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lunes, 20 de septiembre de 2010

lacerante informe publicado también en Europa sobre las cárceles en Bolivia. allí no llegó "el cambio" domina la inhumanidad


Motines, fugas, violaciones, visitas turísticas, drogas, parrilladas con mariachis y políticos tristemente famosos han protagonizado sucesos en los últimos años en la cárcel boliviana de "régimen abierto" de San Pedro de La Paz, que muchos creen que es una de las más peculiares del mundo. El "régimen abierto" significa que no hay vigilancia en su interior, por lo que en sus patios todo puede pasar -y pasa-, mientras que muchas de sus celdas se han convertido en viviendas con grandes comodidades, dependiendo del poder económico de los reos, que en un 75% no tienen sentencias en firme. Ese peculiar régimen permite sucesos como la violación de un reo hace pocos días por otros dos presos, cuando el primero se negó a pagar 200 bolivianos (28 dólares) para entrar en uno de los recintos del penal, que los más fuertes controlan como territorio privado. Situado en una céntrica plaza de La Paz, a unos 3.600 metros sobre el nivel del mar, San Pedro ha sido en los últimos años una fuente inagotable de información para la prensa boliviana, pues sus constantes sucesos han puesto al penal en primera línea editorial. Buena parte de su fama se inició con el descubrimiento de que en su interior se realizaban "rutas turísticas", la mayoría para extranjeros, que visitaban durante cuatro horas sus instalaciones, lo que significaba un aporte económico para los presos con el cobro de la entrada. Las denuncias de que los "turistas" podían comprar droga como parte de la visita alertó a las autoridades, que decidieron instalar un régimen de visitas más estricto. Pero el mayor control afectó al sistema de vida de los cerca de 1.500 presos encerrados en un recinto previsto para 400, que además viven con sus familias, incluyendo hijos que sólo abandonan el penal para asistir a clase. Las restricciones provocaron un espectacular motín en abril de 2009, para reclamar el regreso al régimen de visitas anterior, y en el que resultaron heridos cuatro presos tras una movilización de más de 200 agentes que lanzaron gas lacrimógeno al interior. Incluso se inició una huelga de hambre de 18 reos que reclamaban poder seguir viviendo con sus familias en el penal. Entre los hechos más sorprendentes de los últimos años destaca también la fuga en 2009 de cuatro peruanos y un colombiano que se aprovecharon de la construcción del penal con adobes de simple barro pisado, para escapar por un túnel que hicieron al derretir las paredes con grandes cantidades de agua. Los fugados se abastecieron, además, en los quioscos de hojalata que están adosados a la pared del penal, donde se proveyeron de todo lo necesario para escapar. Entre los robos más sonados dentro del penal destaca el que se produjo en julio de 2009, cuando cinco presos robaron a otro 60.000 bolivianos (8.500 dólares). Una cuarta parte del botín fue dinero en efectivo, que la víctima había conseguido por el alquiler de algunos electrodomésticos que tenía en su celda: ocho televisores de diferentes tamaños, un refrigerador, una computadora y un equipo de música. El resto es el valor que sacaron los ladrones de la subasta posterior de esos aparatos entre los propios reos del penal Por si todo eso fuera poco, en San Pedro estan dos personajes políticos bolivianos de primer nivel, uno pro gubernamental y otro de la oposición. Desde septiembre de 2008 está allí un ex gobernador del departamento amazónico del Pando, Leopoldo Fernández, acusado por el oficialismo de supuesta responsabilidad en una matanza de 13 personas en esa región en choques entre partidarios y adversarios del presidente Evo Morales. Aparte de las múltiples denuncias de la oposición por los más de dos años de cárcel del ex gobernador, también él sin juicio, éste copó las principales páginas de la prensa boliviana al celebrar en mayo de 2009 su 57 cumpleaños con una fiesta, una gran parrillada y mariachis dentro del penal. También está en ese penal Santos Ramírez, uno de los fundadores y principales dirigentes del partido de Morales, el Movimiento al Socialismo (MAS), y ex presidente de la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales de Bolivia (YPFB). Ramírez fue encarcelado por un escándalo de corrupción en enero de 2009, después del asesinato del empresario Jorge O'Connor, y es tan importante en San Pedro que sus compañeros de recinto penitenciario le eligieron como su representante ante las autoridades policiales.

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