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viernes, 30 de diciembre de 2011

delusión geopolítica boliviana titula Winston Estremadoiro su texto sobre la corrupción de gobiernos de Bolivia, sujetos a "los talegazos típicos" como forma de lograr acuerdos de otro modo inviables


Hay un rasgo común de la postura geopolítica de los países vecinos hacia Bolivia. Todos parecen penosos, pero están de acuerdo en que continúe tan mal gobernada y corrupta como siempre 
Así ambas tengan un mismo origen, me quedo con la acepción inglesa del latín “deludere”, más completa que “delusión” en español, como “concepto o imagen sin verdadera realidad”. La lengua de Shakespeare la define como “una falsa creencia sostenida con absoluta convicción a pesar de evidencia superior”. Al término del año 2012, estoy convencido de que el Presidente y su entorno palaciego viven una delusión casi patológica. Creen ser dueños absolutos de la verdad como si sus acciones obedecieran a sesudos análisis. La delusión sobre el peso específico de Bolivia en la diplomacia internacional es un rasgo notorio y la relación pendular de nuestro país con sus vecinos es un ejemplo.
Vean a Paraguay, siempre atento al equilibrio bélico con su enemigo de la Guerra del Chaco. Se preocupa de media docena de aviones de reemplazo de viejos T-33 donados, de una Bolivia que en 1888 ni reclamó la ocupación paraguaya de Puerto Pacheco, que hoy bien podría servir de puerto útil en el alto río Paraguay en vez de la anegadiza Punta Man Césped. ¿Qué hay de la exportación de hierro del Mutún? La Jindal indica que es a “una planta de acero en América del Sur”, y la estatal Empresa Siderúrgica del Mutún (ESM) revela que es a Aceros del Paraguay (Acepar). ¿Cómo que ESM recauda 6 millones de dólares por exportar polvo de hierro, para lo cual se requieren simples molinos, mientras que Acepar anuncia que pierde 140 millones de dólares por día si no le llega la materia prima boliviana?  Bolivia sigue de picapedrero y el acero lo produce Paraguay.
Mientras el Canciller preside sahumerios pachamamistas, no resuelven el lío de vetar la exportación argentina de gas boliviano a Chile, que dio largas al Gasoducto del Norte, inversión gaucha. Mientras tanto, la misma transnacional petrolera temerosa de soltar la faltriquera por la inseguridad jurídica de la llamada nacionalización de hidrocarburos, descubrió ingentes bolsones de gas y petróleo en franjas sub-andinas cercanas a Chile. El interés argentino en el gasoducto del Norte es quizá ahora sólo geopolítico: no dejar el bocado boliviano al rival brasileño.
Recuerdo a mi suegro. Trajo una botellita de agua del río Jordán, que a la semana se volvió verde aunque hubiera bautizado a Jesús. No sé de qué color se puso la de Evo Morales, después de tragarse la de chilenos clamando por mar para Bolivia en el Estadio de Santiago, durante el veranillo indio de “besos, ternura, que derroche de amor, cuánta locura” de la agenda de los 13 puntos entre la Bachelet y nuestro Presidente. Debe haber sido lechosa –color de mamada, pero sin calostro– como la del maletín de Guillermo Gutiérrez, canciller de Banzer.
Es que la delusión altiplánica con el mar perdido soslaya que en el “por la razón o la fuerza” del escudo chileno, la razón argumental la tiene Bolivia; Chile la fuerza disuasiva. En vez de viajar a lloriquear en gestiones ilusas y costosas, bien podrían matar dos pájaros de un tiro: cortar el narcotráfico hacia Chile y la importación y contrabando a Bolivia de puertos chovinistas y sembradíos chilenos con agua del río Lauca. Si tal no fuera posible, quiere decir que el Estado Plurinacional no tiene control de su territorio, salvo para operaciones militares y argucias políticas en Pando y Beni. ¿Es posible disuadir el comercio a través de puertos chilenos y favorecer los peruanos? ¿Por qué se habla de trenes veloces de Brasil, por Bolivia y hacia puertos peruanos, pero ni un níquel de inversión para el puerto de Ilo?
El Gobierno se traga la delusión de la hermandad boliviano-peruana, prima del pingpong entre Chile y Perú con pelota boliviana.
El Mapocho se acercó al Choqueyapu cuando estaban tensas las relaciones con el Rímac; hoy el primero se acerca al tercero para formar una alianza comercial del Pacífico con Ecuador, Colombia y México, y éste además sigue nutriendo la delusión marítima del segundo. Zoncera no encajar la lección del “no al puerto de exportación de gas a México y California por Chile”, donde quizá los despelotes alteños fueron financiados por Perú, que hoy tiene su puerto gasífero y exporta gas natural líquido a todas partes. Los países no tienen amigos, sólo intereses, ¡caráspitas!
Como la más extensa es la frontera brasileña con Bolivia, tanto mayor es la delusión andinocéntrica de ésta con el gigante sudamericano. Dicen que Brasil no publica los archivos de la Guerra del Acre, para no evidenciar que el Barón de Rio Branco “endulzó” con talegazos a los mandamases bolivianos de 1903. Quizá pasó lo mismo con el Congreso que aprobó el Tratado de 1904 con Chile.
Brasil se ha enfriado con la que podía haber sido su ahijada privilegiada, luego de la pantomima de la ocupación militar de predios civiles de Petrobrás, en la llamada nacionalización de hidrocarburos. A título de conservación disfrazada de pachamamismo aymara, se despreció uncir nuestro carretón al Fórmula Uno brasileño en las hidroeléctricas del río Madera, desdeñando ingresos por venta de energía al voraz vecino. Lo que es peor, perdiendo la oportunidad de salir al Atlántico por esclusas de navegación hacia el río-mar, el Amazonas. Añade insulto a la injuria, que Brasil ahora ofrezca energía eléctrica a una Bolivia de repente deficitaria en ese rubro.               
Hay un rasgo común de la postura geopolítica de los países vecinos hacia Bolivia. Todos parecen penosos, pero están de acuerdo en que continúe tan mal gobernada y corrupta como siempre.  
 
El autor es antropólogo
www.winstonestremadoiro.com

sábado, 24 de diciembre de 2011

el autor periodista y docente nos ofrece una sinopsis de la Universidad Boliviana con esa formidable legión de casi 400 mil estudiantes mientras que la Privada en conjunto con 40 "universidades" no suma ni el 10%


El sistema universitario es una institución académica conformada por 12 universidades públicas autónomas y cuatro instituciones de régimen especial, según datos del Secretario General del Comité Ejecutivo de las Universidades de Bolivia, Eduardo Cortez.
A nivel nacional, el sistema universitario público tiene en su seno a más de 370 mil estudiantes, con aproximadamente 15 mil docentes, 8 mil trabajadores administrativos, con una oferta académica de más de 700 programas de formación profesional en 100 unidades académicas distribuidas en el todo el país.
El sistema universitario público se caracteriza por titular a más de 30 mil profesionales por año, a disposición del mercado laboral en diferentes áreas del conocimiento, constituye un verdadero aporte al desarrollo regional, departamental y nacional.
Según Cortez, se trata de profesionales que están cumpliendo funciones en diferentes instituciones, como los ministerios, vice ministerios, directores, técnicos, trabajando con su Gobierno, así como también en instituciones públicas y privadas del país.
La Universidad Mayor de San Simón está conformada por 12 facultades, con 62.500 estudiantes, oferta 53 programas de formación académica a nivel de la licenciatura, 29 de técnico superior, además de 140 programas de posgrado en diplomados, maestrías y doctorados.
El estamento docente cuenta con 1.598 profesionales de las diferentes disciplinas que responden a las exigencias de la formación académica. Además de 680 auxiliares que apoyan y refuerzan el proceso de enseñanza–aprendizaje.  Otro estamento importante en la UMSS es el de los trabajadores administrativos que alcanzan a 1.078 entre profesionales, técnicos y auxiliares.
El número de titulados en la Universidad Mayor de San Simón corresponde a un promedio de 2.900 nuevos profesionales que se gradúan cada año por diferentes modalidades de titulación, entre las más importantes, la tesis, proyecto de grado, internado, trabajo dirigido, adscripción y también el Programa de Titulación de Alumnos Antiguos No Titulados (Ptaang).
El Ptaang constituye en una nueva alternativa para los estudiantes que se insertan en la actividad laboral y que no pueden concluir con sus estudios universitarios, desarrollen un trabajo dirigido o una memoria profesional para hacerse acreedor del título académico, cumpliendo las exigencias de la formación universitaria.
Eduardo Cortés, Secretario General del CEUB, asegura que el sistema universitario boliviano, fiel a sus fines, principios y valores promueve la investigación científica, recuperando los saberes ancestrales, participando en procesos sociales, defendiendo los recursos y los derechos humanos, difundiendo y acrecentando el patrimonio cultural, contribuyendo en la defensa de la soberanía del país y el compromiso con la liberación nacional y social.
La Universidad Mayor de San Simón forma parte del sistema de universidades públicas y de acuerdo a la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia, goza de autonomía para conformar su estructura académica, administrativa y económica.
Las universidades que son parte del Comité Ejecutivo de la Universidad Boliviana (CEUB) asumen el desafío de responder a las demandas y las exigencias de la sociedad y del Estado Plurinacional, en concordancia a la misión de formar profesionales al servicio del país y de sus instituciones que requieren recursos humanos comprometidos con el desarrollo regional, departamental y nacional.
 
El autor es periodista y docente universitario

domingo, 11 de diciembre de 2011

puede un "demócrata" ser "republicano", no en los EEUU, o se es una cosa o la otra, no las dos a vez, pero en Bolivia sí "los republicanos" somos los demócratas opuestos a la autarquía, al abuso, al desgobierno, al MAS (Manfredo Kemp Suárez)

Ya sabemos que la República en Bolivia ha sido enterrada por el MAS y sus socios de entonces. Se ha creado un sui géneris Estado Plurinacional a partir de febrero del 2009, con la promulgación de la nueva Constitución Política del Estado. Aun cuando en la Constitución de aquel año se menciona a la República en alguno de sus artículos, tal vez por la premura y desconcierto con que fue redactada, entre tiros, muertos, heridos, cohetazos y gente que protestaba furiosa por las calles.
Pero, según S.E., al terminarse con los neoliberales y darle un golpe de muerte al pasado inmediato, ha surgido la Nueva Bolivia, es decir el “Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, libre, independiente, soberano, democrático, intercultural, descentralizado, y con autonomías”. Como enunciado – aún faltando algunas comas en la redacción – impresiona. Aunque ya sabemos, que en Bolivia se han creado otras repúblicas y otros estados anteriormente, sin tanta prosopopeya, que han perdurado lo que sus mentores en el Palacio. Ni una sola hora más.
Si los cocaleros son los dueños del MAS junto a los intangibles “movimientos sociales”; si la CIDOB también apunta a conformarse como una agrupación política; si las juntas de vecinos (FEJUVE) pueden hacerlo también; si la COB ya ha anunciado su deseo de constituirse en partido el próximo año “para la toma del poder”, lo que faltaría es que los narcos financien un partido bajo cuerdas – lo que no es descabellado pensar – y con eso, al parecer, estaría completo el espectro político nacional. Cocaleros, indígenas, vecinos, trabajadores, y mafias, cada uno por su lado, irían a buscar el gobierno con la seguridad de que si S.E. está como Presidente, cualquier pelagatos puede reemplazarlo.
¿Pero qué será de todos aquellos quienes hemos perdido nuestra identidad en Bolivia? ¿Los que no somos ni blancos, ni criollos, ni mestizos, pero tampoco “originarios”, ni afrobolivianos, ni “interculturales”? ¿Qué será de aquellos a quienes nos han ubicado como parte del “pueblo boliviano” a secas, como dice el artículo 3 de la Carta Magna? ¿Qué de la gente que estaba vigente hasta hace seis años y que se disputaba el mando de la nación en elecciones reñidísimas donde las diferencias entre el primero y el segundo eran de escasos dos o tres puntos? ¿Qué de los hijos de ese “pueblo boliviano” que no saben a qué estrato pertenecen en este caótico país? Somos muchos los que desde hace tiempo nos hemos declarado abiertamente republicanos. Es decir, aquellos que no estamos de acuerdo con el Estado Plurinacional y todos sus colgandijos que fue creado por la Constitución más deschavetada que mente alguna podría concebir. A falta de una identidad étnica tendremos que adoptar algo que nos identifique de alguna forma. ¿Qué nos puede hacer semejantes a los infelices que estamos marginados de la Constitución y que sólo sabemos que pertenecemos al “pueblo”? Si no somos monárquicos como es de suponer por razones obvias, si no estamos de acuerdo con que el gobierno se eternice en una persona o se herede, ¿qué podemos ser? Al parecer, ni más ni menos que republicanos. Reivindicamos a la República como organización del Estado, por último. Y no es poca cosa ante la desorganización general que existe en Bolivia que lo confunde todo y que nos lleva por caminos inciertos.
Por lo tanto ya es hora que los republicanos empecemos a reconocernos sin ningún complejo. Está visto que la posición ideológica no será un impedimento insuperable en estos momentos cuando las ideologías cuentan poco. Si hoy los partidos se conforman en torno a corporaciones y sindicatos, con líderes desconocidos que aparecen de la noche a la mañana, no hay por qué no hacerlo entre personas que creen todavía que los partidos políticos son esenciales en democracia.
Porque de alguna manera hay que salvar lo que queda de Bolivia, antes de que el turbión se lo lleve todo. El peor gobierno de la historia de la nación, el más ignorante y corrupto, el que más vínculos tiene con el narcotráfico, no puede permanecer haciendo las cosas que hace. Ya se han pasado de la medida con sus atropellos y abusos producto de su incultura. La muestra está en que los masistas están siendo abandonados por los sectores arrepentidos, que no quieren comprometerse más con el mal gobierno. Sólo les están quedando cocaleros y bloqueadores, como en los inicios. Ya está de buen tamaño que nos sigan gobernando mirando a la Pachamama y al Inti, a los mallkus y a los yatiris, cuando el mundo circundante está apurado y se dispara al encuentro de la educación y la tecnología.
Hay que agruparse en torno a la restitución de la República formando un gran partido de unidad que le plante cara al MAS. Hay que poner freno al intervencionismo irresponsable del Estado, al colectivismo avasallador, y enaltecer los valores y derechos individuales que será lo único que nos arranque del marasmo en que vivimos.

domingo, 4 de diciembre de 2011

propietarios con formación lo mismo que los periodistas. no es tarea simple hoy reclama especialidad. seres pensantes, practicantes de la libertad, requiere conocimientos, los medios no pueden ofrecer verdades a medias, maravillosa tarea cada día más profunda. Edwin Tapia explaya idea sobre comunicadores y medios

I.- Académicamente hablando, informar es sinónimo de enseñar. La gente para vivir plenamente, sin miedo ni restricciones artificiales, necesita saber lo que sucede en la sociedad y en la naturaleza. Ese anhelo y en dimensión histórica ese derecho, se logra mediante las estructuras que la misma civilización ha creado. El sistema educativo es la estructura clásica, encargada de cumplir esa misión fundamental. Pero, restringir tal función, sólo a ese sector sin tomar en cuenta otras formas de enseñanza y consiguientemente de liberación, sería amputar, quizá lo esencial, de la cualidad básica de la sociedad, es decir, su capacidad para descubrir y comprender el mundo en el que vive.

II.- Una de las estructuras, es decir, una organización completa y estable para universalizar el conocimiento de lo que sucede en el medio y en el tiempo en que viven las personas, está formada por los medios de comunicación. Contemporáneamente, ese es el sector en el que se producen los descubrimientos científicos más asombrosos. Ahora la gente desde los lugares más cómodos de su casa, puede ver lo que sucede en cualquier país del mundo, puede también penetrar en los niveles más profundos de los fenómenos políticos y sociales, descubrir lo que hacen los gobernantes, ascender al espacio para ver los astros y los fenómenos maravillosos que se producen en tal inmensidad. Podemos decir que la universalización del ser humano, en gran medida, es una conquista lograda en la proyección fecunda y generosa de los medios de comunicación. Ahora, el planeta se está convirtiendo, aceleradamente, en la casa común. Lo que nos diferencia ya no son tantos obstáculos, tantos prejuicios y tantas acciones egoístas. La televisión, la radio, la prensa y ahora el internet, permiten que descubramos no sólo las grandes afinidades, sino los aspectos esenciales que hacen a seres humanos, antes diferentes, iguales en lo fundamental. Si decimos que los grandes problemas y conflictos políticos de estos días, son parte de una revolución que se está dando a partir de los avances maravillosos en el campo de los medios de comunicación, no exageramos.

III.- No sólo para ejercer eficientemente la función informadora, sino para todo lo que es capaz el ser humano, en la proyección maravillosa de los descubrimientos y de los inventos es imprescindible, o desde otro punto de vista, irrenunciable, la libertad. En este nivel filosófico, es necesario formular dos esclarecimientos conceptuales. La libertad es mucho más que el derecho de realizar acciones humanas individuales o colectivas sin más límite que el mismo derecho de los demás y peor aún no es una concesión, no es un regalo de los poderosos. La libertad, es un grado de evolución que por su propia naturaleza se amplía y perfecciona incesantemente, somos cada vez más libres porque conocemos y administramos correctamente, lo que corresponde a nuestra existencia y mejor aún porque descubrimos nuestras impurezas y las transformamos en la lógica de la perfección implícita en el fin supremo que deseamos. Somos pues libres porque somos seres pensantes, superiores a otras criaturas que habitan el planeta. Nuestra formación biológica no admite restricciones arbitrarias y la proyección creadora de nuestra inteligencia no es posible sin la libertad. Para que todos los sistemas de enseñanza y en esa multiplicidad fecunda, los medios de comunicación cumplan su deber, es imprescindible la libertad. Informar, es decir, enseñar es la práctica misma de la libertad. Claro que, siendo de ese significado filosófico, debe tener un contenido ético, no es libertad la violencia de los poderosos ni las acciones egoístas y destructivas de quienes pueden llegar a esos extremos en la posición circunstancial de ciertos medios. La libertad, en sí misma, es transformadora, generosa y al mismo tiempo valiente y heróica.

IV.- Un fenómeno que está más allá de la voluntad o de la conducta de los encargados de la comunicación, es el efecto revelador de los avances científicos y tecnológicos que se han dado en este sector. Ahora hay instrumentos que revelan lo que realmente son las diferentes estructuras económicas, sociales y políticas. Y lo que resulta de esa revelación, obviamente, es la disminución del poder de sus titulares. El pueblo, al descubrir la dimensión real de los gobernantes, de los ricos, incluso, de los supuestamente inteligentes, descubre la verdad y en la proyección de esa conquista, amplía su libertad, lo que disminuye el poder de los antiguos detentadores de situaciones privilegiadas. Contemporáneamente, los medios de comunicación, por esa capacidad científica de descubrir y poner en evidencia lo que realmente sucede, sin quererlo se convierten en las estructuras de contrapeso y equilibrio respecto de los poderes constituidos. Lamentablemente, ante este avance de la libertad, hay quienes se resienten y reducen este avance a la dicotomía simple de oficialismo versus oposición. La información, que como hemos dicho anteriormente, es la difusión del conocimiento, tiene como uno de sus efectos disminuir la relación desigual, entre los que mandan y obedecen, entre siervos y monarcas, entre capitalistas y obreros, entre gobernantes y gobernados. Así es la evolución humana y tenemos que entenderla, precisamente, para ser más libres.

V.- Pero no todo es tan fácil ni simple. En lo que llamamos medios de comunicación, están los periodistas, profesionales que conocen los componentes de tal actividad y también están los propietarios de los periódicos, de las radios y de los canales de televisión. Siendo la libertad una proyección humana equitativa, tiene sus exigencias respecto de quienes, en el marco de este trabajo, tienen la responsabilidad de ejercer esa libertad. En lo que respecta a los periodistas hay sólo una exigencia básica de la que depende todo lo demás. A diferencia de los que creen que el periodismo es una de las prácticas profesionales más simples, ahora y siempre tal papel exige una formación completa. No es posible, o dicho de otro modo, es un acto irresponsable que alguien pretenda difundir el conocimiento sobre lo que no conoce. Para hablar de los fenómenos políticos es imprescindible conocer la teoría del Estado; para hacer trabajos de investigación en materia de precios, de moneda, de comercio internacional, es necesario conocer, por lo menos los aspectos generales de la economía; para informar sobre los conflictos sociales tendrá que conocerse algo de sociología y de sicología. Es no sólo altamente perjudicial, sino una verdadera agresión que alguien utilice instrumentos de tan vasta influencia humana como la televisión, la radio y la prensa para difundir medias verdades, mínimas aproximaciones científicas respecto de lo que sucede en la sociedad y la naturaleza. Uno de los problemas más preocupantes de este tiempo es que los medios de comunicación pueden caer en manos inexpertas, bajo la dirección de mentalidades sin la formación necesaria. Tanto desde el punto de vista de la libertad, así como de sus exigencias éticas, la primera obligación de los encargados de difundir el conocimiento de lo que sucede en el tiempo y en el lugar que nos tocó existir, es la formación intelectual adecuada. Nadie puede hablar bien ni orientar adecuadamente sobre lo que no conoce y peor aún sobre lo que conoce a medias o en forma incompleta y superficial. La libertad debe ser ejercida con la mayor responsabilidad intelectual y moral correspondiente a la influencia que se ejerce sobre el pensamiento y acción de los pueblos. Nuestro homenaje invariable a los periodistas que cumplen su deber con sabiduría y honestidad.

VI.- Y en lo que respecta a la propiedad de los medios de comunicación, no es suficiente tener dinero para instalar canales, radios o periódicos, lo fundamental, el requisito imprescindible, es que los dueños también tengan la formación que exigimos para los periodistas. En ámbito del sistema económico mundialmente imperante, sabemos que toda inversión debe ser rentable, pero lograr ese propósito sacrificando o deformando las obligaciones sociales, históricas y morales de la función informadora, sería como vender alimento descompuesto o bienes falsificados. Los empresarios que se animan a comprometerse con la función maravillosa de difundir conocimiento deben saber que se trata de algo que exige sacrificios y renunciamientos.