El que siembra cosecha! Por eso hay que saber sembrar
Desde todo punto de vista son lamentables los hechos ocurridos en Sucre el día sábado 24 de mayo, creo que nadie en su sano juicio lo justifica. Sin embargo, es bien sabido que “el que siembra cosecha, por eso ¡hay que saber qué sembrar!
No quiero ni puedo justificar lo ocurrido en Sucre, sé que las personas por más santas que nos creamos, en algún momento de nuestra vida podemos perder los estribos y comportarnos peor que animales salvajes, no es nada del otro mundo, lo llevamos inmerso en nuestro SER. Cuando los humanos perdemos la razón solemos actuar de manera impredecible, usamos nuestra astucia para causar daño y de lo más aberrante.
Realmente no creo que esos jóvenes hubieran actuado de esa manera si no hubieran sido provocados, insultados y hasta amenazados en su propio reducto. A nadie le gustaría que nos digan que vendrán a nuestra casa porque les da la gana, mucho menos si públicamente se amenaza con huestes cocaleras como lo hicieron los del gobierno para supuestamente adueñarse de los festejos de los chuquisaqueños. Eso es provocación, insulto y ahí están los resultados de ese comportamiento.
No creo que tengan conexión alguna, pero como dice el título, “el que siembra cosecha”, no hace mucho ocurrió un hecho similar no previsto, no filmado por la prensa ni comentado en debida forma porque los actores fueron a la inversa; me refiero concretamente a lo ocurrido en San Julián cuando los masistas bloquearon el paso para que no asistan al Cabildo del Millón los autonomistas de pueblos aledaños. ¿Se acuerdan? Fue exactamente igual, los masistas estaban preparados esperando a los indefensos e inoportunos Autonomistas que deseaban participar del Cabildo, los golpearon, los humillaron, les hicieron quitarse sus poleras autonomistas y pisotearlas, rasgarlas, barrer el piso con ellas y hasta con su humanidad; los humillaron sin clemencia alguna, pero claro, pasaron los hechos casi desapercibidos, los cambitas no son llorones ni se quejan por doquier: además, los actos fueron protagonizados por los intocables activistas y simpatizantes del partido de gobierno en contra de los opositores.
De esos lamentables hechos nadie dijo nada, no aparecieron los humanitaristas, la policía ni el Ministerio Público investigó nada, tal parecería que cuando las ofensas son contra los no masistas, sean estos de la oposición o simplemente de los no activistas políticos ni politiqueros, a nadie le importa. Sin embargo, ahora que los ofendidos resultaron ser los del gobierno, hasta hay quienes dicen que sienten vergüenza por lo ocurrido en Sucre y aprovechan la oportunidad para tratar de impregnar su mazmorra a todos los Departamentos Autonomistas. Sin embargo, no dicen nada contra el traslado de contingentes masistas a otros departamentos en busca de mayores conflictos.
Tanto es el desatino del masismo que inclusive sin pelos en la lengua indican que fortalecerán su guardia civil o grupos de “choque”; es más, están sometiendo a nuestras fuerzas del orden y el ejército a potestad de extranjeros. Eso sí causa vergüenza, ¿Cómo es posible que los dueños del Poder del Estado creen grupos de choque frente a la sociedad civil? ¿Cómo es posible que se admita un sometimiento de nuestras instituciones a órdenes de extranjeros? De eso realmente debería darnos vergüenza, se está mellando los derechos propios de la ciudadanía, se está poniendo en descrédito a nuestras instituciones más representativas y esa es la imagen que brinda el oficialismo ante la comunidad internacional.
Vuelvo a insistir, no comparto ni pretendo justificar los hechos ocurridos en Sucre ni los de San Julián, pero es bueno recordar que no son los únicos hechos protagonizados en esta gestión de gobierno, este no es más que el resultado de gobernar Dictatorialmente en plena Democracia, pero, debemos tomar en cuenta que a la vez son la simple muestra de lo que puede venir a futuro si se sigue instigando al enfrentamiento trasladando gente de un lugar a otro para provocar e insultar a la sociedad.
Creo que es hora de cambiar, es hora que los masistas empiecen a tomar algunos cursos de gobernabilidad y dejen de utilizar el poder del Estado como una especie de bastión sindicalista para arremeter contra la sociedad civil, que aprendan a respetar la dignidad de las personas, de las autoridades en general y de las instituciones para que así también se vayan ganando el respeto de la ciudadanía. Que aprendan a escoger la semilla que deseen sembrar, de lo contrario, el caos apenas comienza y cada semilla de rencor, odio y “sed” de venganza que se vaya sembrando en el pueblo, puede llevarnos a una verdadera tragedia. Dios no lo permita.
casi a diario accedemos a textos cuya importancia necesitamos almacenar, tenerlos siempre a la mano, recordarlos a menudo, éste el objeto de este blog, porque los textos resultan documentos imperdibles.
miércoles, 28 de mayo de 2008
jueves, 22 de mayo de 2008
fidel castro es un hombre de extraordinaria memoria y su capacidad de análisis reconocida por amigos y enemigos, de ahí que sus palabras pesan
Dos lobos hambrientos y una caperucita roja
Una idea básica ocupaba mi mente desde mis viejos tiempos de socialista utópico. Partía de la nada con las simples nociones del bien y el mal que a cada cual le inculca la sociedad en que nace, lleno de instintos y carente de valores que los padres, en especial las madres, comienzan a sembrar en cualquier sociedad y época.
Como no tuve preceptor político, el azar y la casualidad fueron componentes inseparables de mi vida. Adquirí una ideología por mi propia cuenta desde el instante en que tuve una posibilidad real de observar y meditar los años que viví como niño, adolescente y joven estudiante. La educación se convirtió para mí en el instrumento por excelencia de un cambio en la época que me tocó vivir, de la cual dependería la propia supervivencia de nuestra frágil especie.
Después de una larga experiencia, lo que pienso hoy sobre el delicado tema es absolutamente coherente con esta idea. No necesito pedir excusas, como prefieren algunos, por decir la verdad aunque sea dura.
Hace más de dos mil años, Demóstenes, orador griego famoso, defendió con ardor en las plazas públicas una sociedad en la que el 85 por ciento de las personas eran esclavas o ciudadanos que carecían de igualdad y derechos como algo natural. Los filósofos compartían ese punto de vista. De allí surgió la palabra democracia. No se les podía exigir más en su tiempo. Hoy, que se dispone de un enorme caudal de conocimientos, las fuerzas productivas se han multiplicado incontables veces y los mensajes a través de los medios masivos se elaboran para millones de personas; la inmensa mayoría, cansada de la política tradicional, no quiere oír hablar de ella. Los hombres públicos carecen de confianza cuando más la necesitan los pueblos ante los riesgos que los amenazan.
Al derrumbarse la URSS, Francis Fukuyama, ciudadano norteamericano de origen japonés, nacido y educado en Estados Unidos y titulado en una universidad en ese mismo país, escribe su libro El fin de la historia y el último hombre, lo que muchos seguramente conocen, pues fue muy promovido por los dirigentes del imperio. Se había convertido en un halcón del neoconservadurismo y promotor del pensamiento único.
Quedaría, según él, una sola clase, la clase media norteamericana; los demás, pienso yo, estaríamos condenados a ser mendigos. Fukuyama fue partidario decidido de la guerra contra Iraq, como el vicepresidente Cheney y su selecto grupo. Para él la historia finaliza en lo que Marx veía como "el fin de la prehistoria".
En la ceremonia inaugural de la cumbre América Latina y Caribe-Unión Europea celebrada en Perú el pasado 15 de mayo, se habló en inglés, alemán y otros idiomas europeos sin que partes esenciales de los discursos se tradujeran por las televisoras al español o al portugués, como si en México, Brasil, Perú, Ecuador y otros, los indios, negros, mestizos y blancos -más de 550 millones de personas, en su inmensa mayoría pobres- hablasen inglés, alemán u otro idioma foráneo.
Sin embargo, se menciona ahora elogiosamente la gran reunión de Lima y su declaración final. Allí, entre otras cosas, se dio a entender que las armas que adquiere un país amenazado de genocidio por el imperio, como lo ha sido Cuba desde hace muchos años y lo es hoy Venezuela, no se diferencian éticamente de las que emplean las fuerzas represivas para reprimir al pueblo y defender los intereses de la oligarquía, aliada a ese mismo imperio. No se puede convertir la nación en una mercancía más ni comprometer el presente y el futuro de las nuevas generaciones.
La IV Flota no se menciona, por supuesto, en los discursos que se televisaron de aquella reunión, como fuerza intervencionista y amenazante. Uno de los países latinoamericanos allí representados acaba de realizar maniobras combinadas con un portaviones de Estados Unidos del tipo Nimitz, dotado con todo tipo de armas de exterminio en masa.
En ese país hace unos pocos años las fuerzas represivas desaparecieron, torturaron y asesinaron a decenas de miles de personas. Los hijos de las víctimas fueron expropiados por los defensores de las propiedades de los grandes ricos. Sus principales líderes militares cooperaron con el imperio en sus guerras sucias. Confiaban en esa alianza. ¿Por qué caer de nuevo en la misma trampa? Aunque es fácil de inferir el país aludido, no deseo mencionarlo por no herir a una nación hermana.
La Europa que en esa reunión llevó la voz cantante, es la misma que apoyó la guerra contra Serbia, la conquista por Estados Unidos del petróleo de Iraq, los conflictos religiosos en el Cercano y Medio Oriente, las cárceles y aterrizajes secretos, y los planes de torturas horrendas y asesinatos fraguados por Bush.
Esa Europa comparte con Estados Unidos las leyes extraterritoriales que, violando la soberanía de sus propios territorios, incrementan el bloqueo contra Cuba obstaculizando el suministro de tecnologías, componentes e incluso medicamentos a nuestro país. Sus medios publicitarios se asocian al poder mediático del imperio.
Lo que dije en la primera reunión de América Latina con Europa, celebrada hace nueve años en Río de Janeiro, mantiene toda su vigencia. Nada ha cambiado desde entonces excepto las condiciones objetivas, que hacen más insostenible la atroz explotación capitalista.
El anfitrión de la reunión estuvo a punto de sacar de sus casillas a los europeos, cuando en la clausura mencionó algunos puntos planteados por Cuba:
1.Condonar la deuda de América Latina y el Caribe.
2.Invertir cada año en los países del Tercer Mundo el 10 por ciento de lo que gastan en las actividades militares.
3.Cesar los enormes subsidios a la agricultura, que compiten con la producción agrícola de nuestros países.
4.Asignar a Latinoamérica y el Caribe la parte que les corresponde del compromiso del 0,7% del PIB.
Por las caras y las miradas, observé que los líderes europeos tragaron en seco durante unos segundos. Pero, ¿por qué amargarse? En España sería todavía más fácil pronunciar discursos vibrantes y maravillosas declaraciones finales. Se había trabajado mucho. Venía el banquete. No habría en la mesa crisis alimentaria. Abundarían las proteínas y los licores. Faltaba sólo Bush, que trabajaba, incansable, por la paz en el Medio Oriente, como es habitual en él. Estaba excusado. ¡Viva el mercado!
El espíritu dominante en los ricos representantes de Europa era la superioridad étnica y política. Todos eran portadores del pensamiento capitalista y consumista burgués, y hablaron o aplaudieron en nombre de este. Muchos llevaron consigo a los empresarios que son el pilar y sostén de "sus sistemas democráticos, garantes de la libertad y los derechos humanos". Hay que ser expertos en la física de las nubes para comprenderlos.
En la actualidad, Estados Unidos y Europa compiten entre sí y contra sí por el petróleo, las materias primas esenciales y los mercados, a lo que se suma ahora el pretexto de la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado que ellos mismos han creado con las voraces e insaciables sociedades de consumo. Dos lobos hambrientos disfrazados de abuelitas buenas, y una Caperucita Roja.
Fidel Castro Ruz Mayo 18 de 2008 10 y 32 p.m.
Una idea básica ocupaba mi mente desde mis viejos tiempos de socialista utópico. Partía de la nada con las simples nociones del bien y el mal que a cada cual le inculca la sociedad en que nace, lleno de instintos y carente de valores que los padres, en especial las madres, comienzan a sembrar en cualquier sociedad y época.
Como no tuve preceptor político, el azar y la casualidad fueron componentes inseparables de mi vida. Adquirí una ideología por mi propia cuenta desde el instante en que tuve una posibilidad real de observar y meditar los años que viví como niño, adolescente y joven estudiante. La educación se convirtió para mí en el instrumento por excelencia de un cambio en la época que me tocó vivir, de la cual dependería la propia supervivencia de nuestra frágil especie.
Después de una larga experiencia, lo que pienso hoy sobre el delicado tema es absolutamente coherente con esta idea. No necesito pedir excusas, como prefieren algunos, por decir la verdad aunque sea dura.
Hace más de dos mil años, Demóstenes, orador griego famoso, defendió con ardor en las plazas públicas una sociedad en la que el 85 por ciento de las personas eran esclavas o ciudadanos que carecían de igualdad y derechos como algo natural. Los filósofos compartían ese punto de vista. De allí surgió la palabra democracia. No se les podía exigir más en su tiempo. Hoy, que se dispone de un enorme caudal de conocimientos, las fuerzas productivas se han multiplicado incontables veces y los mensajes a través de los medios masivos se elaboran para millones de personas; la inmensa mayoría, cansada de la política tradicional, no quiere oír hablar de ella. Los hombres públicos carecen de confianza cuando más la necesitan los pueblos ante los riesgos que los amenazan.
Al derrumbarse la URSS, Francis Fukuyama, ciudadano norteamericano de origen japonés, nacido y educado en Estados Unidos y titulado en una universidad en ese mismo país, escribe su libro El fin de la historia y el último hombre, lo que muchos seguramente conocen, pues fue muy promovido por los dirigentes del imperio. Se había convertido en un halcón del neoconservadurismo y promotor del pensamiento único.
Quedaría, según él, una sola clase, la clase media norteamericana; los demás, pienso yo, estaríamos condenados a ser mendigos. Fukuyama fue partidario decidido de la guerra contra Iraq, como el vicepresidente Cheney y su selecto grupo. Para él la historia finaliza en lo que Marx veía como "el fin de la prehistoria".
En la ceremonia inaugural de la cumbre América Latina y Caribe-Unión Europea celebrada en Perú el pasado 15 de mayo, se habló en inglés, alemán y otros idiomas europeos sin que partes esenciales de los discursos se tradujeran por las televisoras al español o al portugués, como si en México, Brasil, Perú, Ecuador y otros, los indios, negros, mestizos y blancos -más de 550 millones de personas, en su inmensa mayoría pobres- hablasen inglés, alemán u otro idioma foráneo.
Sin embargo, se menciona ahora elogiosamente la gran reunión de Lima y su declaración final. Allí, entre otras cosas, se dio a entender que las armas que adquiere un país amenazado de genocidio por el imperio, como lo ha sido Cuba desde hace muchos años y lo es hoy Venezuela, no se diferencian éticamente de las que emplean las fuerzas represivas para reprimir al pueblo y defender los intereses de la oligarquía, aliada a ese mismo imperio. No se puede convertir la nación en una mercancía más ni comprometer el presente y el futuro de las nuevas generaciones.
La IV Flota no se menciona, por supuesto, en los discursos que se televisaron de aquella reunión, como fuerza intervencionista y amenazante. Uno de los países latinoamericanos allí representados acaba de realizar maniobras combinadas con un portaviones de Estados Unidos del tipo Nimitz, dotado con todo tipo de armas de exterminio en masa.
En ese país hace unos pocos años las fuerzas represivas desaparecieron, torturaron y asesinaron a decenas de miles de personas. Los hijos de las víctimas fueron expropiados por los defensores de las propiedades de los grandes ricos. Sus principales líderes militares cooperaron con el imperio en sus guerras sucias. Confiaban en esa alianza. ¿Por qué caer de nuevo en la misma trampa? Aunque es fácil de inferir el país aludido, no deseo mencionarlo por no herir a una nación hermana.
La Europa que en esa reunión llevó la voz cantante, es la misma que apoyó la guerra contra Serbia, la conquista por Estados Unidos del petróleo de Iraq, los conflictos religiosos en el Cercano y Medio Oriente, las cárceles y aterrizajes secretos, y los planes de torturas horrendas y asesinatos fraguados por Bush.
Esa Europa comparte con Estados Unidos las leyes extraterritoriales que, violando la soberanía de sus propios territorios, incrementan el bloqueo contra Cuba obstaculizando el suministro de tecnologías, componentes e incluso medicamentos a nuestro país. Sus medios publicitarios se asocian al poder mediático del imperio.
Lo que dije en la primera reunión de América Latina con Europa, celebrada hace nueve años en Río de Janeiro, mantiene toda su vigencia. Nada ha cambiado desde entonces excepto las condiciones objetivas, que hacen más insostenible la atroz explotación capitalista.
El anfitrión de la reunión estuvo a punto de sacar de sus casillas a los europeos, cuando en la clausura mencionó algunos puntos planteados por Cuba:
1.Condonar la deuda de América Latina y el Caribe.
2.Invertir cada año en los países del Tercer Mundo el 10 por ciento de lo que gastan en las actividades militares.
3.Cesar los enormes subsidios a la agricultura, que compiten con la producción agrícola de nuestros países.
4.Asignar a Latinoamérica y el Caribe la parte que les corresponde del compromiso del 0,7% del PIB.
Por las caras y las miradas, observé que los líderes europeos tragaron en seco durante unos segundos. Pero, ¿por qué amargarse? En España sería todavía más fácil pronunciar discursos vibrantes y maravillosas declaraciones finales. Se había trabajado mucho. Venía el banquete. No habría en la mesa crisis alimentaria. Abundarían las proteínas y los licores. Faltaba sólo Bush, que trabajaba, incansable, por la paz en el Medio Oriente, como es habitual en él. Estaba excusado. ¡Viva el mercado!
El espíritu dominante en los ricos representantes de Europa era la superioridad étnica y política. Todos eran portadores del pensamiento capitalista y consumista burgués, y hablaron o aplaudieron en nombre de este. Muchos llevaron consigo a los empresarios que son el pilar y sostén de "sus sistemas democráticos, garantes de la libertad y los derechos humanos". Hay que ser expertos en la física de las nubes para comprenderlos.
En la actualidad, Estados Unidos y Europa compiten entre sí y contra sí por el petróleo, las materias primas esenciales y los mercados, a lo que se suma ahora el pretexto de la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado que ellos mismos han creado con las voraces e insaciables sociedades de consumo. Dos lobos hambrientos disfrazados de abuelitas buenas, y una Caperucita Roja.
Fidel Castro Ruz Mayo 18 de 2008 10 y 32 p.m.
martes, 20 de mayo de 2008
alfonso gumucio se ocupa de siete temas en su reciente artículo Personajes en Busca de autor que copiamos de Bolpress.
Cuando tanto los gobiernos como la oposición hacen política sucia, todo es posible. Las mentiras y exageraciones abundan, y solamente pueden ser creídas por los ingenuos que no tienen capacidad de pensar con su propia cabeza. Aún así en la guerra de las palabras hay personajes que necesitan un mejor guionista para ser creíbles.
Álvaro García Linera dice que hay que detener a los “golpistas de traje y camisa”, refiriéndose a los principales dirigentes del movimiento autonómico cruceño. La expresión es interesante, pues el Vice-Presidente también viste traje y camisa (incluso ahora usa corbata), a menos que haya decidido cambiar de atuendo por un poncho rojo. Como el gobierno de izquierda está de mieles con los militares (aquí no se necesita una “ley de perdón y olvido”, el olvido es automático) hay que buscar los golpes en otro lado. ¿Qué pensará el vice cuando dice semejante tontería? Para empezar tendría que explicar cómo un plebiscito con participación de más de medio millón de bolivianos, es un intento golpista (podría tratarse de una insurrección, eso sí). Y para terminar tendría que leer un diccionario para enterarse de lo que significa “golpe de Estado”. En Bolivia hay bastante experiencia en ese tema, pero quizás él era muy chico y no se acuerda.
***
El mismo vice, compite con el Presidente en sus declaraciones estruendosas: “El Sí es la patria, es la dignidad, la igualdad, el trabajo, la justicia, el Sí es Evo Morales, presidente de la República. En cambio, el No es la privatización, colocar el No es que vuelva Sánchez de Lozada, que vuelvan los mismos facinerosos a seguir robando a los humildes”. Pasemos por alto la declaración tan maniquea, para manifestar preocupación por la campaña mediática incesante. El gobierno del MAS ha superado con creces a todos los gobiernos anteriores en la cantidad de recursos del Estado (es decir del pueblo) que gasta en la propaganda en favor de las propuestas del MAS. Es decir, ya no hay manera de diferenciar al Estado (que se supone es el de todos los bolivianos) del partido que gobierna, el MAS. En otros países los partidos hacen campañas políticas con dineros propios y se los critica cuando usan dinero del Estado, pero en la nueva Bolivia, todo es posible, incluso que los recursos del Estado favorezcan abiertamente a un solo partido político.
***
La Agencia Nacional Fides (ANF) vuelve a la carga sensacionalista con un tema: muchos ministros y vice-ministros y otras autoridades del gobierno del MAS, provienen de las ONG. La noticia se presenta como si fuera un problema. Yo digo: que bien. Prefiero mil veces un gobierno compuesto por gente de las ONG, que por militares o por empresarios privados. La gente que ha trabajado muchos años en las ONG conoce mejor el país, suele ser eficiente y tiene una motivación sincera a favor de los cambios sociales. Claro que el poder los puede volver a veces arrogantes e incluso corruptos, pero en menor medida que aquellos que mantienen un pie en la empresa privada para beneficiar a sus negocios mediante el tráfico de influencias. Si en el Congreso tuviéramos más gente de las ONG, seguro que habría menos corrupción y más responsabilidad.
***
El Presidente Evo Morales lo dijo, y luego lo ratificó la agencia gubernamental ABI, que el 39% de abstención en el referendo de Santa Cruz, significa un rechazo al Estatuto Autonómico. Esa es una manera curiosa de manejar las cifras y una suposición aventurada. ¿Qué dirán los que no pudieron votar porque militantes del MAS quemaron las urnas? ¿Y los que se quedaron en sus casas por miedo a la violencia que podía estallar? ¿Y los que se abstuvieron no porque están a favor del gobierno sino porque no están completamente de acuerdo con el manejo que se ha hecho del movimiento autonómico? Si las elecciones en el mundo se definieran con los cálculos caprichosos del gobierno, ni siquiera Evo Morales sería presidente, a pesar de su notable 54% de votación en 2005. Sumemos al 46% que no votó por él, los votos blancos y nulos y el 16% de abstención… Y según la propia lógica esgrimida ahora por el gobierno, no sería hoy presidente, como ya lo han dicho ya muchos analistas. Para hablar, primero hay que pensar.
***
Danielle Mitterand, la anciana viuda del que fue emblemático dirigente socialista y Presidente de Francia, es voluntariosa como niña scout. Siempre lista para firmar todo lo que le pongan delante. Si le dicen que es una buena causa, se apunta sin leer siquiera lo que firma. Pero firma tantas cosas todos los días, que uno se pregunta quién le prepara los textos. Uno reciente habla de las “bandas fascistas” de Santa Cruz y de la “depuración étnica”, temas que obviamente suenan bien en los oídos europeos que recuerdan el nazismo. Dicen que hay un boliviano en el gobierno francés, próximo al MAS, que le sopla al oído y la hace firmar a ojos cerrado lo que sea. La señora Mitterand se ha enamorado de un símbolo, como mucha otra gente: el presidente indígena. El paternalismo, o maternalismo en este caso, la llena de ilusión.
***
El Presidente Hugo Chávez le hace otra vez un flaco favor al gobierno de Evo con sus declaraciones rimbombantes de que Venezuela “no permitirá la división de Bolivia”, y que su gobierno “no se quedará de brazos cruzados”. Primero, que es una burrada confundir autonomía con secesión, no sabe de qué está hablando. Y segundo, que pase lo que pase, no nos gusta que en Bolivia intervengan ni los gringos, ni los venezolanos, ni los brasileños, ni nadie. Una cosa es la cooperación, bienvenida de Cuba, de Venezuela, de Estados Unidos o de Europa, y otra cosa es que los países que ayudan crean que tienen derechos propietarios sobre nosotros. El Presidente Chávez debería pensar antes de hablar. El apasionamiento a veces lo confunde. Y su confusión hace que Evo aparezca como araña fumigada, más aislado que nunca.
***
Nicolás Sarkozy, el derechista Presidente de Francia, no ha podido celebrar con estilo su primer año de gobierno. Dice que los medios de difusión son los responsables de que su imagen y popularidad estén por los suelos: “La prensa no me ayuda…” Ahora el gobierno tiene planes de obligar a la Agencia France Presse (AFP) a publicar todos los comunicados oficiales que emite. ¿Qué tienen los presidentes que cada vez que les va mal le echan la culpa al empedrado? ¿En la baja de popularidad de Sarkozy no tendrá que ver su arrogancia y su frivolidad?
Álvaro García Linera dice que hay que detener a los “golpistas de traje y camisa”, refiriéndose a los principales dirigentes del movimiento autonómico cruceño. La expresión es interesante, pues el Vice-Presidente también viste traje y camisa (incluso ahora usa corbata), a menos que haya decidido cambiar de atuendo por un poncho rojo. Como el gobierno de izquierda está de mieles con los militares (aquí no se necesita una “ley de perdón y olvido”, el olvido es automático) hay que buscar los golpes en otro lado. ¿Qué pensará el vice cuando dice semejante tontería? Para empezar tendría que explicar cómo un plebiscito con participación de más de medio millón de bolivianos, es un intento golpista (podría tratarse de una insurrección, eso sí). Y para terminar tendría que leer un diccionario para enterarse de lo que significa “golpe de Estado”. En Bolivia hay bastante experiencia en ese tema, pero quizás él era muy chico y no se acuerda.
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El mismo vice, compite con el Presidente en sus declaraciones estruendosas: “El Sí es la patria, es la dignidad, la igualdad, el trabajo, la justicia, el Sí es Evo Morales, presidente de la República. En cambio, el No es la privatización, colocar el No es que vuelva Sánchez de Lozada, que vuelvan los mismos facinerosos a seguir robando a los humildes”. Pasemos por alto la declaración tan maniquea, para manifestar preocupación por la campaña mediática incesante. El gobierno del MAS ha superado con creces a todos los gobiernos anteriores en la cantidad de recursos del Estado (es decir del pueblo) que gasta en la propaganda en favor de las propuestas del MAS. Es decir, ya no hay manera de diferenciar al Estado (que se supone es el de todos los bolivianos) del partido que gobierna, el MAS. En otros países los partidos hacen campañas políticas con dineros propios y se los critica cuando usan dinero del Estado, pero en la nueva Bolivia, todo es posible, incluso que los recursos del Estado favorezcan abiertamente a un solo partido político.
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La Agencia Nacional Fides (ANF) vuelve a la carga sensacionalista con un tema: muchos ministros y vice-ministros y otras autoridades del gobierno del MAS, provienen de las ONG. La noticia se presenta como si fuera un problema. Yo digo: que bien. Prefiero mil veces un gobierno compuesto por gente de las ONG, que por militares o por empresarios privados. La gente que ha trabajado muchos años en las ONG conoce mejor el país, suele ser eficiente y tiene una motivación sincera a favor de los cambios sociales. Claro que el poder los puede volver a veces arrogantes e incluso corruptos, pero en menor medida que aquellos que mantienen un pie en la empresa privada para beneficiar a sus negocios mediante el tráfico de influencias. Si en el Congreso tuviéramos más gente de las ONG, seguro que habría menos corrupción y más responsabilidad.
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El Presidente Evo Morales lo dijo, y luego lo ratificó la agencia gubernamental ABI, que el 39% de abstención en el referendo de Santa Cruz, significa un rechazo al Estatuto Autonómico. Esa es una manera curiosa de manejar las cifras y una suposición aventurada. ¿Qué dirán los que no pudieron votar porque militantes del MAS quemaron las urnas? ¿Y los que se quedaron en sus casas por miedo a la violencia que podía estallar? ¿Y los que se abstuvieron no porque están a favor del gobierno sino porque no están completamente de acuerdo con el manejo que se ha hecho del movimiento autonómico? Si las elecciones en el mundo se definieran con los cálculos caprichosos del gobierno, ni siquiera Evo Morales sería presidente, a pesar de su notable 54% de votación en 2005. Sumemos al 46% que no votó por él, los votos blancos y nulos y el 16% de abstención… Y según la propia lógica esgrimida ahora por el gobierno, no sería hoy presidente, como ya lo han dicho ya muchos analistas. Para hablar, primero hay que pensar.
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Danielle Mitterand, la anciana viuda del que fue emblemático dirigente socialista y Presidente de Francia, es voluntariosa como niña scout. Siempre lista para firmar todo lo que le pongan delante. Si le dicen que es una buena causa, se apunta sin leer siquiera lo que firma. Pero firma tantas cosas todos los días, que uno se pregunta quién le prepara los textos. Uno reciente habla de las “bandas fascistas” de Santa Cruz y de la “depuración étnica”, temas que obviamente suenan bien en los oídos europeos que recuerdan el nazismo. Dicen que hay un boliviano en el gobierno francés, próximo al MAS, que le sopla al oído y la hace firmar a ojos cerrado lo que sea. La señora Mitterand se ha enamorado de un símbolo, como mucha otra gente: el presidente indígena. El paternalismo, o maternalismo en este caso, la llena de ilusión.
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El Presidente Hugo Chávez le hace otra vez un flaco favor al gobierno de Evo con sus declaraciones rimbombantes de que Venezuela “no permitirá la división de Bolivia”, y que su gobierno “no se quedará de brazos cruzados”. Primero, que es una burrada confundir autonomía con secesión, no sabe de qué está hablando. Y segundo, que pase lo que pase, no nos gusta que en Bolivia intervengan ni los gringos, ni los venezolanos, ni los brasileños, ni nadie. Una cosa es la cooperación, bienvenida de Cuba, de Venezuela, de Estados Unidos o de Europa, y otra cosa es que los países que ayudan crean que tienen derechos propietarios sobre nosotros. El Presidente Chávez debería pensar antes de hablar. El apasionamiento a veces lo confunde. Y su confusión hace que Evo aparezca como araña fumigada, más aislado que nunca.
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Nicolás Sarkozy, el derechista Presidente de Francia, no ha podido celebrar con estilo su primer año de gobierno. Dice que los medios de difusión son los responsables de que su imagen y popularidad estén por los suelos: “La prensa no me ayuda…” Ahora el gobierno tiene planes de obligar a la Agencia France Presse (AFP) a publicar todos los comunicados oficiales que emite. ¿Qué tienen los presidentes que cada vez que les va mal le echan la culpa al empedrado? ¿En la baja de popularidad de Sarkozy no tendrá que ver su arrogancia y su frivolidad?
jueves, 15 de mayo de 2008
humberto vacaflor, nacido en Tupiza destacó como actor, radialista e investigador periodista con méritos reconocidos se refiere a la cocaína
Humberto Vacaflor, reconocido periodista y analista económico y político, ha concentrado desde hace más de un año su atención en las mafias y el tráfico de drogas. Participó en varios foros internacionales sobre el tema en capitales como Distrito Federal México y Santiago de Chile. También visitó urbes tan emblemáticas como Sicilia (Italia) donde recabó más información. En breve consolidará el fruto de sus investigaciones en un libro. En su conversación con ¡OH! ha incidido recurrentemente en su preocupación ante el repliegue estatal frente al fortalecimiento del hampa internacional.-¿Cuál la relación que modernamente se establece entre Estados nacionales débiles y mafias transnacionales?-Las mafias florecen allí donde hay Estados débiles, en los fuertes se logra hacerlas retroceder. Es en los espacios territoriales que el Estado débil deja, el lugar donde anidan. Hoy sucede así en muchos países. Allí las mafias se presentan como alternativas al Estado… cobran impuestos.-¿Puede citar un caso extremo de ese conjunto de países?-Colombia. La mafia esa que se llama Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y otras parecidas, son en realidad grupos armados que controlan territorios donde el Estado no puede llegar y controlar. Allá la mafia, denominada guerrilla, en realidad impone sus leyes, cobra tributos a la población y usa esos territorios para retener a personas secuestradas –por las que pide rescate- y para proteger el negocio del narcotráfico.-Que viene a ser hoy la punta de lanza de las mafias en general. ¿Cómo expanden su influencia en América?-Desplazada de alguna manera de Estados Unidos, la mafia del narcotráfico busca territorios para asentarse. Controla en este momento pequeños Estados en el Caribe. En México hay dos estados (Tamaulipas y Guerrero) donde el narcotráfico le pelea al Ejército el control del territorio. En Brasil, los narcos dan batalla a los militares brasileños por el control de algunas favelas, especialmente en Río de Janeiro. Siete provincias del Perú se hallan amenazadas por este poder. El Gobierno peruano ha tenido que declarar en emergencia a esos territorios y envió a las Fuerzas Armadas para combatir a las organizaciones delictivas. La mafia del narcotráfico quiere en Perú liberar zonas para operar libremente y producir coca y cocaína, a semejanza de lo que hace en Colombia. Busca también poseer allí pistas de aterrizaje donde esperar a los compradores de la “merca”. Así, la nueva táctica de los mafiosos implica conquistar el control de territorios.-¿Qué pasa en Bolivia? Aquí el Estado es débil, sin embargo no se advierte una presencia tan explícita y confrontacional de la narcomafia…-En nuestro país sucede algo diferente. Aquí no se necesitan grupos armados para controlar territorios. En Bolivia ellos han optado por usar a los sindicatos. El sindicato de cocaleros reemplaza dentro de Bolivia a las organizaciones armadas de la mafia. Es lo suficientemente fuerte como para lograr que no lleguen las leyes del Estado boliviano a las zonas del tráfico de drogas. Basta recordar casos de muerte de militares como el asesinato de los esposos Andrade. Ellos fueron victimados por cocaleros que protegían territorios para que operen libremente las mafias.-¿No cree que, dada la creciente debilidad que el Estado sufre desde hace siete años, el caso bien podría repetirse para grupos de poder en municipios y hasta prefecturas que tienen hegemonía en ciertas zonas fronterizas?-Es cierto. Hace un mes el Director de la Aduana dijo que en el territorio boliviano hay siete “zonas negras”, territorios prácticamente perdidos, donde esa institución no puede operar: tres en La Paz, tres en Oruro y una en Tarija. Son puntos fronterizos donde la mafia del contrabando se mezcla con la del narcotráfico y se hacen invencibles.-¿Qué pasa con los cárteles y barones de la droga? ¿Por qué ya no se los identifica aquí?-Colombia y México se han convertido en su territorio por su ventaja geográfica en relación a EEUU y por el uso del éter para producir el clorhidrato de cocaína. En Bolivia no resulta fácil conseguir éter porque no es un país con el suficiente desarrollo industrial. Si alguien lo adquiere aquí ya llama la atención. En países industrializados no se puede detectar a dónde va el éter que una determinada persona compra.-En ese contexto, ¿en qué condición queda Bolivia como país en relación al narcotráfico?-A raíz de la presencia de un cocalero en la Presidencia, se convierte en un país ganado por y para el narcotráfico. Por ello no resulta tan importante el artículo que habla de la reelección de Evo Morales en el nuevo texto constitucional, sino aquél que despenaliza el cultivo de la hoja de coca. Este régimen se justifica así para la mafia. La nueva Constitución despenaliza, autoriza que se cultive coca en todo el territorio boliviano.-¿Qué datos específicos permiten dimensionar la presencia del narcotráfico en Bolivia?-El propio Gobierno boliviano ha informado oficialmente, por ejemplo, que la narcomafia controla 437 pistas clandestinas de aterrizaje en el país. Pero lo que más nos tendría que preocupar es la enorme influencia económica del narcotráfico. Va distorsionando el nivel salarial. Los salarios de los cultivadores de coca han crecido mucho y eso crea problemas para los caficultores. El cocalero hoy paga hasta 150 bolivianos el jornal. Hay empresarios del café que ya han levantado las manos y están abandonando sus plantaciones. Cuando el cafetero quiere contratar un cultivador, no puede competir con esa paga. Su capacidad llega apenas a 60 ó 70 bolivianos. Ello porque el precio del café se muestra inferior al de la coca en la perspectiva de su industrialización, del valor agregado que se le da hasta convertirla en droga.-En 1985 se decía, por ejemplo, que el bolsín del Banco Central era alimentado también por dólares del narcotráfico. ¿Sabe usted qué nuevos fenómenos económicos se producen hoy en cuanto a los narcodólares y su lavado en Bolivia?-Hay sospechas, por ejemplo, de que algún avión venezolano pudiese haber llevado hacia ese país o droga o narcodólares. Allá, como hay una diferencia muy grande entre los dólares oficiales y los del mercado negro, entonces se quintuplica su valor en la transacción. Luego bien puede volver a Bolivia y servir para sobornos, prebendas y otro tipo de objetivos que evaden cualquier control. Entonces podría resultar que la ayuda que llega no salga de los bolsillos de (Hugo) Chávez.-¿Usted coincide con quienes advierten que los narcodólares en general son también causantes del actual proceso inflacionario?-La inflación se debe en alrededor de un 30 a 40 por ciento a los fondos del narcotráfico. Los precios de los minerales, las remesas y el narcotráfico impulsan la inflación. No sé cuál va primero, particularmente estimo que el narcotráfico. Al buscar a los culpables hay que señalarlo.-Armas y drogas van por lo general unidas. En Brasil se ha reclamado sobre el ingreso de armamento boliviano para los narcotraficantes de ese país. ¿Tiene alguna información acerca de la relación entre miembros de las fuerzas de seguridad nacionales con la mafia brasileña?-Hace dos meses la prensa de aquél país informó que el Ejército brasileño capturó un arsenal de los narcotraficantes. Entre las armas incautadas halló una ametralladora con el escudo del Ejército boliviano. Se trataba de un arma para uso antiaéreo, vale decir con balas blindadas. Hasta ahí lo constatado, aunque se sabe que el Ejército boliviano es una coladera. Se van, se venden las armas bolivianas por todas partes, tanto que una ametralladora antiaérea de nuestras FFAA llegó a manos de los narcos de nuestro más grande vecino.-En cuanto a ligazones directas con el poder político, nuestra historia moderna nos las muestra como una constante. Hubo vasos comunicantes entre las dictaduras y el narcotráfico. Luego, desde que se recuperó la democracia, sucedió lo propio. Altos representantes de cada Gobierno, así como de los más importantes partidos, ADN, MIR, MNR, UCS, cedieron ante el poder del narcotráfico. ¿Cómo andamos ahora en ese nivel?-Bueno, la primera vez que se habla abiertamente de un Gobierno del narcotráfico es durante el Gobierno de García Meza. Económicamente pasábamos una situación desastrosa. Los precios de los minerales se habían ido al diablo, las exportaciones de petróleo a Argentina se habían suspendido. Entonces este hombre encuentra que la única actividad viable era el narcotráfico y se sustenta en él. Se descubrieron dos o tres casos de exportaciones masivas de droga. Nunca sabremos cuántas hubo en total.Después, a fines de los ‘80 y principios de los ‘90 se habla, por ejemplo, del Gobierno de los narcovínculos del MIR. Evidentemente, el narcotráfico ha estado siempre presente. De pronto, aparece un personaje vinculado al sector que provee de la materia prima al narcotráfico. Es decir, el principal líder de los proveedores de la materia prima para la fabricación de cocaína se convierte en político y llega a la Presidencia de la República.-Bueno, tampoco podemos olvidar que en el norte se halla el gran consumidor. ¿Cómo explicamos la situación de EEUU en relación a la coca, la cocaína, Bolivia y las mafias?-La coca está presente en nuestra economía desde 1545, cuando los españoles comienzan a utilizarla para facilitar el trabajo de los mineros. La producción de la hoja en los Yungas crece desde ese año hasta 1800 al mismo ritmo que la producción de plata. Los mineros se llevaban al socavón charque, mote y coca para trabajar seis días.Pero ya en 1870 se descubre la cocaína y Bolivia entra a otra era. Ésta se marca sobre todo entre 1960 y 1975, eran los últimos años de la Guerra de Vietnam. En esa contienda se generalizó el uso de la cocaína por parte del Ejército de los Estados Unidos. Ello debido a que los militares primero empezaron a consumir las drogas que tenían a su alcance en la zona, es decir la heroína o el opio. Sin embargo, éstas producen sueño, Entonces a alguien sugirió una droga que permita a los combatientes mantenerse despiertos: la cocaína. Por esa razón la producción casi se cuadruplicó en Bolivia.Concluida la contienda, los miles y miles de soldados que retornaron a Norteamérica eran adictos. Se desata la novedad, se expande la demanda y surge la sociedad más consumidora del planeta. Entonces el Gobierno de EEUU se da cuenta de que debe frenar el negocio porque no logra ser parte del mismo. No le importa el pecado, sino el hecho de que la ganancia se va a otras manos. Por eso plantea la penalización de la droga y de la hoja de coca en la ONU.-Pero el negocio ya era imparable…-La cocaína ya se había acomodado entre los ciudadanos del mundo. Ahora ya es uno de los brazos más poderosos de la gran transnacional del narcotráfico. Se constituye en la segunda transnacional más poderosa del planeta después de la de las armas. Negocia con un capital cien veces mayor al Producto Interno Bruto de Bolivia. Maneja además el mercado del opio, la heroína y la marihuana y controla estados. Pone en figurillas a los países pobres como también es el caso de Paraguay y la marihuana. Y no podemos olvidar que Afganistán es un Estado controlado por el narcotráfico. Bolivia está ahora en la perspectiva de convertirse en un Afganistán.-Quiere decir que al final llegamos a conclusiones algo parecidas a las de Samuel P. Huntington: se alían el narcotráfico, la izquierda y grupos fundamentalistas frente al gran consumidor.-Sí, la coca y la cocaína han hecho aliados de distinta historia. De ser la hoja compañera de los mineros explotados, llegó a ser la lady de Freud y de los primeros ministros y las monarquías europeas. La cocaína tiene el poder de encumbrarse en el poder político y económico, y, claro, tiene la capacidad de destrozar países. [lanarcosis]
miércoles, 14 de mayo de 2008
Clarin de Bs.As. repitió los presagios de Bush que si pierden los demócratas podría ocurrir otro 11-s mientras que la bbc reveló ataque palestino
El presidente de EE.UU., George W. Bush, manifestó hoy su temor de que la victoria de un candidato presidencial demócrata abra el camino para un nuevo ataque terrorista. En una entrevista para la revista Político y el portal de Internet Yahoo News, el presidente también dijo que estaba decepcionado por lo que calificó como la "información fallida de inteligencia" que recibió antes de lanzar la guerra en Irak en 2003. Esa información señaló que el régimen del derrocado presidente Sadam Hussein mantenía contactos con el terrorismo y desarrollaba armas de destrucción masiva. "¿Que si pienso que alguien me mintió? No. No creo. Pienso que analizaron la situación y sacaron una conclusión equivocada", señaló. El presidente de EE.UU. también indicó que le preocupa que dejará a su sucesor una guerra en Irak que no ha concluido y aludió al hecho de que los dos aspirantes demócratas a la candidatura presidencial, la ex primera dama Hillary Clinton y el senador Barack Obama, han prometido terminar el conflicto si llegan a la Casa Blanca en enero del próximo año. "En este escenario apocalíptico, por supuesto, los extremistas de todo el Oriente Medio se sentirían envalentonados y eso, eventualmente, conduciría a otro ataque a Estados Unidos", señaló. Bush se refería a los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra Washington, Nueva York y Pensilvania que se cobraron la vida de unas 3.000 personas. Bush también admitió que eran escasos sus conocimientos sobre la amenaza del calentamiento global cuando llegó a la Casa Blanca en enero de 2001. Y reconoció que el problema "es verdaderamente real. Sí lo es". No obstante, defendió su oposición al tratado de Kioto sobre cambio climático y lo calificó como un "acuerdo desastroso". "Yo podía haber apoyado un acuerdo desastroso y todo el mundo habría dicho. !Qué tipo fabuloso que es! Pero no habría dado resultados", aseguró. Bush también criticó al Congreso bajo control del Partido Demócrata y señaló que no ha actuado para resolver problemas como el de la aprobación de tratados de libre comercio, la renovación de las facultades de vigilancia de seguridad de su Gobierno, y por no reaccionar adecuadamente ante la crisis inmobiliaria que ha provocado una crisis en la economía de Estados Unidos. "Diría que (los legisladores) se han estancado. Diría que hasta ahora han sido buenos en la oratoria y malos en los resultados", indicó. Bush también lanzó sus fuegos contra el ex presidente demócrata Jimmy Carter al que acusó de adoptar una mentalidad de "culpar a Israel por todos los problemas" que ocurren en el Oriente Medio. El presidente republicano manifestó asimismo su solidaridad con los aspirantes demócratas a la presidencia que han librado una dura campaña por la nominación. "Recuerdo cómo fue en 2000 y estaba exhausto. Y eso que mi elección primaria terminó bastante pronto en comparación con esta. Ambos candidatos deben estar agotados. No han tenido tiempo para poner sus pies sobre la tierra y descansar", señaló. Cuando se le preguntó si se planteará en Estados Unidos el problema racial si Obama logra finalmente la candidatura demócrata, Bush lo descartó totalmente. "Creo que la mayoría de los estadounidenses son gente de mente abierta y van a elegir al presidente que proteja la seguridad de EE.UU. y mantenga bajos los impuestos. Mi idea es que la raza solo será un tema de debate si es propiciada por la prensa", indicó.
lunes, 12 de mayo de 2008
manuel Freytas es periodista, investigador y analista de los hechos políticos sin ingresar a especulaciones de derecha ni de izquierda se ocupa de Bl.
La estrategia USA y sus líneas matrices
Hay una teoría conspirativa en boga (proveniente de la izquierda) que sostiene que EEUU promovió el enfrentamiento entre Evo Morales y la oligarquía secesionista para (por medio de una guerra civil) "dividir Bolivia" en dos países, uno rico y otro pobre: es falsa.
En el actual escenario boliviano, una "guerra civil" o una división de Bolivia sería perjudicial para los intereses económicos trasnacionales y para la estrategia de control regional con la "alternancia democrática-constitucional" impuesta por EEUU en su patio trasero latinoamericano.
Los que manejan información confidencial sobre los lineamientos del poder imperial saben que la actual estrategia del Departamento de Estado norteamericano en Bolivia (así como en toda América Latina) pasa por el mantenimiento de la "gobernabilidad democrática" dentro de una alternancia electiva de las fuerzas políticas por medio de las urnas.
Esto significa (y a diferencia de la década del setenta en que impulsaba la doctrina militar de la "seguridad nacional") que EEUU en estos momentos no baraja hipótesis de "golpes militares" o de "guerra civil" en América Latina, sino la continuidad alternada de gobiernos "democráticos" (de cualquier signo ideológico que sean) dentro del sistema constitucional electivo.
Los militares bolivianos, y los de toda la región (formados y conducidos desde el Comando Sur) conocen el precepto básico: EEUU ya no apoya golpes de Estado militares en América Latina y las alternativas y/o soluciones del control político y social (imperial) deben emerger del poder político-constitucional civil.
Como también se sabe (y consta en los documentos del Departamento de Estado) Washington, en América Latina, reconoce tanto a la derecha como a la izquierda como opciones válidas de "gobernabilidad" aceptada siempre que respeten dos condiciones básicas: El mantenimiento del sistema constitucional (escrito y normatizado) y el mantenimiento del sistema de control y dominio (no escrito y escondido) que mantienen los bancos y empresas transnacionales sobre las estructuras económicas-productivas de los países de la región.
Si no alteran esas dos líneas matrices, los presidentes (de la ideología que sean) pueden manejarse libremente con el discurso, pueden criticar o rechazar públicamente la dominación de EEEUU, autotitularse antiimperialistas o revolucionarios, incluso insultar al presidente norteamericano. Lo que no pueden hacer es: Romper el orden constitucional o salirse de los marcos de la dependencia al poder económico transnacional.
En este escenario real (y no en teorías conspirativas o en "revoluciones" inexistentes) hay que abordar el proceso conflictivo boliviano que hoy tiene a Evo Morales y a la oligarquía de la Media Luna como actores centrales de una guerra interna por el poder, en cuyo centro se encuentran los intereses estratégicos regionales de EEUU y los intereses económicos de las empresas transnacionales protegidas por la embajada norteamericana.
En el actual escenario boliviano, una "guerra civil" o una división de Bolivia sería perjudicial para los intereses económicos trasnacionales y para la estrategia de control regional con la "alternancia democrática-constitucional" impuesta por EEUU en su patio trasero latinoamericano.
Los que manejan información confidencial sobre los lineamientos del poder imperial saben que la actual estrategia del Departamento de Estado norteamericano en Bolivia (así como en toda América Latina) pasa por el mantenimiento de la "gobernabilidad democrática" dentro de una alternancia electiva de las fuerzas políticas por medio de las urnas.
Esto significa (y a diferencia de la década del setenta en que impulsaba la doctrina militar de la "seguridad nacional") que EEUU en estos momentos no baraja hipótesis de "golpes militares" o de "guerra civil" en América Latina, sino la continuidad alternada de gobiernos "democráticos" (de cualquier signo ideológico que sean) dentro del sistema constitucional electivo.
Los militares bolivianos, y los de toda la región (formados y conducidos desde el Comando Sur) conocen el precepto básico: EEUU ya no apoya golpes de Estado militares en América Latina y las alternativas y/o soluciones del control político y social (imperial) deben emerger del poder político-constitucional civil.
Como también se sabe (y consta en los documentos del Departamento de Estado) Washington, en América Latina, reconoce tanto a la derecha como a la izquierda como opciones válidas de "gobernabilidad" aceptada siempre que respeten dos condiciones básicas: El mantenimiento del sistema constitucional (escrito y normatizado) y el mantenimiento del sistema de control y dominio (no escrito y escondido) que mantienen los bancos y empresas transnacionales sobre las estructuras económicas-productivas de los países de la región.
Si no alteran esas dos líneas matrices, los presidentes (de la ideología que sean) pueden manejarse libremente con el discurso, pueden criticar o rechazar públicamente la dominación de EEEUU, autotitularse antiimperialistas o revolucionarios, incluso insultar al presidente norteamericano. Lo que no pueden hacer es: Romper el orden constitucional o salirse de los marcos de la dependencia al poder económico transnacional.
En este escenario real (y no en teorías conspirativas o en "revoluciones" inexistentes) hay que abordar el proceso conflictivo boliviano que hoy tiene a Evo Morales y a la oligarquía de la Media Luna como actores centrales de una guerra interna por el poder, en cuyo centro se encuentran los intereses estratégicos regionales de EEUU y los intereses económicos de las empresas transnacionales protegidas por la embajada norteamericana.
martes, 6 de mayo de 2008
alfonso gumucio con claridad meridiana lanza su BASTA DE MENTIRAS que reproducimos para relievar su espíritu humanista y profundamente boliviano
Basta ya de mentiras
Estemos o no a favor del estatuto autonómico de Santa Cruz, es innegable que la mayoría de la población votante de ese departamento quiere la autonomía. El 39% de abstención fue mayor (en 17%) que el de las elecciones departamentales del 2006, pero aún en el supuesto de que todos los ciudadanos que se abstuvieron hubieran votado, el resultado final sería el mismo. Mucha gente se abstuvo porque no está a favor del Estatuto Autonómico, pero tampoco a favor del gobierno. Es una irresponsabilidad y una argucia baja pretender que todos los votos de la abstención hubieran favorecido al NO. No hay lugar para manipular cifras, y lanzar acusaciones de fraude que no están sustanciadas ni afectan significativamente la cifra total.
Uno no sabe si reírse o avergonzarse de las declaraciones del Presidente Evo Morales y del MAS, que han venido insistiendo en que la autonomía cruceña es una artimaña de unas cuantas familias de ricos, de unos cuantos grupos de derecha que controlan la política cruceña. Si eso fuera cierto, tendríamos que colegir –por las cifras- que Santa Cruz está llena de familias numerosas y prósperas. Ahora queda claro que no se trata de un puñado de privilegiados solamente. Incluso en el Plan Tres Mil, enorme barrio popular, ganó el SI.
Estamos tan encuevados en el altiplano, que no vemos más allá de las narices. El grupo reducido es en realidad el 14 % que votó por el NO. La simple aritmética muestra que el porcentaje del SI es mucho mayor que el obtenido por Evo en las elecciones presidenciales. Cuando se obtiene un 54% en una elección, se tiene a favor un poco más de la mitad de los votantes, pero un 85% es muy aplastante, mas de ¾ del total.
Ahora bien, esto no quiere decir que los que votaron por el SI o por el NO, conozcan exactamente las consecuencias del Estatuto Autonómico. Probablemente la población cruceña sabe tan poco del Estatuto Autonómico de su departamento, como la población boliviana sobre la Constitución Política del Estado propuesta y aprobada en Sucre y luego en Oruro por el MAS. Tal como están las cosas, eso no parece importar. Los referendos departamentales evidencian que el país está dividido entre los que apoyan el proyecto centralista del MAS y los que no lo quieren. La crisis de Estado y de sociedad es mucho más profunda, no se la puede simplificar con frases simplistas como ricos contra pobres o izquierda contra derecha, como pretende el gobierno de manera infantil.
Los analistas que han estudiado a fondo el estatuto autonómico coinciden en que tiene un sesgo federalista que va más allá del modelo autonómico español. También coinciden en que esos estatutos se radicalizaron como respuesta a la Constitución del MAS, aprobada entre gallos y medianoche. La posición de la llamada “media luna” es clara: nos vamos al otro extremo, para que luego podamos negociar y llegar al “juste milieu”, a un punto intermedio que convenga a todo el país.
No hay peor ciego que el que no quiere ver, y peor sordo que el que no quiere oír… Y el gobierno no ha mostrado hasta ahora flexibilidad. Mantiene un discurso alienado, fuera de la realidad, sin asomo de lógica y cada vez menos sensato. Por ello está perdiendo terreno, por eso el discurso se está gastando, y la popularidad del presidente va de bajada. El MAS se ha rifado irresponsablemente el proceso de cambio por el que muchos bolivianos apostamos.
La situación del país es triste. Los dirigentes del MAS y sus voluntariosos seguidores, no quieren aceptar que se equivocan en lo político como en lo económico. Se esconden como niños debajo de la mesa, repitiendo las mismas frases trilladas como si fuera un mantra. ¿Se lo creen realmente? Contra toda evidencia, contra la realidad aplastante, siguen repitiendo consignas y echándole la culpa al empedrado. El Presidente Morales no tiene la menor hidalguía a la hora de reconocer su derrota. No es honesto, miente. ¿O quizás está muy mal informado? ¿Le esconden la verdad quienes lo rodean? ¿Vive en un mundo ficticio?
Cuando el Presidente Chávez perdió su referendo más reciente, tuvo la hidalguía de reconocer la victoria de la oposición, aunque fuera -como dijo- una victoria “pírrica”, es decir, por un margen mínimo. Esa hidalguía le falta a Evo Morales, quien se apresuró en calificar el referendo de Santa Cruz como un “fracaso”, esgrimiendo una aritmética tramposa, que si se aplicara de esa manera a los resultados electorales del 2005, no le favorecería en absoluto… Esas afirmaciones de Evo son dignas de Ripley y caen por su propio peso: esta fue una estruendosa derrota para el gobierno central, para el MAS y para Evo Morales. Este es un dato objetivo, nos guste o no, estemos a favor o en contra.
El tema que preocupa trasciende el referendo de Santa Cruz. Cualquier otro referendo que se haga en Bolivia en la actual circunstancia de polarización, no puede sino traducirse en una sola cosa: una oportunidad de manifestarse a favor o en contra del gobierno del MAS. El contenido de los referendos pasa a segundo plano, son irrelevantes, porque lo que la gente quiere es expresar su acuerdo o desacuerdo con el gobierno.
No es casual que el gobierno ya no insista en el referendo revocatorio, por el cual el pueblo decidiría si el presidente y los prefectos deben quedarse en sus cargos o irse a sus casas. El gobierno amenazó con este referendo el año pasado, cuando todavía se sentía fuerte y las encuestas le daban posibilidades de ganar la apuesta. Pero en pocos meses las cosas han cambiado, y el riesgo para Evo Morales es demasiado grande. De modo que ya nadie en el gobierno habla de los referendos revocatorios, pues podrían perder.
Las últimas declaraciones y entrevistas de Evo Morales muestran a un hombre que se enreda cuando habla, incluso peor que antes. Morales no ha sido un hombre articulado, cuando habla repite las mismas consignas, es incapaz de analizar un tema en profundidad, de razonar mientras habla. Improvisa siempre e improvisa mal. Pero las últimas intervenciones lo muestran además inseguro, sin aplomo, confundido, descompuesto, aunque las palabras que salen de su boca pretendan afirmar lo contrario.
No se puede decir que todos los que votaron por el SI sean unos estúpidos manipulados por unos cuantos patrones, eso sería insultante para los ciudadanos cruceños que, valga recordarlo, provienen en buen número del altiplano y de los valles. Lo que me preocupa no es la autonomía, puesto que es una tendencia irreversible y beneficiosa a nivel mundial, sino la manera como puede aprovechar esta coyuntura el grupo de terratenientes que trata de confundirse ahora entre los pliegues de la bandera autonómica. Los cruceños autonomistas deberían desmarcarse abiertamente de ese sector de intereses económicos feudales.
Los próximos días demostrarán si los analistas políticos independientes estaban en lo cierto. Muchos coinciden en decir que esta prueba de fuerza en Santa Cruz era necesaria para que el gobierno se siente a negociar de veras, para que tanto el Estatuto Autonómico como la Constitución aprobada por los asambleístas del MAS, se vuelvan a abrir a la discusión, y esta vez sin condiciones. Esto es lo que la mayoría de los bolivianos espera, y si el gobierno no muestra una voluntad verdadera y honesta para la negociación, no podrá salir del atolladero y seguirá hundiéndose en su propio lodo. Cada referendo autonómico será un golpe mortal.
lunes, 5 de mayo de 2008
"entre la espada y la pared" considera iar-noticias la situación de evo morales en texto muy profundo para meditar
Más allá de los resultados del referéndum por la autonomía, la oligarquía separatista de Santa Cruz, el distrito más rico de Bolivia, lanzó el domingo su mayor declaración de guerra al gobierno de Evo Morales, quien se mantuvo en la postura de declararlo "ilegal".
Cuantificar el resultado del referéndum (por cuanto ganó el SI) es irrelevante frente a la "oficialización" de la ruptura separatista que parte en dos a Bolivia, y que luego de Santa Cruz se seguirá proyectando en los referéndums a realizarse en Beni, Pando, Tarija y posiblemente Chuquisaca y Cochabamba hasta mediados de junio.
Pero, más allá de la parodia electoral, de hecho, Santa Cruz y otras cinco provincias controladas por la oligarquía secesionista siguen en pie de guerra desde que se levantaron contra la Constitución impulsada por el gobierno de Evo Morales y decretaron el "estado de resistencia civil movilizada".
Según los sectores combativos de la izquierda boliviana, el proceso de reformas económico sociales que lleva adelante en Bolivia el gobierno "reformista" (y dócil con las transnacionales) de Evo Morales ha llegado a un punto de inflexión precipitado por la radicalización de la derecha oligárquica que quiere cortarse sola con su propio gobierno en los departamentos "sublevados" de Santa Cruz, Beni, Pando, Tarija, Cochabamba y Chuquisaca.
Para la izquierda combativa boliviana, la guerra civil que de hecho ya funciona en Bolivia muestra por un lado los intereses contrapuestos de la oligarquía, "peona" de las transnacionales, y por el otro, la frustración de los mayoritarios sectores sociales empobrecidos aprisionados en el colchón "reformista" del gobierno de Evo Morales.
En la práctica, y como afirma la agencia boliviana Econoticias, en Bolivia hay dos gobiernos.
El Alto en marcha, en apoyo de Morales
Uno, el legal, del presidente indígena Evo Morales, tiene masivo apoyo campesino y el control del altiplano (La Paz, Oruro y Potosí). El Ejército y la Policía responden sólo formalmente a su mando, y una parte de los sindicatos y las clases medias lo apoyan, aunque sin mucho entusiasmo.
En los valles y llanuras del oriente y sur del país, gobierna de hecho la oligarquía latifundista y la burguesía financiera-comercial, que cuentan con la adhesión militante de una porción de las clases medias y la sumisión de sectores sindicales y organizaciones cívicas y populares.
Para los sectores combativos de Bolivia, Morales, que navega permanente entre la "guerra final contra la oligarquía" que piden los sectores más extremos de su movimiento, y la "paz para preservar la gobernabilidad" que exigen la embajada de EEUU y el poder trasnacional, parece haber llegado al final de cuerda.
La guerra -vale aclararlo- ya no es por la propiedad de los hidrocarburos y de las riquezas de Bolivia (que siguen en manos de las multinacionales), sino por la hegemonía del control del Estado.
Si bien Morales ha repetido hasta el cansancio que respetará la propiedad privada –inclusive los grandes latifundios "productivos"– y que garantizará seguridad jurídica para las transnacionales, con las cuales no ha roto, la oligarquía latifundista ya le declaró la guerra por el monopolio del poder del Estado.
Según Econoticias, la semana pasada, zafándose del control gubernamental, el XIV Congreso de la Central Obrera de Oruro, dominada por los mineros combativos, postuló la "vía revolucionaria" para superar el tibio reformismo del gobierno indígena de Evo Morales y para aplastar la rebelión de la oligarquía separatista del oriente.“Los trabajadores no queremos ni los Estatutos autonómicos separatistas de la oligarquía ni la Constitución Política del (gobernante Movimiento al Socialismo) MAS”, proclamó el nuevo secretario ejecutivo de la Central Obrera, Jaime Solares, elegido por el cónclave laboral para "retomar la lucha revolucionaria del 2003, recuperar la línea de independencia sindical frente al gobierno indigenista e impulsar una lucha frontal contra la burguesía, las transnacionales y el imperialismo".
Evo Morales y García Linera, en segundo plano.
Claramente, hoy Morales, un reformista que aspira a la obtención del Premio Nobel de la Paz, navega entre tres corrientes: A) Los sectores combativos no asimilados a su gobierno que le piden una definición de la línea popular, B) Los sectores radicalizados del MAS (gobierno) que quieren ir al enfrentamiento con la oligarquía separatista, y C) La embajada de EEUU y el poder trasnacional que le exigen un arreglo "pacifico" con la oligarquía secesionista que preserve la "gobernabilidad" de Bolivia.
Y esto implica una primera definición: Morales no está enfrentado a EEUU y al poder económico transnacional (que sigue controlando la estructura económico productiva de Bolivia), sino que está en guerra con el socio local del poder trasnacional (el establishment burgués-oligárquico secesionista) por el control del aparato del Estado boliviano.
Con un agregado: esa guerra (entre el gerente, Morales, y los socios económicos del Imperio) es perjudicial para los intereses transnacionales ya que desacomoda la gobernabilidad y la "alternancia democrática" establecida por la estrategia del control norteamericano en la región.
Morales emergió como "opción electoral" en el 2005 dentro de un escenario dominado por el miedo a la "guerra civil" preparado por la propia embajada norteamericana y las cadenas mediáticas imperiales con la CNN a la cabeza.
Hoy se encuentra en la misma situación, pero no ya como aspirante presidencial sino como presidente de Bolivia, intentando quedar bien "con Dios y con el Diablo", manteniendo el discurso "revolucionario" y negociando el poder por debajo de la mesa.
Según Econoticias, el comercio exterior, la banca y los agronegocios, más vinculados al poder transnacional, postulan iniciar negociaciones con Morales, para legalizar el poder que ejerce ya de facto la oligarquía en el oriente y los valles, dejándolo gobernar solo en el altiplano hasta que se desgaste y sea reemplazado por Garcia Linera, el vicepresidente, que cuenta con luz verde de la embajada de EEUU.
Pero los sectores combativos del El Alto y las fracciones radicalizadas del MAS tienen otros tiempos y otros objetivos, y coinciden en una acción operativa inmediata para "tomar todo el poder en Bolivia".
El referéndum secesionista de Santa Cruz, y la euforia triunfalista de los sectores ricos del oriente profundizó la fractura y consolidó un escenario de inevitable enfrentamiento entre los sectores radicalizados del gobierno de Morales y las bandas armadas de la oligarquía separatista.
Según Econoticias, los secesionistas, con los universitarios y estudiantes de secundaria a la cabeza, han comenzado a organizar a más de 20 mil jóvenes para defender el referéndum autonómico y sus resultados que darán carta blanca para que 100 poderosos clanes familiares se mantengan como dueños de la economía, las tierras y la vida en el oriente boliviano.
En las últimas horas, los líderes separatistas, Costas y Marinkovic, rechazaron las gestiones de la OEA y de los gobiernos extranjeros para detener el referéndum autonómico, que en los hechos se convirtió este domingo en la peor derrota para el gobierno reformista de Evo Morales.
Para la mayoría de los observadores, la concreción del referéndum rupturista puso a Morales entre la espada y la pared, sus espacios de negociación con el poder se agotaron, y la presión de los extremos de ambas trincheras le van a forzar a un desenlace: O por la guerra o por la renuncia.
Morales califica como una "derrota" el referéndum, este domingo (Foto EFE)
"La oligarquía boliviana -señala Econoticias- , que tiene un visceral y profundo odio contra los indios y contra los pobres, dejó hacer a Morales durante gran parte del 2006 para que hiciera lo que ella no podía hacer: desvirtuar las luchas populares por la nacionalización del gas y el petróleo, legalizar los contratos con todas las transnacionales que el pueblo quería expulsar del país y armar una Asamblea Constituyente entre los representantes del MAS y los de la oligarquía, sin la participación directa de las organizaciones que derrocaron a los ex presidentes neoliberales Gonzalo Sánchez de Lozada y Carlos Mesa"."De ahí en más -continúa la agencia boliviana-, sacramentados los contratos petroleros, puestas a salvo y acrecentadas las millonarias ganancias de los pulpos transnacionales del gas y el petróleo, la oligarquía, con el apoyo y cobertura de la embajada de Estados Unidos, frenó, bloqueó y ganó las calles, enarbolando la bandera de la autonomía, fortaleciéndose con cada error de Morales, ganando fuerza con cada concesión de Morales".
La situación de "ingobernabilidad" en Bolivia, a su vez, es el más claro síntoma de que la estrategia "democrática-constitucional" con Morales (pensada para salir de la rebelión popular en 2005) está tocando su fin, y el presidente "indio" está tironeado y aprisionado entre los que quieren ir a un enfrentamiento con la oligarquía y los que proponen una negociación para retomar el control constitucional del gobierno del MAS.
Morales -según la información que emerge de su propio entorno- intenta mantenerse "prescindente" proponiendo vías de negociación que son sistemáticamente rechazadas por la oposición oligárquica que tiene a la partición de Bolivia como principal instrumento de presión.
En este escenario Bolivia se encuentra técnicamente en una situación de "ingobernabilidad" y al borde de la ruptura institucional, es decir, exactamente en las antípodas del objetivo buscado por la estrategia regional de EEUU y a contramano de los intereses del poder económico transnacional, que nuevamente -como en el 2005- ve sus negocios amenazados por la falta de "paz social".
Esa es la razón principal por la cual Evo Morales, en los próximos días, solo contará con dos opciones: Enfrentarse con la oligarquía separatista en una "guerra final" (presionado por los sectores radicalizados), o renunciar y delegar el poder en el vicepresidente Linera, la carta alternativa con que cuenta la embajada norteamericana.
Los expertos coinciden: La alternativa "negociadora" ya perdió protagonismo en Bolivia, y, como en junio de 2205, se avanza de nuevo hacia el desenlace de los extremos.
Lo que queda por ver, es como (ya sin Morales) la embajada de EEUU y el poder trasnacional van a apagar el fuego esta vez.
(Nota del Editor: IAR es un portal cada vez más popular en el mundo del pensamiento político y aunque no es de derecha ni de izquierda sino de un franco y desapasionado posesionamiento muy particular del que no participamos en un cien por ciento y dejamos librado nuestro propio criterio interesados sí en la marcha de Bolivia por una senda de tolerancia y de consenso que no puede dejar de existir)
Cuantificar el resultado del referéndum (por cuanto ganó el SI) es irrelevante frente a la "oficialización" de la ruptura separatista que parte en dos a Bolivia, y que luego de Santa Cruz se seguirá proyectando en los referéndums a realizarse en Beni, Pando, Tarija y posiblemente Chuquisaca y Cochabamba hasta mediados de junio.
Pero, más allá de la parodia electoral, de hecho, Santa Cruz y otras cinco provincias controladas por la oligarquía secesionista siguen en pie de guerra desde que se levantaron contra la Constitución impulsada por el gobierno de Evo Morales y decretaron el "estado de resistencia civil movilizada".
Según los sectores combativos de la izquierda boliviana, el proceso de reformas económico sociales que lleva adelante en Bolivia el gobierno "reformista" (y dócil con las transnacionales) de Evo Morales ha llegado a un punto de inflexión precipitado por la radicalización de la derecha oligárquica que quiere cortarse sola con su propio gobierno en los departamentos "sublevados" de Santa Cruz, Beni, Pando, Tarija, Cochabamba y Chuquisaca.
Para la izquierda combativa boliviana, la guerra civil que de hecho ya funciona en Bolivia muestra por un lado los intereses contrapuestos de la oligarquía, "peona" de las transnacionales, y por el otro, la frustración de los mayoritarios sectores sociales empobrecidos aprisionados en el colchón "reformista" del gobierno de Evo Morales.
En la práctica, y como afirma la agencia boliviana Econoticias, en Bolivia hay dos gobiernos.
El Alto en marcha, en apoyo de Morales
Uno, el legal, del presidente indígena Evo Morales, tiene masivo apoyo campesino y el control del altiplano (La Paz, Oruro y Potosí). El Ejército y la Policía responden sólo formalmente a su mando, y una parte de los sindicatos y las clases medias lo apoyan, aunque sin mucho entusiasmo.
En los valles y llanuras del oriente y sur del país, gobierna de hecho la oligarquía latifundista y la burguesía financiera-comercial, que cuentan con la adhesión militante de una porción de las clases medias y la sumisión de sectores sindicales y organizaciones cívicas y populares.
Para los sectores combativos de Bolivia, Morales, que navega permanente entre la "guerra final contra la oligarquía" que piden los sectores más extremos de su movimiento, y la "paz para preservar la gobernabilidad" que exigen la embajada de EEUU y el poder trasnacional, parece haber llegado al final de cuerda.
La guerra -vale aclararlo- ya no es por la propiedad de los hidrocarburos y de las riquezas de Bolivia (que siguen en manos de las multinacionales), sino por la hegemonía del control del Estado.
Si bien Morales ha repetido hasta el cansancio que respetará la propiedad privada –inclusive los grandes latifundios "productivos"– y que garantizará seguridad jurídica para las transnacionales, con las cuales no ha roto, la oligarquía latifundista ya le declaró la guerra por el monopolio del poder del Estado.
Según Econoticias, la semana pasada, zafándose del control gubernamental, el XIV Congreso de la Central Obrera de Oruro, dominada por los mineros combativos, postuló la "vía revolucionaria" para superar el tibio reformismo del gobierno indígena de Evo Morales y para aplastar la rebelión de la oligarquía separatista del oriente.“Los trabajadores no queremos ni los Estatutos autonómicos separatistas de la oligarquía ni la Constitución Política del (gobernante Movimiento al Socialismo) MAS”, proclamó el nuevo secretario ejecutivo de la Central Obrera, Jaime Solares, elegido por el cónclave laboral para "retomar la lucha revolucionaria del 2003, recuperar la línea de independencia sindical frente al gobierno indigenista e impulsar una lucha frontal contra la burguesía, las transnacionales y el imperialismo".
Evo Morales y García Linera, en segundo plano.
Claramente, hoy Morales, un reformista que aspira a la obtención del Premio Nobel de la Paz, navega entre tres corrientes: A) Los sectores combativos no asimilados a su gobierno que le piden una definición de la línea popular, B) Los sectores radicalizados del MAS (gobierno) que quieren ir al enfrentamiento con la oligarquía separatista, y C) La embajada de EEUU y el poder trasnacional que le exigen un arreglo "pacifico" con la oligarquía secesionista que preserve la "gobernabilidad" de Bolivia.
Y esto implica una primera definición: Morales no está enfrentado a EEUU y al poder económico transnacional (que sigue controlando la estructura económico productiva de Bolivia), sino que está en guerra con el socio local del poder trasnacional (el establishment burgués-oligárquico secesionista) por el control del aparato del Estado boliviano.
Con un agregado: esa guerra (entre el gerente, Morales, y los socios económicos del Imperio) es perjudicial para los intereses transnacionales ya que desacomoda la gobernabilidad y la "alternancia democrática" establecida por la estrategia del control norteamericano en la región.
Morales emergió como "opción electoral" en el 2005 dentro de un escenario dominado por el miedo a la "guerra civil" preparado por la propia embajada norteamericana y las cadenas mediáticas imperiales con la CNN a la cabeza.
Hoy se encuentra en la misma situación, pero no ya como aspirante presidencial sino como presidente de Bolivia, intentando quedar bien "con Dios y con el Diablo", manteniendo el discurso "revolucionario" y negociando el poder por debajo de la mesa.
Según Econoticias, el comercio exterior, la banca y los agronegocios, más vinculados al poder transnacional, postulan iniciar negociaciones con Morales, para legalizar el poder que ejerce ya de facto la oligarquía en el oriente y los valles, dejándolo gobernar solo en el altiplano hasta que se desgaste y sea reemplazado por Garcia Linera, el vicepresidente, que cuenta con luz verde de la embajada de EEUU.
Pero los sectores combativos del El Alto y las fracciones radicalizadas del MAS tienen otros tiempos y otros objetivos, y coinciden en una acción operativa inmediata para "tomar todo el poder en Bolivia".
El referéndum secesionista de Santa Cruz, y la euforia triunfalista de los sectores ricos del oriente profundizó la fractura y consolidó un escenario de inevitable enfrentamiento entre los sectores radicalizados del gobierno de Morales y las bandas armadas de la oligarquía separatista.
Según Econoticias, los secesionistas, con los universitarios y estudiantes de secundaria a la cabeza, han comenzado a organizar a más de 20 mil jóvenes para defender el referéndum autonómico y sus resultados que darán carta blanca para que 100 poderosos clanes familiares se mantengan como dueños de la economía, las tierras y la vida en el oriente boliviano.
En las últimas horas, los líderes separatistas, Costas y Marinkovic, rechazaron las gestiones de la OEA y de los gobiernos extranjeros para detener el referéndum autonómico, que en los hechos se convirtió este domingo en la peor derrota para el gobierno reformista de Evo Morales.
Para la mayoría de los observadores, la concreción del referéndum rupturista puso a Morales entre la espada y la pared, sus espacios de negociación con el poder se agotaron, y la presión de los extremos de ambas trincheras le van a forzar a un desenlace: O por la guerra o por la renuncia.
Morales califica como una "derrota" el referéndum, este domingo (Foto EFE)
"La oligarquía boliviana -señala Econoticias- , que tiene un visceral y profundo odio contra los indios y contra los pobres, dejó hacer a Morales durante gran parte del 2006 para que hiciera lo que ella no podía hacer: desvirtuar las luchas populares por la nacionalización del gas y el petróleo, legalizar los contratos con todas las transnacionales que el pueblo quería expulsar del país y armar una Asamblea Constituyente entre los representantes del MAS y los de la oligarquía, sin la participación directa de las organizaciones que derrocaron a los ex presidentes neoliberales Gonzalo Sánchez de Lozada y Carlos Mesa"."De ahí en más -continúa la agencia boliviana-, sacramentados los contratos petroleros, puestas a salvo y acrecentadas las millonarias ganancias de los pulpos transnacionales del gas y el petróleo, la oligarquía, con el apoyo y cobertura de la embajada de Estados Unidos, frenó, bloqueó y ganó las calles, enarbolando la bandera de la autonomía, fortaleciéndose con cada error de Morales, ganando fuerza con cada concesión de Morales".
La situación de "ingobernabilidad" en Bolivia, a su vez, es el más claro síntoma de que la estrategia "democrática-constitucional" con Morales (pensada para salir de la rebelión popular en 2005) está tocando su fin, y el presidente "indio" está tironeado y aprisionado entre los que quieren ir a un enfrentamiento con la oligarquía y los que proponen una negociación para retomar el control constitucional del gobierno del MAS.
Morales -según la información que emerge de su propio entorno- intenta mantenerse "prescindente" proponiendo vías de negociación que son sistemáticamente rechazadas por la oposición oligárquica que tiene a la partición de Bolivia como principal instrumento de presión.
En este escenario Bolivia se encuentra técnicamente en una situación de "ingobernabilidad" y al borde de la ruptura institucional, es decir, exactamente en las antípodas del objetivo buscado por la estrategia regional de EEUU y a contramano de los intereses del poder económico transnacional, que nuevamente -como en el 2005- ve sus negocios amenazados por la falta de "paz social".
Esa es la razón principal por la cual Evo Morales, en los próximos días, solo contará con dos opciones: Enfrentarse con la oligarquía separatista en una "guerra final" (presionado por los sectores radicalizados), o renunciar y delegar el poder en el vicepresidente Linera, la carta alternativa con que cuenta la embajada norteamericana.
Los expertos coinciden: La alternativa "negociadora" ya perdió protagonismo en Bolivia, y, como en junio de 2205, se avanza de nuevo hacia el desenlace de los extremos.
Lo que queda por ver, es como (ya sin Morales) la embajada de EEUU y el poder trasnacional van a apagar el fuego esta vez.
(Nota del Editor: IAR es un portal cada vez más popular en el mundo del pensamiento político y aunque no es de derecha ni de izquierda sino de un franco y desapasionado posesionamiento muy particular del que no participamos en un cien por ciento y dejamos librado nuestro propio criterio interesados sí en la marcha de Bolivia por una senda de tolerancia y de consenso que no puede dejar de existir)
jueves, 1 de mayo de 2008
Manuel Freytas es periodista, investigador y analista, especialista en inteligencia y comunicación estratégica hoy sobre "los tres apocalipsis".
(el artículo fundamental que sigue, lo hemos dividido en dos partes para facilitar su lectura. la primera que publicamos ahora y la segunda que añadiremos 36 horas después)
Lo que parece, en primer término, una expresión surrealista y demente (que el capitalismo combata al hambre que genera), es lo que se han propuesto las naciones centrales más desarrolladas, que a través de sus instituciones y organizaciones advierten sobre las implicancias y el peligro que entraña lo que llaman "crisis alimentaría mundial" y cuyos efectos ya se proyectan por medio de estallidos sociales y revueltas de los pobres por todo el planeta.
En su dinámica histórica concentradora de riqueza en pocas manos (y como producto de la propiedad privada explotada sin planificación) el capitalismo ha depredado los ríos, la fauna y los bosques, produciendo las condiciones para un "Apocalipsis natural" de la mano del calentamiento global y de la extinción de los recursos naturales esenciales.
En un segundo frente, las guerras intercapitalistas por la conquista de mercados y el negocio con el armamentismo han creado las condiciones para un "Apocalipsis nuclear" de la mano de los arsenales atómicos que las potencias centrales acumulan como "efecto disuasivo" contra sus rivales, y cuya utilización efectiva nadie puede prever en el futuro.
Y hay un tercer frente que se suma: La plaga del hambre que ya se extiende como una epidemia por las áreas empobrecidas del planeta generando las condiciones para un "Apocalipsis social".
No hace falta mucha imaginación (el fenómeno ya se verifica en la realidad) para mensurar el factor apocalíptico masivo que representaría para el sistema el avance de ejércitos de hambrientos buscando comida para supervivir en las grandes urbes, enfrentando con la violencia a la represión militar o policial.
¿Que puede detener a un hambriento? Se trata del instinto de conservación, el primer sistema de señales que guía la conducta de un ser humano o de un animal en situaciones extremas de lucha por la supervivencia.
¿Acaso se utilizarían tanques, aviones y arsenales nucleares para detener a los miles de millones de pobres atacados de "hambre celular" que se abalanzarían masivamente sobre las ciudades para conseguir alimentos por los medios que fuesen?
¿Con qué discurso los políticos del sistema podrían contener a los atacados de incontinencia alimentaria y reencauzarlos por la senda de la "civilización" y de la "gobernabilidad democrática" capitalista?
¿Cuanta propiedad privada concentraría un "empresario" capitalista antes de que las multitudes de hambrientos saqueen su casa y destruyan todo lo que encuentran a su paso, incluso su vida y la de su familia?
¿Cuantas balas o misiles alcanzarían a disparar las tropas militares antes de ser destrozadas por las multitudes enfurecidas por el hambre y la reacción instintiva de la búsqueda de supervivencia a cualquier costo?
Estallidos en Haití por demanda de alimentos.
No se trata de una revolución racional y planificada por la toma del poder político, se trata de la "barbarie" en su escala primitiva, una regresión al hombre prehistórico, sin ningún molde de "civilización" o de "convención social" que lo contenga en su búsqueda de alimentos para supervivir en la inmediatez.
A excepción de los marginados masivos de la sociedad de consumo capitalista, que no alcanzan a cubrir los niveles esenciales de supervivencia, el resto de la sociedad mundial (tanto en el mundo dependiente como en el mundo de las potencias capitalistas dominantes) está programada a partir de una estructura piramidal de individuos-masa nivelados por la ideología del consumo capitalista.
La manipulación psicológica con el consumismo (para vender productos capitalistas) desarraigó al individuo-masa de los valores de su propia cultura, historia y tradiciones de origen, y lo convirtió en un alienado universalizado y sin conciencia
Lo que parece, en primer término, una expresión surrealista y demente (que el capitalismo combata al hambre que genera), es lo que se han propuesto las naciones centrales más desarrolladas, que a través de sus instituciones y organizaciones advierten sobre las implicancias y el peligro que entraña lo que llaman "crisis alimentaría mundial" y cuyos efectos ya se proyectan por medio de estallidos sociales y revueltas de los pobres por todo el planeta.
En su dinámica histórica concentradora de riqueza en pocas manos (y como producto de la propiedad privada explotada sin planificación) el capitalismo ha depredado los ríos, la fauna y los bosques, produciendo las condiciones para un "Apocalipsis natural" de la mano del calentamiento global y de la extinción de los recursos naturales esenciales.
En un segundo frente, las guerras intercapitalistas por la conquista de mercados y el negocio con el armamentismo han creado las condiciones para un "Apocalipsis nuclear" de la mano de los arsenales atómicos que las potencias centrales acumulan como "efecto disuasivo" contra sus rivales, y cuya utilización efectiva nadie puede prever en el futuro.
Y hay un tercer frente que se suma: La plaga del hambre que ya se extiende como una epidemia por las áreas empobrecidas del planeta generando las condiciones para un "Apocalipsis social".
No hace falta mucha imaginación (el fenómeno ya se verifica en la realidad) para mensurar el factor apocalíptico masivo que representaría para el sistema el avance de ejércitos de hambrientos buscando comida para supervivir en las grandes urbes, enfrentando con la violencia a la represión militar o policial.
¿Que puede detener a un hambriento? Se trata del instinto de conservación, el primer sistema de señales que guía la conducta de un ser humano o de un animal en situaciones extremas de lucha por la supervivencia.
¿Acaso se utilizarían tanques, aviones y arsenales nucleares para detener a los miles de millones de pobres atacados de "hambre celular" que se abalanzarían masivamente sobre las ciudades para conseguir alimentos por los medios que fuesen?
¿Con qué discurso los políticos del sistema podrían contener a los atacados de incontinencia alimentaria y reencauzarlos por la senda de la "civilización" y de la "gobernabilidad democrática" capitalista?
¿Cuanta propiedad privada concentraría un "empresario" capitalista antes de que las multitudes de hambrientos saqueen su casa y destruyan todo lo que encuentran a su paso, incluso su vida y la de su familia?
¿Cuantas balas o misiles alcanzarían a disparar las tropas militares antes de ser destrozadas por las multitudes enfurecidas por el hambre y la reacción instintiva de la búsqueda de supervivencia a cualquier costo?
Estallidos en Haití por demanda de alimentos.
No se trata de una revolución racional y planificada por la toma del poder político, se trata de la "barbarie" en su escala primitiva, una regresión al hombre prehistórico, sin ningún molde de "civilización" o de "convención social" que lo contenga en su búsqueda de alimentos para supervivir en la inmediatez.
A excepción de los marginados masivos de la sociedad de consumo capitalista, que no alcanzan a cubrir los niveles esenciales de supervivencia, el resto de la sociedad mundial (tanto en el mundo dependiente como en el mundo de las potencias capitalistas dominantes) está programada a partir de una estructura piramidal de individuos-masa nivelados por la ideología del consumo capitalista.
La manipulación psicológica con el consumismo (para vender productos capitalistas) desarraigó al individuo-masa de los valores de su propia cultura, historia y tradiciones de origen, y lo convirtió en un alienado universalizado y sin conciencia
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