Desde que Mario Cossío ha sido derribado de la Gobernación, ha sido evidente la desorientación/desconcierto, confusión, perturbación del diputado Willman Cardozo, porque ha perdido el libreto que siempre le ha funcionando. Ya no hay el enemigo necesario que le daba razón existencial, por lo que al desaparecer éste, automáticamente su presencia política se esfumará, salvo que esté pensando en formar otro enemigo.
Lo único que ha demostrado que sabe hacer bien, es asustar a los chaqueños con un demonio (léase Cossío) creado como enemigo del Chaco. En una anterior entrega, escribí sobre el “enemigo necesario”, pero ahora tengo elementos concretos que demuestran mi teoría. El enemigo necesario es un fantasma/duende creado como fetiche a la inversa que se convierte en una amenaza a un determinado grupo y su agitación sirve para producir cohesión interna en torno a un cabecilla demagogo y populista.
Cardozo ha estado desorientado como ciego en tiroteo, sin poder aplicar el discurso que siempre le ha respondido, porque Cossío ha desaparecido de la escena política, y no hay a quién echarle las culpas de los errores y los problemas de la región. Era indisimulable, pues cualquier circunstancia interna que pretendía minar el liderazgo de los caciques del Chaco, automáticamente activaban el discurso virulento contra Tarija y sobre todo contra Mario Cossío. Cossío era culpable hasta de la lluvia.
Recuerdo que días después que Cossío apareció en el Paraguay, uno de los dirigentes del PAN de forma automática en una conferencia de prensa comenzó cargando todas las culpas de ciertas circunstancia en las espaldas de Cossío, y otro dirigente que estaba a lado por debajo de la mesa le hizo algunas pataditas para que pase al tema de la conferencia de prensa. Después de terminada la rueda de prensa, entre chiste le informaban que Cossío ya no era Gobernador, que estaba en Paraguay. Todos rieron a carcajada.
Un día uno de ellos me dijo que esa era la estrategia delineada desde hace mucho tiempo, por lo que todos deberían repetir el mismo guión al pie de la letra. Por eso es que uno que hace poco defendía capa y espada a Cossío, se pasó al PAN, pero curiosamente se torno el más virulento del grupo. Es que esa es la estrategia. Y Cossío hizo su parte también. Hizo muchos aportes/méritos para agrandar su figura demonizada.
Cardozo políticamente ha escalado gracias a Cossío. Con mucha paciencia ha convertido a éste en un fantasma demoniaco al cual los chaqueños deberíamos tenerle miedo/cuidado//desconfianza/sospecha. Cossío por su parte ha hecho su contribución, al tomar decisiones inacertadas en relación al Chaco, provocando que Cardozo aproveche muy bien las ventajas ofrecidas desde la capital agrandando la figura fantasmagórica de Cossío en la Región.
Cardozo está muy triste/decaído/deprimido/desanimado, con el corazón partido, porque su media naranja política ya no existe (por lo menos por ahora) y está de balde como bocina de avión sin saber qué hacer. El que le daba vida política, ya no está más. Así que hay que comenzar el trabajo de nuevo. Construir otro. ¿Quién? Esa es la pregunta.
Es tan evidente su despiste, que en días de la escasez de azúcar nos salió con que estaba tramitando una ley para la instalación de un ingenio azucarero en el Chaco, después dijo que los de Camino al Cambio estaban haciendo alianza con el MAS para desplazarlos a ellos, y ahora nos salió con que hay que gastar la plata en maquinaria pesada y para ello esta elaborando unas leyes. Es un hecho, Cardozo ha perdido la brújula política, y eso es grave. Necesita con urgencia un enemigo.
Ese es el problema de Cardozo cuando está desorientado. Un día se despierta de buen humor, y se le ocurre algo en la cabeza algo y lo dice, y lo que es peor, lo hace. Le dicta un proyecto de ley a su secretario (porque todavía no sabe usar la computadora) y la tramita. Prueba de ello es que ninguna de sus leyes funciona. Es más, no sólo no funciona, sino que están tan mal hechas, que no se puede reglamentar. Si uno lee las leyes, un estudiante de Derecho sin duda lo habría hecho mejor.
Menos mal que Cardozo no administra un peso, porque de lo contrario ya estaríamos en la quiebra. Se ha encargado de demostrarnos que es absolutamente incapaz de estar al frente de la administración de recursos. No entiende nada de gestión. Gracias a Dios solo es Diputado. (Yacuiba 23/03/11)
ESTEBAN FARFÁN ROMERO, es periodista, analista político y docente.
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