Qué pasó el 16 de abril
El Gral. Prado, sumergido en la preparación diaria de sus clases universitarias sobre relaciones internacionales, aceptó hablar conmigo sobre la visión que tiene sobre varios temas, inclusive el del 16 de abril, cuyas secuelas parecen destinadas a condicionar la vida del país por un buen rato. Lo busqué porque me pareció que podía encontrar en él opiniones consistentes. Creo que sus credenciales están suficientemente respaldadas desde hace mucho tiempo. No solamente por su comportamiento profesional en La Higuera y por su carrera militar. Fue comandante de la 8ª división del Ejército y en pocos días más se cumplirán 35 años del alzamiento que protagonizó junto con otros jóvenes oficiales para forzar al régimen del general Hugo Bánzer a reencaminar al país por el sendero democrático. El movimiento no prosperó pero condicionó el curso del régimen hasta desembocar en la salida que, a tropezones, se dio años más tarde.
¿Qué ocurrió esa madrugada?
“Tantas veces ha cambiado el gobierno su libreto, que uno no sabe qué creer. El primer libreto fue magnicidio. Que era un equipo que llegó para matarlo. El presidente se fue a quejar allá (en Cumaná, Venezuela) con (Hugo) Chávez y con (Raúl) Castro: Me iban a acribillar. Y resulta que ahora esa teoría ha desaparecido completamente de las investigaciones porque no han encontrado la menor señal de intento de magnicidio. Hasta ahora no hay evidencias de que sea (el de Rozsa, Michael Dwyer y Arpad Magyarosi) un grupo terrorista. Pero siguen utilizando esa teoría políticamente. Y este es el segundo tema: que era un grupo terrorista. Hasta ahora no hay evidencias de que hubiera sido tal. Las propias versiones de Rozsas lo señalan como un hombre que venía a defender a Santa Cruz.”
P. Es decir, si todo esto fuese examinado por un jurado, sus miembros no tendrían cómo avalar esa teoría más allá de toda duda.
R. Absolutamente. No hay evidencias. Las evidencias que podía haber las asesinaron. Para mí lo que ocurrió en el hotel fue una ejecución. No olvides que, si los tenían controlados, sabían quiénes eran hace meses, la policía dice que los seguía… podían haber sido capturados en la calle, en un restaurante, a la salida o entrada del hotel. Entre cuatro o cinco tipos se los cargan. No llevaban armas cuando salían a la calle. Cuando mucho llevarían un arma personal oculta. Entonces, no les dan tiempo para actuar. Podían haberlos agarrado vivos tranquilamente, Por lo menos a Rozsa, que era el objetivo principal, debían haberlo agarrado vivo. Pero éstos fueron directamente a matar. Han puesto un explosivo en la puerta, han abierto la puerta con ese explosivo, han entrado y lo han matado. O sea, por qué no han querido agarrarlo vivo para que confiese cuáles eran los motivos de su presencia acá. ¿Porque eso no les servía? Acá hay un cerebro tortuoso dentro de esas mentes maléficas que manejan mucho de esto. Bueno, algún rato tendrá que dar la cara. La otra posibilidad sería que la policía es tan inepta que los policías asustaron y entraron a balazos y los mataron sin más ni más. Una de dos: una chambonada policial o una orden expresa de ejecución.”
Le recuerdo el episodio de su captura del Ché vivo, en la batalla final contra la guerrilla castrista en Bolivia, cuando aceptó la rendición del comandante guerrillero que gritaba: “No disparen. Soy el Ché”. Era el personaje central y lo capturó vivo.
“No tenía ninguna instrucción de matar a nadie”, me dijo para de inmediato agregar: “Dos días antes había capturado a dos guerrilleros, al Camba y al León, y los había enviado prisioneros a Vallegrande. De ahí los enviaron a Camiri y eran testigos en el juicio contra (Regis) Debray. O sea que la práctica era tomar prisioneros. Después vino la decisión del gobierno: la ejecución, y procedieron a la ejecución. Yo no estaba en la Higuera, pero cuando se hizo evidente que no se podía tapar el hecho, el presidente Barrientos tuvo el coraje de decir ‘yo he ordenado, porque era lo mejor para Bolivia. Asumo la plena responsabilidad.’”
Una paradoja
A mes y medio de la balacera del Hotel Las Américas, para muchas personas hay más dudas que certezas. ¿Qué se puede esperar?
“En algún momento –prosiguió- la verdad de lo ocurrido puede aflorar. Yo creo que los policías que actuaron en algún momento van a decir algo. Es gente que ha actuado allá y se los va a identificar y se sabrá quiénes son. Aquí no se guardan secretos. Lo paradojal es que oyes al presidente hablando de extranjeros armados que vienen aquí a querer destruir nuestro país, a querer imponernos otras cosas. Y luego va a rendirle homenaje a Ché Guevara. Es una incongruencia total en su concepción ideológica, política, lo que quieras. Como es eso! Debía haberle rendido homenaje también a éste, a Rozsas, pues es de la misma línea.”
El Gral. Prado se mueve sobre un nervio sensible para todos los que combatieron –y ganaron- la batalla contra el Ché. “Qué diferencia habría entre la guerrilla de Che Guevara, extranjera, que venía aquí…a imponer un modelo, y la de estos señores que venían para contribuir, dicen, a la defensa de una región?” Considera que puestas todas las cosas en una balanza equilibrada, “más bien éstos serian unos angelitos al lado de los otros, ¿cierto? Porque éstos venían para apoyar a una región; un hombre nacido acá venía, según había dicho, a ponerse al servicio de su región, porque la veía amenazada. En cambio a los otros nadie los llamó. Vinieron solitos porque creyeron que aquí iban a hacer lo que querían. Son cosas diferentes y no se puede ensalzar a uno y endiablar a otro. Los dos son buenos o los dos son malos; pero cualquier invasor es malo.”
-Los informes forenses, el curso de los impactos ¿dicen algo…?
-Dicen mucho… primero, se ha hablado de 20 minutos de balacera. Eso es un montón. Sin embargo sólo han contabilizado 51 disparos. Caramba, 20 minutos y 51 disparos. No da ni para tres disparos por minuto. Podrían haber sido miles. Una pistola, un fusil ametralladora, descargan 600 tiros por minuto. Si tienes la habilidad necesaria.
-Esas incongruencias ¿no son percibidas en su magnitud por los investigadores…?
-No. Los investigadores no las toman en cuenta. Además, el comandante de la policía te amenaza y dice: ‘ Este es el informe de la policía y al que dude lo metemos preso.’ Entonces, ¿qué investigador, qué curioso va a querer involucrarse en esto para que lo lleven preso por dudar del informe de la policía? Ese es el nivel al que hemos llegado, de amedrentamiento y de convertirnos en una nación de borregos. Que aceptamos cualquier cosa. Y aquí nadie se asombra de las cosas que dice y hace el gobierno. Simplemente nos miramos, nos encogemos de hombros, etc. Estamos asistiendo a una serie de aberraciones jurídicas, irregularidades, violaciones a la constitución por parte del gobierno, todo lo que quieras. Pero como no hay a quién quejarse, no hay Tribunal Constitucional, no hay Corte Suprema, nada a lo que el ciudadano pueda acudir, estamos inermes ante un gobierno que está avanzando paso a paso en su propósito de implantar el modelo que se han soñado.
La conversación deriva en los tiempos en que el Ministro del Interior del Gral. García Mesa recomendaba a los ciudadanos andar con el “testamento bajo el brazo”.
“Estamos como en las mejores épocas. Porque la amenaza es permanente. Aquel que se atreva…si no es la amenaza de las autoridades, es la amenaza de estos movimientos sociales que toman por su cuenta las cosas. Hoy en la prensa ves lo que ha sucedido en Cliza: han quemado la oficina policial, han quemado el edificio, lo han destruido y la policía se ha salido. Tan se ha salido que sus oficiales han dejado hasta sus armas. Se han salido sin sus armas. Es que tuvimos que salir huyendo, dicen. Pero, bueno, que por lo menos agarren sus armas antes de huir. (Ni siquiera apagaron la luz…) “Dejaron las armas para que se las lleven los saqueadores. Ahí tienes un pueblo donde la gente hace lo que le da la gana. Qué policía ni qué ocho cuartos. Eran 50 policías armados, por favor. No han podido hacer nada. Y así te encuentras que en otro lugar han matado a no sé quién: Ah sí. Justicia comunitaria. Estamos en eso. De que uno se puede asombrar si se escucha al presidente decir: ‘Cuando me dicen que es ilegal lo que voy a hacer, yo le meto nomas. Que lo arreglen después los abogados. De la gente de estado parte la instrucción ‘hay que meterle nomas, después se arregla, aunque se a ilegal, no importa. Ya veremos cómo lo arreglamos después.’
Le recuerdo que un gobernante venezolano, Rómulo Betancourt, hizo famosa una frase: disparen primero y después pregunten.
“Otra gran aberración…la dijo el presidente hace unos 10 días. Todos estos tienen que demostrar su inocencia. Es principio universal el de la presunción de inocencia. El que tiene que demostrar la culpabilidad es el estado. La presunción de inocencia es una de las conquistas más preciadas del ser humano en su lucha contra el autoritarismo y las injusticias. Ahora ya no: hay que demostrar su inocencia. Y ¿quién ha dicho algo? No he visto una sola opinión de juristas que diga: oiga, este presidente está loco; cómo va a decir eso. Nadie ha dicho nada. Nuestra capacidad de asombro ha llegado a tal límite, que nuestra capacidad de asombro está repleta; ya ni nos asombramos.
Le digo que sus opiniones hacen recordar el título de una película italiana que vi hace muchos años: Todos estamos en libertad condicional, de Damiano Damiani…
“Todos estamos en libertad condicional y tenemos que demostrar nuestra inocencia. Cuidado. Porque cualquier rato te pueden alzar nomás y te llevan a La Paz. Ni siquiera se aplica la ley en cuanto a juzgarte en el lugar donde se supone que has cometido el delito. No, a La Paz. “
-Y Ud. subraya que la ciudadanía no se asombra, menos aún reacciona. ¿Qué está quedando como opción?
“No van quedando muchas opciones si esto continua así. Vamos a tener todavía un proceso electoral que, aunque lo veo difícil por las últimas informaciones, es un proceso en el cual alguna gente deposita su esperanza. Pero te doy una pauta de lo que hoy he visto en el periódico. Oruro se opone al padrón biométrico. No, que no vengan extranjeros, otras empresas… Nosotros nomas vamos a hacer nuestra elección como queremos,…
-Según sus usos y costumbres.
- Es todo una chacota. Este es el país de la chacota. Nuestros vecinos nos miran con asombro, con pena y con preocupación, Pues no es agradable tener un tu entorno un factor de agitación. Con el Perú ya ni qué decir como están las cosas. Y las declaraciones de Lula: ‘No vamos a estar sujetos a los caprichos de nadie, a los humores de nadie’. Te hacen ver que ha cansado esa retórica, la prédica de hacerse la víctima y que nuestro presidente cree que son verdades absolutas.
-¿Qué se rescata..?
-Yo creo que el hecho que hay mayor participación de la gente, ahora todos nos estamos sintiendo partícipes, tenemos que hacer algo, todos los ciudadanos. Uno percibe eso en conversaciones, entrevistas, en lo que se ve cada día. Pero por otro lado tienes también esa masa campesina que está siendo manejada por el gobierno a través de sus movimientos sociales, una masa que puede sencillamente porque los dirigentes están bien pagados. Pero que no ha recibido nada hasta ahora de este gobierno; qué beneficio ha recibido aparte de un decreto por aquí, otro por allá. Pero beneficio real no les ha llegado en ningún sentido. .. Aún están con la creencia de que este es su gobierno y que están yendo para adelante. Entonces va a llegar un momento de decepción para esta gente, cuando vean que los están utilizando, que es el mismo pongueaje político de la época del MNR. Exactamente el mismo. En la época del MNR, la de la época cero, desaparecían las papeletas de los otros colores. Y sólo aparecían papeletas rosadas soqueteadas en las ánforas. Nunca se sabía cuántos eran los inscritos, cuantos votaban.
-Pero eso en algún momento eso se resquebrajó y colapsó.
-Igual va a suceder aquí. Porque ahora, ves, hay el voto comunitario y qué nos importa. Pero en algún momento se va a decir: ‘Democracia no es eso. La democracia es un ciudadano, un voto. Secreto.’ No puedes hacerlos formar y decirles: marquen así y depositen. ¿Es ridículo. Eso no es democracia. Ni usos y costumbres, porque los incas no votaban. Lo paradojal es que no son los quechuas los manejan esto. Son los aymaras que se están cobrando la ocupación de los quechuas, lo que les hicieron los quechas durante 300 años. Y los españoles después durante otros 300. Son los aymaras, que son minoría, pues la mayoría son los quechuas. Los quechuas paradojalmente se están dejando avasallar por los aymaras. Los aymaras son los que mandan. Está bien que manden, pero allá en el altiplano, pero no pueden imponer sus normas y sus costumbres a un país que es diverso.
Tras una breve pausa, el general, quien fue comandante de la VIII División del Ejército, prosigue:
“Imagínate, volver a las prácticas comunitarias, es el gran sueño de la república comunitaria. Pero en la comunidad la gente no prospera. Se mantiene, subsiste, sobrevive. Da pena. Lo vemos en las comunidades del altiplano. Sólo sobreviven. Porque no hay el estimulo. El hombre necesita tener sus cosas, propias. Entonces trabaja con más empeño. Aymara que se viene aquí trabaja, pone su taller, pone su carpintería, prospera. Y, bueno, pero es por su trabajo…es el esfuerzo personal. Que (con eso) se va contra los usos y costumbres de allá en la comunidad. Pero ese es un modelo de hace mil años. Hombre, eso ya no funciona, ya no es la época de las comunidades.”
Sostiene que esa forma de comunidad estancó a sus miembros. “Porque en la comunidad (uno) se estanca. Igual recibes tu comida, así trabajes mal o bien, mucho o poco. Igual tendrás tu parte porque es de la comunidad. Mientras cumplas las normas de la comunidad, estará bien. Si no, te van a chicotear. Así no puede funcionar un país.”
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