Vistas de página en total

jueves, 12 de junio de 2008

guillermo bedregal cumplió en el pasado eficiente labor al mando de los diputados organizando la cámara y sentando bases institucionales que persisten

en un enjundioso artículo nos habla hoy de los 66 años del MNR
Hace 66 años, un grupo de excombatientes de la Guerra del Chaco, procedentes de diversas clases sociales fundó el MNR. Un acto histórico por las ideas que acompañaron a esta decisión política innovadora, nacionalista y ante todo democrática. Descubrió la categoría filosófica para organizar un bloque histórico dentro del principio de la alianza de clases: obreros, campesinos y gentes de la clase media progresista. Un proyecto nuevo sólo podía prosperar y alcanzar el poder político haciendo de la democracia una forma de vida, la cual se instrumentó para la formación de cuadros de hombres y mujeres de este partido de nuevo estilo. Su vigencia durante más de 66 años ha producido una nueva cultura política. Derrotamos al “superestado minero feudal” y al “latifundismo semiesclavista”; abrimos el país para la diversificación económica e integramos a las masas en nuevas estructuras de clase. En el Gobierno del precursor Gualberto Villarroel(1943-46), el MNR fundó en 1944 la Federación Sindical de Trabajadores Mineros, sobre cuyo núcleo se organizaron otros sectores sindicales cuya potencia dio luz, en abril de 1952, a la Central Obrera Boliviana. El MNR es la única estructura política con capacidad y vigencia para responder a los nuevos desafíos. Después de los lamentables acontecimientos de octubre de 2003, la realidad de Bolivia tiene nueva fisonomía. El MNR procede a una nueva dinámica en su democracia interna. Esto quiere decir que devolvemos al pueblo movimientista la soberanía a través de la aplicación de una nueva legalidad interna. El voto soberano de los movimientist@s, en particular de las promociones jóvenes, tiene el deber y la responsabilidad política de impulsar el cambio que trascienda en propuestas electorales que precisa nuestro país, para retomar la vanguardia popular para la democracia participativa y el Estado nacional unido. Nuestro partido es el fundador de la democracia boliviana moderna (“de una democracia de castas a una democracia de masas”). Si tenemos ese acerbo, si existimos como el único partido de la historia de Bolivia que ha sabido luchar en búsqueda de construir la Nación de Verdad (Paz Estenssoro) y la democracia de plena participación, nuestro deber en la actualidad de incertidumbres, confusiones e imposturas, es profundizar la reorganización “desde adentro y desde abajo”, para transferir a las juventudes la dialéctica innovadora del Nacionalismo Revolucionario y retomar la ruta histórica de la Revolución Boliviana para el siglo XXI. Nuestro pensamiento y praxis política deben tener la puntualidad histórica que demandan los cambios revolucionarios. Para ello, la democracia interna y sus valores deben conjugarse con una sustancial toma de conciencia desde la izquierda nacional, democrática y participativa, pero ante todo, proyectada hacia la unidad de la Patria, en todas sus regiones y sus clases. El pensamiento de la paz democrática para la liberación del país, frente a los factores internos y externos de la dependencia, la contrarrevolución y la impostura, es esencial. Las próximas elecciones internas expresarán la urgencia de modificar la propia legalidad interna para adecuar los estatutos y reglamentos a los nuevos requerimientos de la lucha inacabada, planteada por los visionarios fundadores encabezados por Víctor Paz Estenssoro, ese 7 de junio de 1942.

No hay comentarios: