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jueves, 31 de marzo de 2011

sin referirse directamente a Chávez, Micheletti advierte que la aparición de "nuevos mesías" que reparten el dinero del petróleo de Venezuela a manos llenas para perpetuarse en el poder, podría derrumbar a los gobiernos..

El expresidente defacto de Honduras Roberto Micheletti advirtió hoy del peligro del surgimiento de "mesías" en América Latina que, según él, obtienen el poder político apalancados con los "petrodólares" venezolanos.
"Quiero advertir a Latinoamérica que están apareciendo nuevos mesías con un mensaje bañado de dinero (...) Están incrementando sus posibilidades de conquistar a nuestros pueblos a través de los petrodólares que tiene el señor (presidente Hugo) Chávez en Venezuela", dijo a Efe Micheletti en una entrevista telefónica.
El exgobernante hondureño participa hoy, a través de Skype, en el foro internacional "Antídoto para el Socialismo del Siglo XXI", que se celebra en Weston, al norte de Miami (EE.UU.), con la asistencia de políticos y expertos de Colombia, Ecuador y Venezuela.
"Pienso que el mundo entero sabe que Chávez está extendiendo su poder a través de los dólares que produce el petróleo del pueblo de Venezuela", enfatizó el político.
Micheletti recomendó a los latinoamericanos mantener "el espíritu democrático" que ha caracterizado a la región y evitar creer en esos "mesías" que en vez de buscar el bienestar de los pueblos, solo "persiguen el poder".
Otra de sus sugerencias es utilizar las normas constitucionales de las naciones para combatir el avance del llamado Socialismo del Siglo XXI que en su opinión "no es más que una continuación del comunismo de Cuba".
En el caso de Honduras, precisó a Efe, la Constitución contiene artículos que no permiten juzgar a un presidente, sino destituirle inmediatamente "cuando están promoviendo este tipo de políticas que no son democráticas".
"El caso de este señor (el expresidente hondureño Manuel Zelaya) que despilfarró" dinero público y "no se sabe hasta este momento cómo y en qué se gastó", recordó.
Zelaya fue derrocado en junio de 2009 y acusado de un presunto desvío de fondos públicos para promover una campaña para una consulta popular con el fin de instalar una Asamblea Constituyente.
Micheletti, quien al momento del derrocamiento era titular del Parlamento hondureño y terminó ejerciendo como presidente de facto durante los siete meses que le restaban de Gobierno a Zelaya, aseguró que Honduras utilizó su Constitución y negó que se tratara de un golpe de Estado.
"Lo que no pudo hacer Nicaragua, Bolivia, Ecuador y Venezuela, lo hicimos nosotros: detuvimos a ese monstruo que a través del dinero está tratando de satisfacer el ego, la prepotencia y la soberbia de ciertos líderes en América Latina", afirmó.
Para el abogado colombiano José Obdulio Gaviria ese socialismo es el "comunismo del siglo XIX, un sistema que pretendería que Latinoamérica recorra el mismo camino que recorrió Rusia y Cuba".
Alertó que se trata de un régimen sin reglas que ha propiciado un estancamiento del crecimiento económico, el empobrecimiento de los pueblos y vulnerado las libertades.
"La situación de Venezuela es caos absoluto. Nicaragua es un caso patético y lo que estaba ocurriendo en Honduras antes de que asumiera el Gobierno del presidente Micheletti era un paralelo", dijo a Efe el antiguo asesor del exmandatario colombiano Álvaro Uribe (2002-2010).
Gaviria pronosticó que "los pueblos de América Latina sometidos al yugo del llamado Socialismo del Siglo XXI van a vivir procesos similares a los que se están dando en el mundo árabe", en referencia a las recientes revueltas populares en esa región.
"Derrocar es constitucional, es recordarle a los pueblos que hay normas, incluso internacionales, que legitiman una rebeldía contra los regímenes que desbordan la Constitución y los derechos humanos", expresó.
Leonardo Viteri, diputado opositor de Ecuador, dijo que se debe presentar una alternativa de cambio a los países que "están embarcados en esta novelería del Socialismo del Siglo XXI".
"Ha sido un verdadero desastre. En Ecuador lo estamos sufriendo porque estamos perdiendo nuestras libertades, sucede igual en Venezuela, en Bolivia, en Nicaragua. Es la misma receta: la franquicia chavista que tiene su ancla en otros países", dijo a Efe el político.
El antídoto, dijo, es utilizar los mecanismos de las Constituciones que permiten "un derrocamiento constitucional a través de una consulta revocatoria", concitar la unidad de los partidos políticos y organizar a la sociedad.
El foro se realizará también en Colombia, Nicaragua, Panamá, Perú, Chile, Uruguay, Paraguay y Argentina.


Roberto Micheletti advierte

domingo, 27 de marzo de 2011

no son sus propias contradicciones, ni siquiera los errores políticos, no son sus enemigos, ni "el terrorismo - separatismo" el verdadero problema de Evo es la Economía. El Deber.SC

Sobre la demanda marítima, el Gobierno del presidente Evo Morales acaba de tirar la pelota a las tribunas, con lo que pretende sentirse aliviado para ganar tiempo y, si fuera posible, popularidad. Pero el verdadero problema, el de la economía, no tiene una escapatoria tan fácil.
La situación de la economía no ha mejorado desde que el 27 de diciembre el presidente Morales la definiera como “insostenible”, cuando todavía tenía la intención de eliminar los subsidios a los carburantes mediante lo que se conoce ahora como el “gasolinazo”.
Nada ha cambiado desde entonces, excepto que los precios se han disparado, precisamente como consecuencia de aquel intento de aplicar un remedio doloroso a la situación económica. Es decir que ahora la economía es más insostenible que hace tres meses.
El equipo económico del Gobierno ha mostrado que no tiene la menor idea sobre cómo resolver el problema. Solo atina a dar golpes de ciego, pretendiendo invadir el presupuesto de las universidades, reducir el costo del sistema de las normales, pero no se atreve ni siquiera a pensar que debe reducir el gasto público, que se duplicó en los últimos cinco años.
El intento de evitar la exportación ilegal de carburantes apuntando a las gasolineras ha resultado para el Gobierno una experiencia frustrante y dolorosa. Solo ha logrado cerrar 42 de ellas para pasarlas al dominio de YPFB, de donde serán transferidas probablemente al control de amigos del partido gobernante.
La posición firme de la asociación de surtidores de todo el país, que llegó a amenazar con devolverlos todos de inmediato al Estado, dejó al Gobierno paralizado.
El presidente Evo Morales habría pedido a sus parlamentarios que aprueben una ley para aplicar ajustes graduales en el precio de los carburantes, con la idea de que él mismo intervenga luego como un salvador en caso de que llegara a producirse un debate muy intenso.
Las propuestas del ministro de Economía no son muy imaginativas, pues se limitan a acelerar el proceso de apreciación de la moneda nacional, o a reducir el circulante.
Mientras tanto, la carga explosiva que hace insostenible la situación se acrecienta conforme sube el precio internacional del petróleo, el contrabando de salida no varía y el gasto público sigue creciendo al ritmo que cae la popularidad del primer mandatario.
La inflación adquiere un ritmo acelerado conforme se anuncian nuevos problemas de escasez y el sistema productivo minero solo respira gracias a los descomunales precios internacionales.
Lo peor de todo es que el gas natural ya no es suficiente para atender todos los compromisos y se han levantado voces que proponen parar las exportaciones.
Cualquier variación de los elementos de este delicado equilibrio podría provocar el colapso.
El Gobierno sigue jugando a la política, opinando a favor de Gadafi, en contra de la ONU, sugiriendo leyes que autoricen el uso de la tortura, acosando a los medios de comunicación independientes, los pocos que quedan, y rompiendo el diálogo que inició por su propia iniciativa con Chile.
Pero la economía no perdona. Y no queda mucho tiempo.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Cardozo es incapaz de estar al frente de una administración sin embargo qué no hizo para echar a Cossío, quizá por ello Esteban Farfán desde su sitio web demanda "VOLVÉ COSSIO"

Desde que Mario Cossío ha sido derribado de la Gobernación, ha sido evidente la desorientación/desconcierto, confusión, perturbación del diputado Willman Cardozo, porque ha perdido el libreto que siempre le ha funcionando. Ya no hay el enemigo necesario que le daba razón existencial, por lo que al desaparecer éste, automáticamente su presencia política se esfumará, salvo que esté pensando en formar otro enemigo.
Lo único que ha demostrado que sabe hacer bien, es asustar a los chaqueños con un demonio (léase Cossío) creado como enemigo del Chaco. En una anterior entrega, escribí sobre el “enemigo necesario”, pero ahora tengo elementos concretos que demuestran mi teoría. El enemigo necesario es un fantasma/duende creado como fetiche a la inversa que se convierte en una amenaza a un determinado grupo y su agitación sirve para producir cohesión interna en torno a un cabecilla demagogo y populista.
Cardozo ha estado desorientado como ciego en tiroteo, sin poder aplicar el discurso que siempre le ha respondido, porque Cossío ha desaparecido de la escena política, y no hay a quién echarle las culpas de los errores y los problemas de la región. Era indisimulable, pues cualquier circunstancia interna que pretendía minar el liderazgo de los caciques del Chaco, automáticamente activaban el discurso virulento contra Tarija y sobre todo contra Mario Cossío. Cossío era culpable hasta de la lluvia.
Recuerdo que días después que Cossío apareció en el Paraguay, uno de los dirigentes del PAN de forma automática en una conferencia de prensa comenzó cargando todas las culpas de ciertas circunstancia en las espaldas de Cossío, y otro dirigente que estaba a lado por debajo de la mesa le hizo algunas pataditas para que pase al tema de la conferencia de prensa. Después de terminada la rueda de prensa, entre chiste le informaban que Cossío ya no era Gobernador, que estaba en Paraguay. Todos rieron a carcajada.
Un día uno de ellos me dijo que esa era la estrategia delineada desde hace mucho tiempo, por lo que todos deberían repetir el mismo guión al pie de la letra. Por eso es que uno que hace poco defendía capa y espada a Cossío, se pasó al PAN, pero curiosamente se torno el más virulento del grupo. Es que esa es la estrategia. Y Cossío hizo su parte también. Hizo muchos aportes/méritos para agrandar su figura demonizada.
Cardozo políticamente ha escalado gracias a Cossío. Con mucha paciencia ha convertido a éste en un fantasma demoniaco al cual los chaqueños deberíamos tenerle miedo/cuidado//desconfianza/sospecha. Cossío por su parte ha hecho su contribución, al tomar decisiones inacertadas en relación al Chaco, provocando que Cardozo aproveche muy bien las ventajas ofrecidas desde la capital agrandando la figura fantasmagórica de Cossío en la Región.
Cardozo está muy triste/decaído/deprimido/desanimado, con el corazón partido, porque su media naranja política ya no existe (por lo menos por ahora) y está de balde como bocina de avión sin saber qué hacer. El que le daba vida política, ya no está más. Así que hay que comenzar el trabajo de nuevo. Construir otro. ¿Quién? Esa es la pregunta.
Es tan evidente su despiste, que en días de la escasez de azúcar nos salió con que estaba tramitando una ley para la instalación de un ingenio azucarero en el Chaco, después dijo que los de Camino al Cambio estaban haciendo alianza con el MAS para desplazarlos a ellos, y ahora nos salió con que hay que gastar la plata en maquinaria pesada y para ello esta elaborando unas leyes. Es un hecho, Cardozo ha perdido la brújula política, y eso es grave. Necesita con urgencia un enemigo.
Ese es el problema de Cardozo cuando está desorientado. Un día se despierta de buen humor, y se le ocurre algo en la cabeza algo y lo dice, y lo que es peor, lo hace. Le dicta un proyecto de ley a su secretario (porque todavía no sabe usar la computadora) y la tramita. Prueba de ello es que ninguna de sus leyes funciona. Es más, no sólo no funciona, sino que están tan mal hechas, que no se puede reglamentar. Si uno lee las leyes, un estudiante de Derecho sin duda lo habría hecho mejor.
Menos mal que Cardozo no administra un peso, porque de lo contrario ya estaríamos en la quiebra. Se ha encargado de demostrarnos que es absolutamente incapaz de estar al frente de la administración de recursos. No entiende nada de gestión. Gracias a Dios solo es Diputado. (Yacuiba 23/03/11)
ESTEBAN FARFÁN ROMERO, es periodista, analista político y docente.

miércoles, 16 de marzo de 2011

en su calidad de abogado y senador de la República Bernardo Gutiérrez lanza ideas muy actuales en forma de retos que deben ser asumidos ahora

RETOS DE LA NUEVA GENERACION POLITICA
Determinismo vs. Determinación

Bernard Gutiérrez Sanz

La política requiere imperativamente de una reorientación, sus postulados guardan relación con una lógica de “hacer política” que ha predominado en el país durante los últimos 28 años para hablar de lo inmediato, aunque que de manera alguna es ajena a la historia republicana. La prebenda y el clientelismo como elemento consustancial de la intermediación entre la sociedad y los círculos de influencia, es una de sus marcas registradas, como también lo es la corrupción en las entidades estatales no sólo en provecho personal de sus perpetradores sino también en beneficio de la organizaciones que los cobijan y patrocinan.  Es usual escuchar en la jerga una frase que es patrimonio común de los malapraxis:  “esto es política” dicen,  bajo este imperativo  se han debido cometer las más grandes atrocidades, en el catálogo se inscriben el saqueo de recursos públicos, el abuso de poder, incluso la violación de derechos y garantías constitucionales . Con esta frase se ha justificado la deshonestidad, la inconsecuencia y la deslealtad como monedas de libre y masiva circulación. Es probable que una de las razones que nos permitan explicar la inconducta de la clase política, está referida a la inadecuada comprensión de los fines de la política, en nuestra concepción, la política es una activad humana destinada a construir condiciones de bienestar para todos,  la política como una activad de servicio a la gente. La búsqueda, a través de ella, de la realización de aspiraciones colectivas fundamentalmente. Se me ocurre comparar la política con un vehículo que transporta un conjunto de voluntades cuyo destino final es el lugar común del bienestar colectivo y la paz social.
Con esa reflexión, podríamos coincidir entonces en que es necesaria una nueva actitud y un comportamiento diferente, una cualificación de la conducta. ¿Es esto posible? Sí, al final de cuentas no hay que buscar muy lejos, tenemos en las páginas de la historia nacional una referencia inspiradora que convendría mucho tener en cuenta con mayor frecuencia: Marcelo Quiroga Santa Cruz imprimió en su práctica política  una lógica más próxima al “deber ser” que al “ser” y por ello  constituye un símbolo. Señaló (1978) que existen “prácticas que debieran desterrarse de la política” (sic), a saber: La inconsecuencia, la deshonestidad, el abuso de poder, la violencia, la crueldad y, la persecución innecesaria del adversario (lamentablemente, hoy las cosas no han cambiado). Por supuesto, había autoridad moral para emitir tal exhorto.
Son un conjunto de antecedentes en la conducta de Marcelo que nos autorizan a proponerlo como una relevante expresión de la ética en la política, a la cual debieran remitirse quienes compartan la decisión de establecer nuevos patrones de conducta. A propósito de tales antecedentes, me permito citar uno de los innumerables que hoy llegan a nosotros de la mano del impecable trabajo realizado por Hugo Rodas Morales que por su significancia en la recuperación del pensamiento y la vida de Marcelo no podríamos dejar de destacar. Refiere que en circunstancias de haber sido sometido a un ilegal procesamiento luego de un secuestro del Palacio de Justicia y confinado a Alto Madidi, sufrió reclusión en el penal de San Pedro en la ciudad de La Paz, durante el gobierno de Barrientos; al deceso de éste, la viuda solicito a Luis Adolfo Siles Salinas el cese de la persecución judicial contra los que habían ofendido en vida a su marido, solicitud que haría extensiva a las autoridades llamadas por ley; al tratarse de un acto en memoria del ex presidente, se presumía el cese formal del proceso y la liberación del entonces diputado independiente Quiroga Santa Cruz, quién en una carta pública de fecha 7 de mayo de 1969, rechazó el gesto de manera respetuosa pero firme calificándolo de una “descomedida distorsión de los hechos” al pretender mostrarlo como el “indigno beneficiario de la magnanimidad de los deudos, del perdón de la viuda”,  y no como lo que en verdad debiera ser un “acto de reparación póstuma o la enmienda de un abuso” al plantearse la oferta, en cambio “como el generoso olvido de una culpa”. Con una determinación y fortaleza extraña a la conducta de sus detractores  concluyó señalando: “…ya esperé siete meses, los últimos tres en la cárcel, desde donde escribo esta nota, que el Poder Judicial diera, mediante la dictación de la sentencia respectiva, prueba de su independencia. Esperaré el tiempo que sea necesario para que se restablezca procedimentalmente la verdad que ya está hace mucho tiempo en la conciencia del pueblo”. En breve, la evidencia de un juicio de naturaleza política quedaría constatada con el sobreseimiento de la causa por falta de materia justiciable y la consecuente liberación de un hombre que no negoció principios ni siquiera a cambio de uno de los bienes más preciados del que pueda dar cuenta un ser humano, la libertad personal, dando muestras más que suficientes de una inclaudicable entereza moral.   
Intentamos plantear con ese ejemplo la necesidad de alcanzar una dimensión distinta en la comprensión y ejercicio de la política, reformular los hábitos y luego de ello establecer un correlato inexcusable entre lo que se predica y se practica. Hoy la práctica está vaciada de contenido ético, por eso es que parecería que todo es posible y por ello ya nada sorprende. Ahora bien, si asumimos que la tarea no es de imposible cumplimiento, sirve para alentar la esperanza la concurrencia de un particular momento, el del recambio en el escenario público y su reconfiguración. Venimos insistiendo en el rol histórico de la nueva generación, permítaseme la denominación de Generación del Bicentenario, no como un rotulo banal, sino más bien como una expresión que intenta representar la responsabilidad de la que es depositaria, y por ello es que los desafíos son tan grandes como la esperanza del cuerpo societal de la cual forma parte. Porque bicentenaria también es la necesidad del pueblo boliviano de dotarse de una verdadera institucionalidad democrática capaz de enfrentar el reto de construir unaBolivia Horizontal con igualdad de oportunidades para todos. Por supuesto que hablar de una nueva generación no implica, necesariamente, la categorización de individuos en razón de edad,  tiene que ver con una comprensión diferenciada de la realidad y de la forma cómo influir en ella; una visión del cómo se encaran las tareas urgentes e importantes, y por supuesto, la definición previa de éstas. Pero además, y fundamentalmente, una conciencia absoluta sobre aquello que es motivo de esta modesta exposición de ideas, es decir, la perentoria necesidad de otorgarle un sentido ético y moral a la praxis política. Con el mismo criterio advertir que no todos los jóvenes por el sólo hecho de serlo, ni todos quienes recién arriban al escenario político, pertenecen a la “nueva generación”,  es evidente que en algunos casos es aplicable el dicho de “nuevas caras, viejas mañas”     
Lo expuesto, ciertamente, trasciende el posicionamiento ideológico de las personas y no tiene relación alguna con su adscripción partidaria. No podría ser de otra manera, si reivindicamos principios como la libertad e igualdad y nos declaramos militantes de la democracia, mal podríamos descalificar al adversario por su pertenencia a una parcialidad determinada.
Vemos en el horizonte el nacimiento de un nuevo ser social, un ser colectivo, un liderazgo que ya no es del caudillo de otrora, un liderazgo que es colectivo; generacional. Preferimos que sea la historia la que de testimonio de esta aseveración que no necesariamente proviene de la razón sino más bien de la esperanza, plantearlo así nos ayuda además a asumir un compromiso público,  al final de cuentas el decurso histórico no es un sino, como afirman los deterministas, por el contrario, es la suma de hechos que se forjan en base a las convicciones y a la determinación.

*Abogado y Senador de la República

lunes, 14 de marzo de 2011

Imperdible texto de Jacquelin Patiño. verdadera historia del masismo que del esfuerzo callejero es el esqueleto de una investigación que recién empieza. bravo!

Del Cambio a MAS Violencia

Hacer un repaso de la historia del masismo es bastante simple. Se juntaron unos cuantos izquierdistas, más unos cuantos emenerristas despechados por el desamor de Goni, más algunos otros de partidos de toda clase, y como no tenían sigla, la compraron a uno que estaba a punto de perderla. Así nomás llegaron.

Sin embargo, para que llegaran tuvo que haber un gran esfuerzo económico, mediático, y callejero que duró 25 años. Desde el comienzo de sus bloqueos, Evo Morales fue ganando adeptos gracias a su innegable capacidad de cambio. Creo que por eso su gobierno se llamó "del cambio". El cambiaba rápidamente su discurso. Por eso también se adaptó rápidamente al discurso de García Linera, quien estaba de estrella en el programa televisivo “El Pentágono”, que lo catapultó a la vicepresidencia.

En realidad la personalidad de Evo fue moldeándose de acuerdo a su extenso entrenamiento en el exterior, del que sabemos por publicaciones mediáticas, gracias a las miles de entrevistas que los medios le hacían (hoy poco recordadas y menos agradecidas), como portavoz de una parte de la muy fraccionada izquierda nacional y gracias también a que muchas ONGs se interesaron por él justo a la mitad de su carrera política de violencia callejera y bloqueo permanente a todos los gobiernos, fueran del color que fueran. 

Evo tildaba a todos los gobernantes de ladrones, de vende patrias, de neoliberales, de corruptos, etc, etc, etc, una serie de epítetos que hacía que sus adeptos escribieran en los muros y en las plazas. Personalmente, no sé quien pagaba por estos actos callejeros violentos a los que nos acostumbró, por las dinamitas eternamente presentes, por los innumerables días de perjuicio a nuestro trabajo diario, por la incesante bulla callejera por todo y por nada, porque era imposible consensuar nada con la izquierda nacional. 

Evo fue, por 25 años, parte de la peor oposición que ha vivido el país. Una oposición ciega, que no reconocía ningún avance, que nunca admitió algo bueno de ningún gobernante, ni siquiera de la UDP y mucho menos de los que gobernaron a partir de 1985. Una oposición recalcitrante, llena de odio, que nos llevó a extremos inimaginables para nosotros hasta entonces. 

Recuerdo que en una intervención de los hermanos mineros en La Paz, cuando recién empezaba la moda de hacer estallar cachorros de dinamita, yo estaba en la fase inicial de un embarazo. Me asusté tanto, no me dejaron pasar, me preguntaron porque quería romper sus filas y yo atiné sólo a decir que quería irme a casa. Pero ellos no entendieron. Seguían pasando y me envolvían en su espiral de violencia. En un momento dado comencé a correr hacia la Mariscal Santa Cruz, esperanzada en encontrar el inicio de la marcha. Fue inútil. Lo que encontré fue la fila interminable de mineros que llegando a la COMIBOL se dieron la vuelta para apedrearla… y me apedrearon a mi también. Me desmayé. Alguien me levantó y me llevaron a un lado. Estaba histérica. Terminé en el hospital y perdí a mi bebé con mucho dolor. La prensa no lo supo. Evo tampoco. Nadie de la oposición, ni del oficialismo lo supo. Solo yo. Entonces decidí que también era hora de irme de La Paz. Tuve que esperar unos seis años más antes de reunir dinero para irme, pero lo hice. Hace 13 años que no vivo allá, pero la violencia callejera no es menos, sino MAS cada día.

Ahora incluso se han puesto a pelear gente contra gente, ya no gente contra policías. Ahora es normal escuchar cachorros de dinamita por todo y por nada. Tal vez las jóvenes embarazadas ya no se asustan como yo, porque la población ha elevado el nivel de violencia socialmente aceptada. Gracias al MAS hay MAS violencia callejera. Recién ahora, que no tengo bebés para criar, puedo elevar mi voz y contar mis historias, porque no es justo que las mujeres suframos la violencia callejera en La Paz. Tampoco es justo que la violencia se expanda a otros departamentos.

Es hora del recambio. Cualquier bachiller inteligente y de sano corazón nos puede llevar a mejor puerto que la violencia generada por Evo y toda la izquierda que se le ha unido como sanguijuelas que no se cansan de vivir de nuestra plata.

Cada que pagamos un micro, pagamos un sueldo masista, recuérdenlo. Cada que nos topamos con una marcha o un bloqueo, somos víctimas del ansia de poder del MAS, acéptenlo. Nosotros hemos permitido esto, pero ya no MAS. Los bolivianos que no tenemos partido, que NO hemos “trabajado” en campañas para conseguir pegas, somos los que pagamos con nuestras vidas y con las vidas de nuestros hijos, las ansias de poder de nuestros políticos. Por eso, ya no importa quién vendrá después, sino que ya no haya MAS violencia, MAS bloqueos, MAS alza de precios, MAS pérdida de vidas que no le importan al MAS.

jueves, 10 de marzo de 2011

"un libro manchado de sangre" o el libro verde o el fracaso de los movimientos sociales. el fin de Gadaffi. La Nación de BA.


Un mar de petróleo en manos de un tirano es, y será siempre, una pésima combinación. El coronel Muammar Khadafy nos lo recuerda día tras día mientras su régimen tambalea, se resiste y condena a la sociedad libia a un baño de sangre por una razón muy sencilla: sigue convencido de que después de 40 años en el poder merece una nueva oportunidad.
En el relato de esta enorme tragedia, tanto en las crónicas de los combates como en el análisis de los comentaristas internacionales ha quedado relegada, sin embargo, de manera comprensible, una cuestión de peso y, por lo tanto, necesaria para entender mejor el rompecabezas libio. Me refiero al significado de lo que podríamos llamar, con una dosis de benevolencia, el ideario vivo de Khadafy. Es decir, su visión política, religiosa, social y económica de la Jamahiriya , el "Estado de las Masas", verdadera razón de ser de la revolución y durante décadas modelo de exportación para autócratas, dictadores y absolutistas de cualquier geografía, dentro o fuera del continente africano.
El ADN de ese credo (de algún modo hay que llamarlo) es el Libro Verde , del cual convendría salvar alguna copia antes de que las llamas de la rebelión árabe conviertan en cenizas hasta el último ejemplar. Es comprensible que los líderes políticos y las empresas que durante años recibieron inversiones, petróleo y favores de todo tipo de Khadafy hayan priorizado siempre los negocios a la ideología en la relación que mantenían con el dictador. Para ellos, el Libro Verde , escrito entre 1975 y 1979, del que se imprimieron millones de ejemplares y fue traducido a veinte lenguas, no merecía más consideración que una remera de Bono o del Che.
Diferente es el caso de las organizaciones políticas, desde grupos progresistas de América latina hasta separatistas asiáticos, pasando por sectores reaccionarios de España y de la ex Unión Soviética, que se acercaron a Khadafy en busca de inspiración y apoyo económico para sus proyectos políticos. El capítulo argentino es un buen ejemplo de la diversidad de vínculos que un país podía establecer con el rais . Fueron huéspedes en su carpa desde José López Rega y militantes Montoneros hasta ministros, gobernadores y senadores del PJ, empresarios, enviados personales del general Leopoldo Galtieri, que desembarcaron en Trípoli en plena Guerra de Malvinas, y, más recientemente, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Volver sobre las páginas del Libro Verde , escritas y difundidas con la pretensión de que serían una versión evolucionada de El Capital , de Karl Marx, o El Libro Rojo , de Mao, ayuda a comprender el vacío y la incoherencia dialéctica sobre las que se puso en marcha la "revolución verde" que pasará a la historia como una dictadura tribal, autoritaria, apoyada en la tradición islámica, de características medievales, pero nacida en la segunda mitad del siglo XX.
El principal enemigo de las sociedades modernas para el Libro Verde no es otro que la democracia a la que llama, de manera genérica, falsa democracia. Y en la primera página se cita un ejemplo que supuestamente debería ser aleccionador. Dice así: "La lucha política que conduce a la victoria de un candidato con, por ejemplo, el 51% del conjunto de los votos, conduce a un sistema dictatorial, pero bajo un disfraz democrático. En efecto, 49% de los electores estarán gobernados por un sistema de gobierno que ellos no han elegido y que, por el contrario, les ha sido impuesto. Esto es la dictadura".
El segundo enemigo de la felicidad de una sociedad, según el libro, es el sistema parlamentario, aunque reconoce que conforma la columna vertebral de la democracia clásica moderna. "La Asamblea parlamentaria es una representación desvirtuada del pueblo y una solución truncada al problema de la democracia -afirma-; la Asamblea se constituye, fundamentalmente, como representante del pueblo, pero su fundamento no es, en realidad, democrático, ya que la democracia es el poder del pueblo y no el poder del sustituto del pueblo".
El sistema tradicional de partidos es calificado como "una dictadura contemporánea al descubierto" que el mundo todavía no ha logrado superar. Como respuesta, el libro presenta una solución definitiva al problema: entregarle el poder al pueblo, sin sustituto ni representación, mediante un complejo sistema de congresos populares. El esquema es el siguiente. Lo que se debate en el Congreso General del Pueblo, que se reúne una vez por año en Trípoli, es sometido, a su vez, a los congresos populares y a los comités populares y a los sindicatos. Finalmente son los llamados congresos de base los encargados de ejecutar los planes acordados. El propio Khadafy ha repetido que ningún régimen parlamentario podrá considerarse democrático hasta que no haya adoptado el método propuesto por la Jamahiriya.
El capítulo dedicado al periodismo y a los medios es, previsiblemente, breve. En la introducción se deja en claro que una persona normal tiene el derecho de expresarse, incluso si lo hace de una manera incoherente para admitir que es un loco. Una persona jurídica, a su vez, puede expresar su personalidad jurídica. Pero tanto uno como el otro no pueden representar la voluntad de terceros. Conclusión. No es admisible que una persona física posea un medio de difusión o de información en Libia porque "solamente puede expresarse a sí misma". La reflexión final sobre la cuestión es lapidaria. "Así, se resuelve, de raíz y democráticamente, lo que se llama en el mundo el problema de la libertad de prensa." De hecho, los únicos medios autorizados son aquellos que publica un comité popular en el que convergen todas y cada una de las categorías sociales, como asociaciones de obreros, mujeres, campesinos, dentistas, funcionarios y artesanos, entre otros.
La tierra en Libia no es propiedad de nadie, pero cada uno tiene el derecho a explotarla para su beneficio. La actividad económica está orientada a la saturación de las necesidades personales. Todo acopio por encima de esas necesidades implica "un atentado contra la riqueza pública". El régimen de Khadafy, o lo que sobrevive de él, considera que el paso definitivo para alcanzar la nueva sociedad socialista es la desaparición del lucro y del dinero.
En los párrafos finales, el Libro Verde augura un futuro de felicidad para las masas, en el que "todo el mundo tendrá igualdad de poder, de riqueza y de armas".
Extraño destino el de este libro. Nació para alumbrar un mundo nuevo y concluye como un epitafio.
© La Nacion