En Democracias Parlamentarias de Europa es legítima, aunque no deja de ser aparente, la DUALIDAD DE FUNCIONES DEL PODER LEGISLATIVO, que cumpliendo las determinaciones de su respectiva Constitución Política, designa de su propio seno a la cabeza y miembros del Ejecutivo y lleva a cabo de modo permanente control y supervisión al Gobierno, por lo que puede decirse que ejecuta la doble función de legislar y gobernar.
Esta DUALIDAD aceptada en teoría, en la práctica se limita, dada la cultura política de esas naciones, a seguir el procedimiento de formación y conclusión de gobiernos, preservando, por lo demás, atribuciones y potestades que corresponden a cada uno de los poderes, de acuerdo con los principios de división, independencia y coordinación que los regula.
La ejecución de la norma legal y la administración se encomiendan a quien es nominado Jefe de Gobierno, Presidente o Primer Ministro, según el caso.
La Jefatura de Estado por su parte, simboliza y representa al país y ejerce las prerrogativas de supremo mediador entre poderes e impulsor de las funciones y objetivos del Estado. Corresponde a un Monarca Constitucional en algunos países o al Presidente de la República.
En regímenes presidenciales como el norteamericano es donde con mayor precisión se advierte la separación, independencia y coordinación de los tres poderes y la inexistencia de cualquier tipo de DUALIDAD, puesto que nítidamente el Poder Legislativo elabora la norma legal y controla su aplicación, el Ejecutivo gobierna y administra en ejecución de la Ley y el Poder Judicial la aplica.
Las Jefaturas de Estado y de Gobierno se unifican en una sola persona, el Presidente de la República.
Como no podía ser de otro modo, en Bolivia, el Movimiento al Socialismo (MAS) ha revolucionado la Ciencia Política con su Constitución Política del estado del 2009. Superando el DUALISMO LEGISLATIVO y aún el REGIMEN TRIPLICE con el que inició sus actividades pre-constituyentes nos ha endilgado para eterna memoria su intrincado GOBIERNO CUADRILATERO encabezado por un Poder Ejecutivo bicéfalo, todopoderoso y preponderante, que legisla de acuerdo a sus propias reglas e integrado por un Poder Legislativo que aparenta legislar para cubrir veleidades del primero, un Poder Judicial que anula y castiga todo intento de oposición y un cuarto, el benjamín, creado con el nombre de Poder Electoral que, aunque nació difunto por carecer de las potestades propias de un Poder, resultó muy útil para "ganar elecciones". De paso nos ha endosado, sin mencionarlo expresamente en el texto constitucional del 2009, dos cabezas o jefaturas del REGIMEN TETRAGONO, la Jefatura de Estado a cargo de un insigne estadista y la Jefatura de Gobierno encomendada a un preclaro intelectual.
Sin duda, gracias al MAS, los bolivianos tendremos que sentirnos orgullosos de constituir el singular país que se mofa de la separación, independencia y coordinación de poderes y de todo lo relativo a institucionalidad democrática, pues ha demostrado de modo fehaciente que puede constitucionalmente transmutar al Poder Legislativo, así como al Poder Judicial, amén del nuevo instituido con el nombre de Poder Electoral, en subordinados obsecuentes del Poder Ejecutivo regido por el Jefe de Gobierno mal llamado todavía Vicepresidente.
¿Y cómo ha sido posible implantar una Jefatura de Estado y otro de Gobierno sin el reconocimiento explícito de la C.P.E. del 2009?
Del modo más sencillo en la práctica. Aprovechando la inclinación turística y el espíritu aventurero de don Evo Morales Ayma, se ha adquirido, con su anuencia, un "avión presidencial" de costo exorbitante que , -con más de seiscientos viajes también de alto costo, cada uno al abrigo del Art. 173 de la C.P.E. del 2009- para mantener casi permanentemente alejado de nuestro territorio al Jefe de Estado con sus potestades de representante y símbolo del país incluidas, sin que a nadie le hubiera importado la angustia de los bolivianos ante la avalancha de sus epónimas declaraciones como líder internacional o laureado erudito. En tanto quedaba gobernando Bolivia el omnipotente Jefe de Gobierno, que ya ha pasado a la Historia como el único dignatario que por mandato constitucional preside dos Poderes del Estado simultáneamente, e introduce a los otros dos, de modo subrepticio, a su bolsillo.
No se conoce argumentación valedera que el MAS esgrimiera para justificar el giro de preceptos democráticos que efectuó en este asunto, como no sea la opinión popular que se formó en un país acostumbrado a emitir razonamientos no probados, con referencia a la inutilidad del cargo de Vicepresidente.
La tradición y la Teoría Política establecieron la elección conjunta, en una sola fórmula y con igual cantidad de votos, del Presidente de la República para presidir el Poder Ejecutivo y del Vicepresidente para dirigir el Poder Legislativo y sólo eventualmente reemplazar en la emergencia al primero. Infelizmente en los escasos períodos democráticos que tuvimos, algunos vicepresidentes se sintieron agraviados por carecer de iguales condiciones de mando, decisión y atracción mediática que tenía el Presidente de la República. Lamentando su carencia de funciones ejecutivas y ocupaciones específicas se autocriticaron denominándose la "quinta rueda del carro", sin tomar en cuenta que fueron elegidos, de modo primordial para presidir el Legislativo, considerado el Primer Poder del Estado, y sólo circunstancialmente para sustituir al Presidente de la República.
La figura del Vicepresidente pudo resultar sustancial de haberse comprendido oportunamente su verdadero cometido, coordinar la elaboración y preservar el respeto a la norma legal en las formas y fines establecidos por la Ciencia del Derecho, especialmente en el país que tiene en su haber 18 Constituciones y más de 80.000 disposiciones legales en 186 años, las más repetidas o ignoradas e incumplidas.
Es probable que el M.A.S., con su CPE del 2009 haya hecho valer esta experiencia para otorgar al Vicepresidente un mayor y efectivo trabajo, como segundo miembro del Poder Ejecutivo en la apariencia y primero en el ejercicio, y mantenerlo simultáneamente como Presidente del Poder Legislativo. ¡Insólito caso de dos Poderes con una sola cabeza! ¡Increíble coyuntura de tres Poderes sometidos al Ejecutivo.
Y así estamos en el Estado Plurinacional con un Gobierno Cuadrilátero que politólogos serios calificarían de Totalitarismo, aunque la ciudadanía en grande mayoría se incline por considerarlo simplemente un caso de "viveza criolla".
Pero ¿de quién? ¿Acaso del propio Jefe de Estado que todavía no ha asumido su condición de principal responsable de lo que se hizo y también de lo que no se realizó? ¿O del Jefe de Gobierno que aparentemente en segundo plano, de modo silencioso se consolida como el mayor beneficiario? ¿De los impolutos Ministros del MAS? ¿O del indómito Grupo de Presión que gobierna Bolivia y que en su propio beneficio trata de abarcar territorios de reserva natural para el cultivo de coca?
Todavía no se sabe.
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