El ex presidente de Bolivia Carlos Mesa criticó hoy la "actitud excluyente e intolerante" del actual jefe del Estado de su país, Evo Morales, del que dijo que su "lógica amigo-enemigo" contribuye a la polarización de la sociedad entre indígena y no-indígena.
En una entrevista con la Agencia Efe en Barcelona, Mesa valoró la "transformación" que ha representado para la sociedad boliviana la llegada de un presidente indígena, pero puntualizó que el país no se puede pensar "en la lógica blanca o en la lógica mestiza".
Para el ex jefe de estado, en la actualidad, su país "está muy polarizado y el responsable de esta polarización es el presidente".
Mesa se vio obligado en 2005 a renunciar al cargo de presidente de Bolivia por falta de apoyo en el Congreso tras recibir fuertes presiones políticas y de sindicatos.
El ex presidente boliviano, que ha participado en Barcelona en el primer encuentro Urbsocial, un espacio de diálogo euro-latinoamericano, lamentó que Morales nunca se haya reunido con el líder de la oposición porque "la democracia se debe basar en el diálogo, en la cesión, en escuchar al otro y en la tolerancia y la pluralidad de ideas".
En un contexto económico muy positivo -Bolivia ha tenido superávit fiscal durante tres años-, Mesa lamentó que el ejecutivo de Morales "siga atado a la producción de materias primas, y no haya diversificado la inversión que permita la generación de empleo productivo ni el interés de inversión externa".
Para Mesa, una de las grandes prioridades del gobierno debería ser mejorar las condiciones de trabajo de los mineros bolivianos, algo "infinitamente más necesario" en Bolivia que en Chile, porque "el trabajo de la minería está en peores condiciones que en la época de la colonia" y, por lo tanto, "la respuesta que el presidente Morales debiera dar es de fondo".
También expresó su preocupación por medidas como la ley del Órgano Judicial, que consagra la "justicia indígena", que en los últimos meses ha dado lugar a casos como el linchamiento de cuatro policías presuntamente corruptos por parte de miembros de los clanes indígenas del norte de Potosí.
"Se produce un linchamiento y el gobierno tiene un doble discurso", señaló Mesa, que explicó que Morales niega la relación entre los linchamientos y la llamada "justicia comunitaria" pero no ha encarcelado a ningún responsable de estos actos.
El ex presidente criticó una ley que en la práctica "va a generar una justicia para los indígenas y otra para los no indígenas", y propuso como solución incluir "elementos de la justicia comunitaria dentro de la justicia republicana".
El también periodista, escritor e historiador tuvo asimismo duras palabras para la Ley Antirracista, que la prensa boliviana ha denominado "ley mordaza" y que reserva al gobierno el derecho a censurar publicaciones "racistas o discriminatorias".
"En esa ley se disfrazan un par de artículos que claramente violan la libertad de expresión y generan discrecionalidad para que el gobierno defina lo que es racista o discriminador en las expresiones que los medios de comunicación puedan tener, y esto es simplemente inaceptable", afirmó Mesa.
Autor de más de un centenar de documentales televisivos, tachó de "delirante" que Morales "plantee una lista de libros que entiende racistas", sobretodo cuando uno de ellos, el clásico de la literatura boliviana "Raza de bronce", de Alcides Arguedas, es "un alegato en favor del mundo indígena" y en donde aparece un personaje con una trayectoria muy parecida a la del propio Morales.
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