BARACK OBAMA: SU DISCURSO DE INAUGURACIÓN
Por Enrique Bachinelo
"El cambio no vendrá si esperamos a otra persona y a otro momento. Somos los que hemos estado esperando. Somos el cambio que buscamos". El presidente de EE UU, Barack Obama, puso ayer su gigantesca dimensión política y moral al servicio de la superación de la crisis económica que el mundo padece. Prometió que "la esperanza se impondrá al miedo" y que "la voluntad común se impondrá al conflicto y al desacuerdo". Pero advirtió que no será fácil, que será preciso mucho trabajo de todos, grandes cambios y la recuperación de viejos valores sepultados por la filosofía de la opulencia. De los millonarios. Entramos, dijo, en "una nueva era de responsabilidad" en la que cada ciudadano debe aportar su esfuerzo al bien del país y de la humanidad. Sorprendió en el discurso una apelación al mundo musulmán. Prometió dejar Irak "responsablemente" y reducir la amenaza nuclear. “El amor a la patria es mas patente que la razón misma”
El discurso de asunción del nuevo presidente de Estados Unidos, Barack Obama, fue en muchos sentidos una repetición de lo que había dicho en su campaña, atendiendo la preocupación de los diferentes sectores políticos para obtener el respeto de todos, pero dejando muchas dudas sobre sus efectos prácticos. Anotaba que “las relaciones de
cooperación con Estados Unidos bajo su presidencia pueden ampliar en el futuro el peso internacional especialmente con Brasil, manifestando que "es el comienzo de un cambio para mejor".
Refiriéndose al grave problema de la economía del país expresaba que la industria automotriz estadounidense está siendo arrastrada por el efecto continuado de múltiples crisis, incluyendo la de viviendas e hipotecas. "Esto se traduce en una falta de confianza en los consumidores. Nuestro volumen de ventas cayó probablemente 30 por ciento en los últimos seis meses. Este año se prevé que (el nivel de ventas) sea aun menor. ¿Cómo se puede cambiar este gran problema o cualquier otro? ", manifestaba que se aplicará una política de ahorro con la participación efectiva de la población americana.
"El comienzo de un cambio para mejor".
Durante la campaña electoral, Obama hizo algunas promesas respecto de la política de distensión con Cuba y suprimir algunas de las prohibiciones que impactan la relación entre los emigrantes y sus familias residentes en Cuba, e inclusive habló del posible desarrollo de una "diplomacia directa". El presidente Obama dio a entender la posibilidad de avanzar en suspender el bloqueo a Cuba en mayor o menor grado y de mejorar las relaciones bilaterales más allá de la liberación de los viajes de los cubanos nacionalizados a la isla caribeña. "En la misma medida, la eliminación de las sanciones y un clima de menor hostilidad hacia Cuba crearía condiciones para reducir las previsiones de seguridad interna y defensa nacional", lo cual favorecería "obviamente, el perfeccionamiento del sistema sociopolítico, que continuaría su progreso en condiciones mucho mejores"
Las invasiones a Afganistán e Irak, han traído incontables víctimas y muertos a los pueblos de esos países, cárceles secretas y traslado ilegal de presos, empleo indiscriminado de la tortura en los centros de detención como Guantánamo", la base naval de Estados Unidos en el extremo oriental de Cuba. Todos esos actos de atentado a la política democrática de los Estados Unidos tienen que terminar y sujetar a los presos políticos o de supuestos terroristas del medio oriente, que se encuentran en Guantánamo, Irak y Afganistán, para que sean sometidos a procesos que disponen las leyes. Nada que no esté enmarcado dentro de la legalidad puede ser aplicado indiscriminadamente.
Obama durante su campaña hizo énfasis en que la vecina Afganistán era clave en la "guerra contra el terrorismo". Pakistán, estrecho aliado, ha sido con frecuencia acusado por Estados Unidos de no hacer lo suficiente para combatir a los miembros del movimiento islamista Talibán o de la red radical Al Qaeda, que se cree tienen sus escondites en áreas fronterizas. "Va a ser una tarea cuesta arriba, un gran recorrido. Pero mientras exista la disposición al diálogo será, en última instancia, la solución a los problemas, no la guerra y la violencia". Es decir, el violador flagrante de los derechos humanos, el que tiene la crisis de confianza, credibilidad y pérdida de imagen en el mundo es el gobierno de los Estados Unidos, agravado por las políticas ideológicas y unilaterales de la administración pasada, refiriéndose a la política de George W. Bush. Thomas Paine, filósofo americano decía: “Todos los gobiernos que han perdido el principio democrático que proviene del pueblo, indudablemente que llegarán a arbitrarios que sobrepasan sus atribuciones: La guerra es su industria; el saqueo su objetivo. Mientras sigan existiendo tales gobiernos, la paz no estará segura un solo día”.
También se abrirían la posibilidad de colaborar en temas importantes de interés común, narcotráfico, terrorismo, energía renovable y medio ambiente y otros, y se podrían incrementar flujos comerciales y de inversiones, crear empleos, y aumentar el número de viajeros, antes de entrar en los temas más complejos.
Como candidato presidencial, así como durante el período de transición, el discurso de Obama subrayaba los temas que iban más allá de los partidos y apelaban a la unidad nacional. Su famosa afirmación, durante la Convención Demócrata de 2004, de que "no existe un Estados Unidos liberal y un Estados Unidos conservador, sino que existe Estados Unidos de América" es un típico ejemplo.
El discurso, al decir de los entendidos, fue una magnífica obra de retórica y la reputación de Obama de ser uno de los grandes oradores de su generación, se confirmaba. Hubo líneas que eran parecidas a famosas palabras de los ex presidentes Abraham Lincoln (1861-1865) y Franklin Delano Roosevelt (1933-1945). Claramente se resistió a repudiar en forma explícita la ambiciosa visión internacional de Bush. En la mayor parte del discurso, simplemente prometió actuar en forma más prudente, en concierto con aliados y sin el recurso constante de la fuerza, como lo hizo su antecesor. El nuevo mandatario se granjeó el respaldo de los halcones al prometer vencer a los terroristas. "No nos podrán superar y los derrotaremos", afirmó. Esta fue la frase que constituyó la firma del discurso inaugural de Barack Obama". “Los pueblos cambian en un día: Derrochan pródigamente lo mismo su odio que su amor” (Voltaire)
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