más crueles. Uribe ha establecido redes espías involucrando a oficiales locales, como hicieron en la guerra de Vietnam. Y los revolucionarios vietnamitas eliminaron a los colaboradores porque eran responsables de la ejecución de decenas de miles de aldeanos militantes. Castro olvida comentar el hecho de que Ingrid Betancourt, después de su celebrada "liberación", abrazó y agradeció al general Mario Montoya. Según un documento desclasificado de la embajada estadounidense, Montoya organizó una unidad terrorista (Alianza anticomunista americana), que asesinó a miles de disidentes colombianos después de torturarlos ferozmente. La "crueldad" del cautiverio por las FARC no apareció en los exámenes médicos de Betancourt: ¡tenía buena salud!".

"Castro pide la liberación inmediata de todos los prisioneros en manos de las FARC, sin la más mínima consideración por los 500 guerrilleros torturados y deshumanizados en las horrendas "cárceles especiales" de alta seguridad de Uribe y Bush", señala Petras. Y añade: "Castro hace alarde de que Cuba liberó a los prisioneros capturados durante la lucha contra Batista y demanda que las FARC sigan el ejemplo cubano, en vez del enfoque revolucionario vietnamita y chino. El intento de Castro de imponer y universalizar sus tácticas en Colombia, tomando como referencia la experiencia cubana, carece del esfuerzo mínimo para entender, no digamos analizar, las especificidades de Colombia, su ejército, el contexto político de la lucha de clases y el contexto político y social de las negociaciones humanitarias en Colombia".

Petras se muestra riguroso ante el juicio de Castro y su actitud de pedir la liberación de los prisioneros en manos de la FARC, lo mismo había pedido Chávez algunas semanas antes, pero Petras no reaccionó y hasta le reprocha que Castro relate que liberó en Cuba a los prisioneros de Sierra Maestra que los ponía en manos de la Cruz Roja, luego de desarmarlos, lo que definitivamente disgusta al norteamericano que podría hacer pensar que en el fondo Petras no quiere soluciones, se opone a ellas, para Petras parece resultar más lucrativo que la guerra continúe con eflusión de sangre y movilización permanente, olvidándose la dramática solución que viven los guerrilleros, siempre a salto de mata y convertidos para el mundo exterior en “aliados del narcotráfico y vulgares bandoleros, que viven del rescate obtenido por la entrega de sus rehenes”

"Castro aduce que las FARC deberían terminar la lucha de guerrillas pero no rendir sus armas porque en el pasado las guerrillas que se desarmaron fueron masacradas por el régimen. En lugar de eso, sugiere que deberían aceptar la oferta de Francia de abandonar su país o aceptar la propuesta de Chávez ("hermano" y "amigo" de Uribe) de negociar y asegurar una comisión formada por notables latinoamericanos para supervisar su integración en la política colombiana", dice Petras, y se pregunta: "¿Qué harán los guerrilleros "armados" cuando miles de soldados y escuadrones de la muerte de Uribe causen estragos en el campo? ¿Huir a las montañas y cazar jabalíes? Ir a Francia significa abandonar la lucha de clases y a millones de campesinos vulnerables que los apoyaron". Petras se resiste a pensar en una solución de paz, para su pensamiento radical la lucha debe continuar como hasta hoy, olvidando que el rescate de Ingrid dió vuelta a la tortilla y se hace necesario, imprescindible pensar hoy el advenimiento, paz, olvido y convivencia.

"Fidel Castro omite totalmente de sus reflexiones la forma en que cada líder político involucrado en la "misión humanitaria" utilizó la celebración de la "liberación" de Betancourt para disimular y distraer de sus serias dificultades políticas", afirma Petras. Y agrega: "Chávez utilizó la liberación de Betancourt para abrazar a su "enemigo" Uribe y distanciarse más de las FARC, en particular, y de los movimientos populares de Colombia, así como para construir puentes hacia una presidencia estadounidense post Bush. Chávez también se congració con los medios de comunicación pro imperialistas recibiendo comentarios favorables del candidato presidencial estadounidense de derecha, quien "esperaba que las FARC aceptasen el consejo de Chávez de desarmarse". Cuba, o al menos Fidel Castro, utilizó la "liberación" de Betancourt para exteriorizar su hostilidad, que se remonta por lo menos a 1990, hacia las FARC, ya que éstas obstaculizaban su política de reconciliación con el régimen colombiano". Este último pensamiento hacia Castro parece una “pendejada”, ahora resulta para Petras que Fidel es un resentido y que se había guardado 30 años en forma tahimada su rencor.
Para Petras: "Con una sorprendente postura humanitaria y "cuasi electoralista", al celebrar la liberación de Betancourt, Castro fustigó a las FARC por su "crueldad" y resistencia armada al régimen terrorista de Uribe". Según el pensador de izquierda: "Castro atacó la "estructura autoritaria y el liderazgo dogmático" de las FARC, ignorando la adhesión de las FARC a las políticas electorales entre 1984 y 1990 (cuando más de 5.000 candidatos, activistas y políticos desarmados fueron masacrados) y el debate libre y abierto en la zona desmilitarizada sobre una política alternativa con todos los sectores de la sociedad colombiana (1999-2002)".
"Por el contrario -afirma Petras-, Castro nunca permitió el debate libre y abierto ni elecciones, ni siquiera entre candidatos comunistas, en ningún proceso legislativo, al menos hasta que fue reemplazado por Raúl Castro. Los líderes políticos antes mencionados servían a sus propios intereses políticos y personales cuando criticaron a las FARC y celebraron la liberación de Betancourt a costa del pueblo de Colombia". Estamos de nuevo, ante un pétreo pensamiento del representante de la izquierda radical y trasnochada que se cierra para siempre a una apertura y que descarga su furor ante Castro y Chávez porque han mostrado una actitud más humanitaria y posible.
La pregunta nuestra es infinitamente más simple, qué postura asumirá Evo Morales que ha copiado desde sus inicios como “guerrillero cocalero” sus gestos de imitación a los colombianos? Y más todavía, porque ya sabemos que hará callada y dócilmente lo que Chávez le ordene, qué harán sus vasallos de la izquiera radical boliviana que al igual que Petras no quieren la paz y prefieren la beligerancia y la confrontación hasta destruír al enemigo imperialista, desconociendo que tal situación ya no se dará jamás.

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